Ensayo Sobre la Justicia y la Concepción de la Misma
Para abordar el tema del presente ensayo sobre la justicia, se debe hablar sobre la concepción que los griegos tenían sobre esta, partiendo desde un enfoque moral hasta el enfoque de justicia que se ve en estos días, pero ¿Qué se considera justo? Pues bien, con los preceptos filosóficos y morales se deduce que la justicia es lo que el ser humano considera lo que está bien por medio de los actos, son estos los que les dan un peso moral a las consecuencias de los mismos; los actos, principal fuerza para la racionalidad del ser humano, son los que, partiendo de la experiencia, le dan una noción al ser sobre la división entre lo bueno y lo malo, sobre lo que, a consideración personal este entre estos dos fenómenos, es ahí en donde el mismo ser valora estos actos y los evalúa entre lo que es justo o no es justo.
Claro está, para hablar sobre justicia se debe abordar lo más básico de la ética; en este caso, hablar de los actos, la razón, el bien, las consecuencias y las costumbres; esto, basando un resultado a un entorno social, enfocando todo a una vida social positiva y a una sociedad enmarcada por un entorno ético y moral acorde, habrá que recordar la importancia de la costumbres y la sociedad sobre la definición final de la justicia y de como esta se aplica en el entorno, sin olvidar el desarrollo que esta ha tenido y como ha sido puesta en práctica.
El análisis de la justicia se debe empezar desde la concepción personal de la misma, el individuo percibe esta por medio de las costumbres, que son prediseñadas por el entorno con el que se relacionan. Así como todos los conceptos éticos, la justicia tiene preceptos que van desde lo micro hasta lo macro, teniendo en el ser la parte micro y en el estado la parte macro; así mismo, la concepción y crecimiento de esta, de este modo, se puede inducir que la justicia tiene concepciones diferentes ante estos entornos, además de posibles sesgos o errores a la hora de aplicarla.
De este modo, se parte desde la concepción por medio de los actos y sus efectos de la justicia, esto basado en el análisis personal que hacer el ser de esta ¿La justicia es igual para todos? Para responder esta pregunta, se tiene que hacer desde un aspecto racional personal, en donde el ser analiza y procesa por medio de los actos lo que es bueno para él y para su entorno, es decir, como un acto siendo bueno puede tener unas consecuencias justas para este; para que este análisis sea más claro, se toma como ejemplo un acto de la vida cotidiana tan simple como el transporte público y su uso, en el momento en que una persona no paga el mismo; este simple acto puede tomarse como justo por algunas personas e injusto por otras, pero a quien comete el acto le puede parecer justo por la manera en que se ve afectada su vida y la de su entorno social, pero, este mismo acto se puede tomar como injusto porque, se dice que el acto no le hace bien a un entorno macro, viéndose, en cierto modo, violentado por un mal acto y porque este está en contra de un aspecto moral o ético.
Es cierto que la justicia, desde el imperio romano, ha tenido un enfoque más político, dándole un valor de castigo a los actos que se consideran errores o que violentan una costumbre social o un entorno, esto, con el fin de darle un valor más estricto a lo que era la justicia, esto, quitando, de cierto modo, el valor racional y de evaluación directa del individuo o del ser en donde se daba una valuación con el acto, es así, como la justicia tomó un entorno más amplio e importante en la vida social de un macro entorno e incluso, de un micro entorno.
Ahora bien, la ética y la moral buscaban darle un modelo de comportamiento al ser, en donde este debía seguir unos parámetros en donde, por medio de los valores, debería ser de cierto modo un ejemplo para su entorno, además de basarse en las costumbres para seguir esos preceptos, en donde por medio de la costumbre se fijaba un modelo de comportamiento, tratando que dicho modelo fije en el ser un conocimiento previo de lo que está bien o mal, siendo estos últimos, preceptos de la justicia; pero por desgracia, todo esto depende del ser y una concepción individual de cada costumbre ya pre establecida, siendo este el que evalúe sus actos y sus costumbres.
En el momento en el que el ser evalúa los actos y las costumbres podrá saber en qué momento puede ser justo o injusto, pero ¿Por qué depende del ser y no del entorno social de este? Esto debido a que el ser hace una evaluación individual, es decir desde sus actos y el conocimiento que tiene de lo que es bueno o malo para él y tal vez para su entorno, teniendo en cuenta la individualización de un comportamiento y es, en este caso, es el ser quien por medio de dicha individualización irracional somete cada acto a su evaluación de lo bueno y lo malo, así esto sea evaluado diferente por una comunidad, se infiere que, dichos actos no deben ser tan alejados de lo ético y lo moral a pesar que estas dos, al igual que los actos, se tomen desde el individuo y no desde lo colectivo.
El individuo es parte fundamental de los preceptos éticos, siendo claro que también de la justica, porque gracias a este, se forman desde los actos hasta las costumbres, el mismo ser que moldea un entorno para él y para su comunidad, añadiendo que dicho entorno de comunidad es el que re edita los conceptos del ser y los aplica de manera mucho más amplia, todo se mezcla en un entorno en el que comparte vivencias o experiencias, el entorno ayudará entonces a crear un ambiente predilecto para revisar los planteamientos que se quieran dar en torno a las costumbres que sean obtenidas.
Esta evaluación hacia el individuo se da en un entorno de configuración necesaria, siendo configurado y editado por las vivencias o experiencias que se tienen dentro de su entorno, siendo, en cierta medida, sacado de lo que es inherente a este, cambiando lo que cree que es bueno o malo y dándole una perspectiva más sistematizada ante las costumbres o lo que este racionalmente ya ha establecido.
Habrá entonces que separar la justica moral y ética de la justicia, establecida por los romanos como medio de castigo de los actos, que estaban en contra de las costumbres de un entorno social ¿Por qué separarlas? Como ya se mencionó, lo primordial de la justicia es la evaluación que hace el ser de sus actos y, que la misma depende de un entorno en el que las costumbres juzguen dichos comportamientos, por el lado de la justicia establecida por los romanos, se habla de una justicia basada en los castigos, basada en unas normas, haciendo depender a esta justicia de preceptos establecidos por un tercero, añadiendo la evaluación que este hace de los actos desde una perspectiva individual y no desde las costumbres.
Profundizando en esta diferencia, se debe suponer que la justicia, como valor ético debería depender de un entorno, incluso, de las experiencias del mismo sin que otro ser lo pre-diseñe como una perspectiva general, es decir, basado en unas normas que, en ocasiones, no van de la mano en un entorno, esta justicia puede estar sesgada por la racionalidad de dicho ser, haciendo que la evaluación o castigo que se haga a un acto sea, por lo general, injusto; algo paradójico si se quiere hablar de lo que es justo para la racionalidad del ser y evaluándolo al contorno ético/moral.
Si bien la justicia hace que el individuo o ser la evalúe, como pasa a la hora de castigar un “mal” acto, esto no debería ser impedimento para que se aplicaran los preceptos morales y éticos en los cuales se fundamenta, por esta razón, se podría inferir que la justicia se toma desde unos conceptos generados desde el análisis general y no individual, pasando de lo justo a lo injusto de manera abrupta, muy diferente a como los griegos la aplicaban en su época.
La división entre lo que es justo o injusto se debería inferir desde las costumbres éticas y morales que se tiene en una comunidad, aplicando los conceptos básicos que ya se tienen y basados en unas costumbres claras, teniendo como base los principios éticos de los griegos, además, de una evaluación de las experiencias generadas por el crecimiento de una sociedad y el desarrollo de la misma, dejando a un lado ese sesgo individual ayudando a que las normas sean aplicadas de manera adecuada y reduciendo el error al aplicar mal dichas normas y esos preceptos de comportamiento establecido.
Ahora bien, esta justicia depende de unas normas sociales, normas que, se basan en las costumbres para establecerse como tal dentro del entorno social, tato se ha hablado de las costumbres ¿De dónde vienen? ¿Cómo se establecen las costumbres? Primero habrá que hablar de las costumbres, estas, son vivencias y experiencias del ser, repetidas por generaciones, de esta manera se establecieron en el entorno o contexto, pero estas, varían de acuerdo a la sociedad o la cultura del mismo, teniendo en cuenta de la variedad de la misma, es así como se crea una costumbre basados en los hechos culturales, por otro lado, el establecimiento de estas se da por la aceptación del conglomerado social y, como la mayoría de los casos, de las experiencias vividas y el aprendizaje adquirido.
Para concluir este ensayo de la justicia hay que decir que la justicia se puede tomar desde los dos aspectos conocidos y establecidos sin desconocer la importancia que debe tener evaluarla desde un aspecto más ético y moral, teniendo cuidado al interpretarla y tratar de aplicarla objetivamente en un contexto, sin una variedad de interpretaciones sino con interpretación adecuada, por otro lado, la justicia debería ser re dimensionada en el contexto actual, redefiniendo lo que está mal o bien en cuanto a los actos y dándole más peso al mismo.
La justicia, no debería ser tratada desde un ámbito de cultura, esto debido a los inconvenientes o tergiversación que se han dado a lo largo del tiempo, teniendo a la aparición de anti valores que se han convertido en malas costumbres de algunas sociedades, haciendo que la variación ético-moral se vea dañada por dichos anti valores, con esto, se da una aplicación errónea y, como se mencionó antes, la justicia no se da desde las causas de los actos que se generan sino desde las necesidades personales o intereses que se dan en el concepto de la interacción social.
Dicho esto, la justicia no debería ser configurada desde los intereses personales sino aplicada desde la consecuencia ética, respetando la racionalidad de la misma y la intención de ser un medio por el cual se le dé un significado real a las consecuencias de un mal acto, es necesario que se generen nuevos debates sobre la división y la forma de aplicación de la justicia en las diversas actividades que se generan en el entorno social.
Es entonces en donde se habré la posibilidad en la que, desde las clases de ética se den reflexiones en donde se hable sobre lo que es justo o injusto, en la creación o re direccionamiento de los pensamientos individuales y las necesidades para que así se configuren nuevas formas de ser justos en medio de un entorno profesional, depende, además, de los enfoques que se les dé a los profesionales y los ejemplos que estos tengan, el re direccionamiento entonces, se dará por la necesidad de aplicar la justicia de manera adecuada.
Es así como se da una separación entre la justicia considerada desde las costumbres y la justicia aplicada para respetar unas normas establecidas, estos debates ayudarán a que, las separaciones dadas por estas dos formas sean más claras y precisas para quienes deseen aplicarlas de manera acorde, haciendo que la justicia sea inherente al ser, y que este se aleje de la consideración que lo inherente sean los anti valores o malas costumbres que se aprenden en una interacción social.
La justicia, deberá entonces retomar sus inicios éticos para que así, sea aplicada como un bien desde el ser hasta el entorno social, buscando de esta manera mejorar, no solo las relaciones sino también las experiencias y vivencias que se vayan adquiriendo a futuro, es necesaria una re configuración del significado de justicia y pasar de lo teórico a lo práctico ayudando así a cambiar el modelo que se ha venido estableciendo con el desarrollo de las sociedades.
