El Trastorno Depresivo Persistente O Distimia
Introducción
La distimia es un trastorno afectivo crónico que se asocia con estrategias inadecuadas de adaptación a situaciones estresantes, sensibilidad al estrés, incremento del riesgo de admisión hospitalaria, baja productividad en el trabajo, comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos y presencia de otras enfermedades. Vivir con la carga de la distimia o el trastorno depresivo persistente deja a los afectados abatidos y sin esperanza durante la mayor parte de sus vidas. Y es que este trastorno depresivo prolongado y recurrente ha sido poco estudiado.
Desarrollo
El término distimia se originó en la antigua Grecia y significa mal humor. En la escuela hipocrática era considerada parte del concepto más amplio de melancolía, que derivaba de la intoxicación de bilis negra, uno de los cuatro humores primarios que describió Hipócrates. Después, el concepto de ·distimia se introdujo de nuevo en Alemania en los inicios del siglo XIX para describir las depresiones que tienen un curso crónico. En 1863, Karl Kudwig Kahlbaum usó el término distimia para formas de melancolía que presentaban solo una fase y de manera atenuada, dado que durante esa época todos los trastornos del humor se incluían dentro de lo que se consideraba como psicosis maniaco-depresiva. De hecho, esta denominación se ha estado utilizando hasta hace no demasiado tiempo.
En 1921, Eil Kraepelin describió la relación entre el trastorno maniaco-depresivo y el temperamento depresivo. Propuso que el segundo era solo una forma atenuada, pero que pertenecía a la misma constelación patológica. Aunque Kraepelin no usó el término distimia, consideró una disposición depresiva como una de las bases constitutivas de los episodios afectivos.
En 1923, Kurt Schneider describió la psicopatía distímica o depresiva en relación con una combinación de factores neonatales y hereditarios, así como variables ambientales tempranas, sin considerarla específicamente como un trastorno afectivo. Así, describió un tipo de depresión cuya existencia implicaba solo sufrimiento.
Para Schneider, los individuos que padecían esta condición se caracterizaban por ser incapaces de divertirse, estar tristes, ser propensos a la culpa, tener una falta de confianza y una baja autoestima, sentirse tristes, lentos, no asertivos, tímidos y sensibles. De alguna manera, Schneider consideraba este tipo de psicopatía depresiva dentro de los trastornos de personalidad.
Conclusión
No fue hasta la década de los 50 que, gracias a la influencia de Schneider, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales II (DSM-II) y la Clasificación Internacional de Enfermedades en su novena versión (CIE-9) plantean la idea de que la depresión crónica es equivalente a la neurosis de carácter. Así, aparece el término de Depresión Neurótica en el DSM-II y Neurosis Depresiva en el CIE-9, considerándose en ambos manuales como episodios no crónicos.
Después, el DSM-III cambió la referencia de depresión crónica a Trastorno Distímico, sustituyendo así a la Depresión Neurótica del DSM-II y se incluyó en el capítulo de trastornos afectivos. Posteriormente, en el DSM-III-R se incorporó la clasificación de distimia de inicio temprano y de inicio tardío. Después, en el DSM-IV, los criterios considerados a la distimia como un trastorno afectivo unipolar crónico, que puede iniciar temprano o tardíamente y cuya sintomatología es menos intensa que la que se observa en un episodio depresivo mayor.