La Sociedad y Clases Sociales de los Godos
En un inicio los godos estaban asentados en tribus o pequeñas aldeas precarias, de las cuales algunas de ellas eran meramente estacionales. Allí habitaban con sus familias, dedicadas mayoritariamente a la agricultura y a la ganadería como método de subsistencia.
Dentro de la sociedad goda se pueden distinguir cuatro clases sociales: Los nobles, los hombres libres, los laeti o semilibres y por último los esclavos, todos ellos estaban liderados por la figura de un rey.
A pesar de que la organización política y social de los godos no era muy avanzada, sí que destacaban por estar orientados hacia la guerra. Según Tácito los reyes eran elegidos en la thing por los nobles, los cuales estarían destinados a encabezar los combates. Sin embargo, los reyes no tenían poder ejecutivo, que quedaba reservado a la asamblea de hombres libres donde se votaba mediante la agitación de sus frámeas, que eran astas con un hierro en la punta.
El godo normal vivía de la tierra, cultivándola junto con su familia más cercana. Únicamente en tiempos de guerra se tomaban las armas, lo que era derecho y deber de todo godo adulto. Por ello todos los habitantes mayores de edad varones jercian la función de ser campesino-guerreros y estaban orgullosos de poder serlo.
En un principio, dicha sociedad debido a su vida en constante movimiento sin un lugar al que aferrarse tiene muy en cuenta el culto a los antepasados, siendo de gran importancia la realización de banquetes. Dichos banquetes formaban parte de las relaciones sociales y políticas de los godos, en ellos se votaba y se declaraba la guerra o la paz contra o a favor de distintos pueblos, se resuelven las disputas entre los miembros de la sociedad, formando así una especie de consenso multitudinario entre todos.
Pero una vez asentados en territorio romano sus costumbres y tradiciones cambian, ya que pasan a ser una sociedad agrícola, desprendiéndose en menor medida de la ganadería. De esta manera surge una sociedad en la cual hay división de trabajos y un ejército profesional dedicados exclusivamente a dicha preparación. Ya no es necesario que todos los hombres sean guerreros.
Una vez establecidos en la provincia romana de Dacia , el pueblo godo sufre un gran cambio en su estructura social y económica, ya que en un principio consistían en un pueblo seminómada regido por unos caudillos militares que gobernaban a hombres libres los cuales se dedicaban a distintas labores teniendo en común que eran todos fieros guerreros.
Por otra parte, gracias principalmente al comercio con el Imperio romano, empiezan a surgir una pequeña aristocracia la cual obtiene grandes sumas de dinero. El cambio de pasar de ser una sociedad rural y seminómada a ser un pueblo sedentario basado en la agricultura y el comercio permite aumentar las aspiraciones militares de los godos ya que aumenta su visión de futuro, de ganar mejores y grandes tierras.
Compartir las fronteras con el Imperio hizo que los godos se beneficiasen directamente con el comercio y con la cultura, de esta manera avanzaron e imitaron técnicas romanas de forma muy rápida. Debido a esta rápida integración los godos pudieron aprender con gran sencillez muchas de las innovaciones tecnológicas de carácter agrario y militar de los romanos. Pero todos estos avances, sumado al nuevo comercio establecido en la zona más la creciente influencia y poder de este pueblo godo supuso que los romanos los empezasen a valorar como un posible futuro inconveniente ya que eran el pueblo bárbaro más poderoso de Europa en ese momento.
Como consecuencia del creciente desarrollo económico y la creciente mejora militar el emperador Aureliano se aseguró de evitar conflictos directos con los godos, por lo que en el año 270 reconoció al pueblo godo que estaban asentados en Dacia. Debido a este reconocimiento, los romanos considerarían a los godos como un pueblo amigo de Roma. Esta característica de pueblo guerrero hizo que el Imperio romano les considerase valiosos para su propio beneficio además de una amenaza a tener en cuenta. Sin embargo, el Imperio contaba con tantas fronteras que le era imposible defenderlas todas por ellos mismos por lo que usaron a muchos pueblos barbaros para dichas defensas. La contraparte es que según iban haciendo pacto con dichos pueblos por defender sus fronteras, se acostumbrarían a tenerles como escudo y el ejercito romano perdería fuerza y efectividad.