El Sindrome De Burnout Y El Colapso Mental
El síndrome de “Burnout”o síndrome del trabajador quemado es un tipo de estrés laboral crónico, es el más común entre trabajadores cuya labor está relacionada con la atención directa a las personas como: sanitarios, docentes, agentes de la ley etc.. . Presenta características como agotamiento físico y mental, desmotivación e incluso depresión.
Este síndrome afecta a miles de trabajadores por todo el mundo, en algunas profesiones alcanza hasta el 30-40% de los profesionales. Izquierdo y García – Allén.
Tal y como nos dicen Álvarez – Gallego y Fernández-Ríos y Gil-Monte y Moreno-Jiménez. Quienes sufren este problema suelen ser personas especialmente responsables y comprometidas con su trabajo; como ya mencionamos anteriormente, trabajadores de sanidad, educación, agentes de la ley, en definitiva los que por su trabajo tienen un trato directo con la gente… suelen ser los más afectados por el síndrome de Burnout.
También lo sufren con mayor frecuencia los jóvenes que recientemente comienzan su vida laboral; pues no suelen estar preparados para afrontar los conflictos que se les presentan.
Los problemas personales, como enfermedades de familiares, problemas de pareja o problemas económicos son otro factor que puede agravar los síntomas ya existentes.
Forbes- Álvarez, el Burnout o también nombrado síndrome de desgaste profesional, es una dolencia causada como contestación a largas presiones que sufre la persona ante circunstancias estresantes y emocionales, concernientes a su trabajo.
Según Bosqued existen diversos factores que pueden causar dicho síndrome, como los siguientes: horarios de trabajo prolongados (más de 8 horas diarias), poca o mala calidad de descanso.(no dormir al menos entre 7 y 8 horas al día), responsabilidad excesiva, sobrecarga en el trabajo, mal clima en el lugar de trabajo (conflictos entre compañeros,…), remuneración económica escasa y factores ajenos al trabajo: problemas familiares, económicos, …
Martínez- Pérez llega a la conclusión de que el Burnout es un síndrome que responde al estrés crónico producido por el trabajo el cual tiene peculiaridades específicas según determinadas áreas laborales. Algunos creen que este síndrome solo afecta a personal asistencial, en definitiva a aquellos que trabajan directamente con la gente y que en raras ocasiones afecta a otros sectores, como a trabajos denominados manuales, administrativos, de la construcción, pintores, etc…
Puesto que como dicen Buendía y Ramos y Hombrados en estos trabajos el estrés laboral no es conceptuado, desde el punto de vista de la psicología, como síndrome de Burnout. Aunque también hay quien considera el campo del voluntariado como un colectivo afectado por este síndrome a pesar de que no haya condiciones de tipo laboral ni sea remunerado ni haya un contrato de por medio.
Respecto a los puntos de vista existentes hay una gran controversia en cuanto a la asignación de este síndrome exclusivamente a los sectores asistenciales. Dicha discrepancia surge en el preciso instante en que Maslach acuñó el término y propuso que solo fuese aplicado a trabajadores de este sector.
Aún hoy en día la polémica continúa; con definiciones como las de Burke que complementa la de Maslach y afirma que el Burnout es un “proceso de adaptación del estrés laboral, y caracterizado por la desorientación, frialdad o distanciamiento emocional y aislamiento”.
Aunque hay numerosos trabajos que contradicen a quienes consideran que este síndrome solo afecta a profesionales asistenciales. Pines y Aronson (1998) son dos autores que afirman que los síntomas del síndrome Burnout se observan también en personas que no pertenecen al sector asistencial; por lo cual el síndrome se manifiesta como un agotamiento mental, físico y emocional.
Díaz, en su trabajo recoge que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido el síndrome del trabajador quemado, Burnout, en la próxima clasificación internacional de enfermedades; la cual entrará en vigor en el 2022, con ello pretende que esta dolencia sea más conocida, pues cada vez afecta a más personas y puede tener consecuencias que afecten tanto a las empresas como a la salud mental.
Maslach y Jackson algunos de los síntomas que pueden presentar las personas que sufren el síndrome del trabajador quemado o síndrome de Burnout son: molestias estomacales, insomnio, pesimismo, ansiedad, dolores de cabeza, desmotivación o absentismo laboral y depresión.
Las personas que sufren el síndrome de Burnout suelen perder su capacidad para disfrutar tanto de su trabajo, de su vida social, como del tiempo de ocio, llegando incluso a convertirse en casos graves, que conllevan a problemas de depresión e incluso, se a dado algún caso, en el que se a llegado al suicidio.