Elemento Del Agua En La Antigua Mesopotamia
Unos de los primeros materiales que se representaron en las primeras culturas de la antigüedad fue el agua, por ejemplo en la antigua Mesopotamia se representaba con una línea horizontal ondulada, en el antiguo Egipto la representación de esta era una línea horizontal en forma de zigzag que indicaba las ondas que aparecen en la superficie del agua; los símbolos del agua y los otros elementos fueron evolucionando con el paso del tiempo, por ejemplo en la edad media el agua se representaba con un círculo vacío.
Los primeros símbolos, nombres y clasificación de las sustancias elementales y compuestas, variaba según su autor; por ejemplo en el siglo IV d.C. Zósimo llamó espíritus a las sustancias que podían ser destiladas, como el mercurio. En la época de Dalton el signo para el elemento oxígeno era un círculo vacío, el del elemento hidrógeno un círculo con un punto en el centro, mientras que el símbolo para el agua, se formaba uniendo los círculos que representaban al oxígeno e hidrógeno.
Antoine Lavoisier, junto con otros importantes químicos franceses, creó las bases de la nomenclatura actual, en 1787 publicaron el método de nomenclatura química, este contiene las reglas para nombrar las sustancias conocidas hasta esa época, así como su representación en forma sencilla y abreviada, todo esto con la finalidad de unificar el lenguaje utilizado hasta entonces en la Química. Esta obra marcó una revolución química, debido a que Lavoisier elaboró una lista clasificando las sustancias elementales y las sustancias compuestas, lo cual permitió a los autores establecer nombres diferentes para cada tipo de sustancias.
Las sustancias elementales se designaron con un nombre único, el cual podía tener varios orígenes, como de sus propiedades químicas, características físicas e incluso algunos procedían de la tradición alquímica y algunos otros de mitos y creencias, como el caso del arsénico y el cobalto.
Por otro lado, las sustancias compuestas fueron designadas con nombres binarios, es decir, formadas por dos palabras usando las raíces de las sustancias elementales para indicar su composición química, de este modo la sustancia que había sido conocida hasta ese momento como tártaro vitriolado, arcano duplicado o sal policresta de glaser, se denominó sulfato de potasa, así se eliminaron los múltiples sinónimos designados para una misma sustancia y se estableció un criterio único, nombrar a las sustancias compuestas a partir de sus composiciones químicas. Con el paso del tiempo, se llevaron a cabo diversas modificaciones a las ideas de Lavoisier, sin embargo, es importante resaltar su influencia en la terminología química de numerosas sustancias.
Así pues, el uso de raíces y vocablos, prefijos y sufijos, que indican la proporción relativa de las sustancias elementales en una sustancia compuesta, sigue siendo la base de una buena parte de la terminología de la química inorgánica.
En el siglo XIX el químico sueco Jöns Jacob von Berzelius, propuso una nueva notación para representar a las sustancias elementales, a partir de las iniciales del nombre en latín seguidas de otra presente en el nombre, en el caso de que dos sustancias elementales tuvieran la misma inicial; esta simbología constituye la base de la representación actual, y se sigue utilizando, ya que es muy sencilla y lógica.
