El Trastorno Del Espectro Autismo En La Vida Social
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo que perdurará a lo largo del ciclo vital. Los síntomas y comportamientos de cada sujeto son muy diferentes debido a sus síntomas, es por esto por lo que se le llama espectro.
Leo Kanner en 1943 se instaura como el primer autor en empezar a investigar sobre el autismo, este seleccionó 11 niños con rasgos comunes y describió los tres rasgos generales que fueron las relaciones sociales, la comunicación y el lenguaje y la inflexibilidad. Hans Asperger, describiría un año más tarde los rasgos de pacientes similares y le pondría nombre a este trastorno llamándolo “psicopatía autística”.
Según el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales (DSM-5), las personas con trastornos del espectro autista tienen una serie de características o rasgos comunes que son: dificultad para la comunicación, comportamientos repetitivos y una serie de síntomas que afectan la capacidad de esta persona para desempeñarse en la escuela, el trabajo y otras áreas de la vida.
El TEA se define por una variedad de características, estas no solo se traducen en dificultades, sino que también se asocian a una serie de habilidades de las personas que pertenecen a este grupo, tales como:
- Meticulosidad
- Curiosidad sobre un tema específico
- Conocimiento especializado sobre temas de su interés
- Sinceridad
- Honestidad
- Respeto y seguimiento de las reglas establecidas
- Atención por los detalles
- Buena adaptabilidad y seguimiento de las rutinas
- Buena capacidad de trabajo mecánico y repetitivo
- Tendencia a ser muy lógicos
- Imparcialidad
Desde mediados de los noventa hasta los inicios de la segunda década del siglo XXI, del DSM-IV-TR incluye bajo el término TGD, trastornos generalizados del desarrollo, las siguientes categorías: autismo, síndrome de Asperger, síndrome de Rett, el trastorno Desintegrativo Infantil y los TGD no especificados o autismo atípico.
Así pues, existen diversas teorías sobre el origen del autismo como la de del ya nombrado Leo Kanner (1943) que fue el primero en proponer la relación entre los factores ambientales y las causas del trastorno. La teoría de la mente por Baron-Cohen, Leslie y Frith, (1985) sostiene que la persona con autismo tiene grandes dificultades para distinguir los estados mentales propios de los demás. La teoría de la coherencia central de Frith (1991), señaló que la causa del autismo se debe a la dificultad para elaborar interpretaciones de la información social a través de la observación del contexto y la situación. La teoría afectiva de Hobson (1995) sostiene que las personas con autismo carecen de la capacidad natural para interactuar con los demás, por lo que tienen un déficit emocional.
Para la correcta inclusión de estos alumnos es necesario conocer las prácticas que se pueden incorporar en el aula donde podamos conseguir que dichos alumnos se sientan seguros en ella, con sus iguales y con los docentes para su proceso de aprendizaje, desarrollando así su lenguaje y determinadas conductas.