El Trastorno De Identidad Disociativo En El Siglo XXI
Introducción
A lo largo de nuestra vida, adoptamos distintas facetas para encajar en los diversos entornos a los cuales nos vemos expuestos de forma voluntaria. Pero esto no significa que nuestra identidad se renueve absolutamente para nuestro desenvolvimiento en aquellos contextos; sino que, más bien, nuestra personalidad sufre un proceso de adaptación para su supervivencia. Lamentablemente, hay personas cuyos casos no se relacionan en nada con la voluntad, sino, más bien, es un mecanismo de defensa que adquieren a raíz de una determinada selección de traumas.
Este mecanismo se presenta en la forma de un trastorno mental, popularmente conocido como “desorden de personalidad múltiple”, mediante el siguiente ensayo titulado: “Muchas voces, un solo rostro: El trastorno de Identidad Disociativo en el siglo XXI”, intentaré profundizar en este tema.
La elección de este tema fue motivado principalmente por lo enigmático, excepcional y extraño que es este trastorno mental al postular la coexistencia de dos o más personalidades independientes en el cuerpo de un mismo individuo. El presente trabajo trata de desenmascarar los mitos que surgen de esta psicopatología, mediante la siguiente interrogante: ¿Cuáles son los factores que desencadena este trastorno?, la cual iré resolviendo a lo largo del marco teórico de este ensayo, concluyendo que los eventos traumáticos presentan una gran relevancia en el origen de esta psicopatología.
Los contenidos que este trabajo irá desarrollando en su argumentación, serán los siguientes: Primero, la evolución del estudio de esta psicopatología, continuando con el concepto y la definición del trastorno de identidad disociativo; luego, las causas y condiciones para su origen, después, la sintomatología que presenta un afectado por este trastorno y presentando tratamientos para los sujetos. Todo esto relacionado con casos de la vida real donde esta psicopatología ha estado presente y una breve perspectiva histórica que nos ayudará a comprender la forma en la que es observado en el siglo XXI.
Argumentación
Evolución del estudio del trastorno de identidad disociativo
En 1791, Eberhard Gmelin trató en Alemania a una muchacha de 20 años que podía hablar perfectamente en francés sin saber dicho idioma. Este se convirtió en el primer caso registrado del trastorno originalmente conocido como “desorden de personalidad múltiple”. En aquellos tiempos, la explicación más coherente era una posesión diabólica.
A partir de allí, hasta la actualidad, los estudiosos se hallan divididos respecto a esta psicopatología, algunos afirman que es la fragmentación de la personalidad original como respuesta a una situación traumática, mientras que otros indican que los recuerdos y aspectos del yo se encuentran dispares, lo cual infiere que el afectado no posee ninguna personalidad, en lugar de las que se creían “múltiples identidades”.
La Universidad de Edimburgo ha realizado un estudio que confirma el hecho de que nuestra personalidad cambia en su totalidad a lo largo de nuestra vida, es decir, desde la juventud hasta la vejez somos dos personas completamente distintas.
Conceptos y definiciones del trastorno de identidad disociativo como pisopatología
Se han prestado diversas definiciones para el trastorno de identidad disociativo, por ejemplo, a finales del siglo XX, Hales, R., Yudofsky, S. & Talbott, J. (1996) indicaron que es la “presencia de dos o más identidades o estados de personalidad , cada una con un patrón propio y relativamente persistente de percepción, interacción y concepción del entorno y de sí mismo” (p. 679) Esto especifica que las personalidades adquiridas presentan un grado de independencia a la personalidad original, variando considerablemente en varios factores, como lo son la orientación sexual, género, cultura, origen, tiempo, etc.
Asimismo, la definición varió a inicios del siglo XXI, cuando Fombellida, L. & Sánchez, J. (2003) afirmaron que: “La personalidad múltiple es un trastorno poco frecuente, y excepcional en el ámbito forense, consistente en la coexistencia en un individuo de dos o más personalidades independientes.” (p.2) Esta definición apoya la complejidad y peculiaridad de esta psicopatología, especialmente en el campo científico en el cual ha generado gran debate.
Las raíces de las múltiples personalidades
En general, existen una determinada cantidad de condiciones ambientales que pueden influir en el desarrollo de una experiencia disociativa, tales como, abusos psicológicos, sexuales y físicos durante la infancia, primordialmente por una persona cercana. Estos “reportan la mayor frecuencia, entre todos los trastornos psiquiátricos, de abuso en la niñez y/o negligencia” (Sar & Ozturk, 2012, p.2). Pero eso no indica que es propio de esa etapa, a veces emerge entre la adolescencia o mediana edad; a raíz de un evento traumático.
Así como se mencionó con anterioridad, podemos observar que los factores para el surgimiento de esta psicopatología se encuentran en una serie de condiciones externas e independientes a la voluntad del afectado. Específicamente, se puede observar que presenta una estrecha relación con el estrés postraumático, como Romero, M. (2016) indica que es “un estado dependiente del aprendizaje donde la amnesia actúa aislando estados afectivos particulares” (p. 451), ya que este trastorno surge como mecanismo de defensa ante las situaciones traumáticas ya mencionadas.
Manifestaciones psicológicas
Tras una exhaustiva investigación, puedo señalar que los pacientes con trastorno de identidad disociativo, suelen mostrar signos de depresión, al igual que una conducta automutilante, debido a la desconexión que existe entre algunas de las personalidades y el cuerpo del afectado, también, trastorno límite de personalidad. Una notoria manifestación de esto en la cultura popular, sería el personaje de DC “Loca Jane”, la cual posee un total de 64 personalidades, de estas, una parte manifiestan extensos periodos de ansiedad, mientras que la otra, depresión. Estos pacientes tienen una gran probabilidad de ser hospitalizados por presentar impulsos, intentos suicidas y conducta violenta.
En múltiples casos, los actos violentos han ido en dirección a un tercero, a causa de la naturaleza violenta de una de las personalidades parásita, por ejemplo, en la década de los’70, Billy Milligan llegó a ser la primera persona en ser absuelta de una condena por violación, alegando un trastorno de identidad disociativo, los psiquiatras descubrieron que poseía veinticuatro personalidades; de las cuales, dos eran las culpables de los crímenes: “Ragen Vadascovinich”, un hombre yugoslavo; y “Adalana”, una poeta lesbiana de 19 años. Esto infiere una polaridad, ya que, también se podía observar identidades inofensivas en Milligan, como Christene, una niña disléxica de 3 años; y Arthur, un hombre inglés que mantenía la armonía entre las identidades. La contraposición entre estas también se ve dentro del cine mudo, la cinta ‘The Case of Becky’ (1915) cuenta la historia de Dorothy, una joven que desarrolla una segunda personalidad malvada, Becky. (Abad, 2017)
Tratamientos
Con base en los textos que he analizado, puedo determinar que el trastorno de identidad disociativo es curable, mediante el acceso del paciente a un estado de hipnosis para conseguir la recuperación de los recuerdos traumáticos que originaron el surgimiento de esta psicopatología, esto conseguiría la integración de las personalidades en una personalidad única o la desaparición de las identidades parásitos.
Conclusiones
- El estudio del trastorno de identidad disociativo se ha ido adaptando conforme al tiempo; volviéndose más científico y menos supersticioso. Aun así, por su complejidad, ha ocasionado que las opiniones estén divididas, respecto a considerarlo como un trastorno.
- Diversos estudiosos han desarrollado varios conceptos y definiciones de esta psicopatología como tal; pero todas estas se hallan interconectadas, ya que afirman que es la presencia de 2 o más personalidades en un mismo individuo, las cuales se hallan independientes de este en diversos aspectos.
- La mayoría de los casos suele estar referidos a eventos traumáticos sucedidos durante la infancia, a pesar de ello, existen casos en los cuales se desarrolló durante la adolescencia o en medio de la edad adulta. Esta psicopatología surge como un mecanismo de defensa, está relacionada con la amnesia y el estrés post-traumático.
- Esta psicopatología se halla acompañada de conductas automutilantes, trastorno de personalidad límite, depresión, entre otras afecciones a la salud mental.
- El trastorno de identidad disociativo es curable, principalmente con terapias de hipnosis para que el recuerdo traumático se recupere y sea posible la integración o desaparición de personalidades.
Bibliografías
- Abad, M. (2017) Múltiple de M. Night Shyamalan. Trastorno de identidad disociativo: Otra vuelta de tuerca. España: Rev Med Cine
- Bru, M., Cobo, J., Coronas, R., Pousa, E., Puig, S., Santamaría, M. & Santos, J. (2008). La personalidad en el trastorno disociativo. España: Triacastela
- Dujo, V., González, D. & Marín, M. (2013). Los trastornos disociativos: abordaje clínico y análisis de las repercusiones forenses en el victimario dentro del ámbito penal. 13° ed. España: INTERPSIQUIS.
- Fombellina, L. & Sánchez, J, (2003). Personalidad múltiple: un caso raro en la práctica forense. 31° ed. España: Scielo
- Hales, R., Talbott, J. & Yudofsky, S. (1996). Tratado de Psiquiatría. 2° ed. España: ANCORA S.A
- Romero, M. (2016). Una revisión de los trastornos disociativos: de la personalidad múltiple al estrés postraumático. 32° ed. España: Anales de Psicología
- Sar, V. & Ozturk, E. (2012). Trastorno de identidad disociativo: Diagnóstico, comorbilidad, diagnóstico diferencial y tratamiento. Turquía: Universidad de Estambul