Ética y Responsabilidad Social en La Profesión de Las Relaciones Públicas
Introducción
Al referirnos a dos temas diferentes, para poder referirnos aquellos es primordial primero, saber lo suficiente para poder tener una base sustentable en el cual puedan ser mencionados los dos temas los cuales veremos en nuestro trabajo de estudio de carácter investigativo.
Suponer que estamos en los zapatos de un profesional de las relaciones públicas, podemos decir a diario estos profesionales se enfrenta con el reto de manejar información de alianzas estratégicas y realizar negociaciones en beneficio tanto de sus clientes como también de ellos.
A pesar de esto, en muchas ocasiones estas personas se enfrentan con dilemas éticos de los cuales es más que obligatorio reflexionar acerca d cual es el peso de los intereses de los clientes y hasta donde se encuentras esos límites morales que tanto ellos como los otros deben de obedecer.
La ética se define como el conjunto de normas morales, de las cuales son las que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. En lo que respecta a las relaciones publicas, el día a día se encuentran con muchos profesionales que al respecto saben lo que significa, pero al diferencia se encuentra a la hora de que en la práctica olvidan lo más importante lo cual es aplicarla o simplemente la moral de aquellos que no saben lo que en verdad significa tan poderoso valor, tienen su moral muy flexible.
Estos expertos en comunicación tienen la oportunidad de otorgar todas las facilidades para que sus mismos compañeros o clientes emitan su mensaje hacia el mundo, lo cual se hace con el propósito de que con medios y con los mismos clientes la vida acompañada con ese mensaje sea efectiva y exitosa.
Muchas veces, sin embargo, uno se hace estas preguntas: ¿Qué ocurriría si se carece de ética y se inclina por el camino de dar información falsa, dolosa o inapropiada que solo obedece a sus intereses sin temor a pisotear los de otros a los cuales va dirigido?
Cuando muchas personas, en este caso profesionales se enfrentan a un caso de esta índole, en el que muchas de las conductas de los respectivos clientes llegan a ser dudosas para ellos y el caso comienza a trastocar la moral de uno. Es por esto, más que necesario hacer un profundo autoanálisis y preguntarse si, en el momento de elegir o aceptar con qué tipo de personas se trabajará, tendrán la pericia de conocer sus antecedentes y sus posibles intereses oscuros.
Un error muy común de muchos profesionales en el campo de las Relaciones Publicas, es el de no analizar a sus clientes antes de ofrecerles sus respectivos servicios o de ser el caso, de darles el “Si”. Esto, ya sea con el propósito de enriquecerse a sí mismos o porque también creerían que toda la empresa o en otros casos instituciones merece ser escuchada, en numerosos casos, estos mismos se dan la tarea de no darse la tarea personal de evaluar si la empresa con la cual están tratando tiene convicciones de responsabilidad para con la sociedad o por lo contrario, su ética es más que relajada. En estos tipos de casos, si bien podrían hacer una excelente labor de blanqueamiento de imagen y también de conciencias, pero por otro lado de la moneada, estarían ensuciando la de ellos mismo al pretender que todas las malas acciones tienen solución.
Es por esto, que es más que importante que los profesionales, no solo que pertenezcan a este campo de los negocios, sino que en general, cada uno de ellos, tanto por el bien de ellos como de los demás, deberían de tener un equilibrio tanto en la parte profesional, como también en la parte personal, ya que la ética en todos los sentidos tiene una gran importancia, en engrandecer nuestra imagen y enaltecer nuestro honor.
Desarrollo
La Ética, dentro de la aplicación directa hacia el derecho tiene como un objeto de estudio y aplicación muy específica, pues aclarando que, ante la ética, se comprende como un conjunto de normas establecidas, preferible visto hacia u n punto de vista organizacional para que, de esta manera dentro de sus parámetros ya establecidos, exista un orden equilibrado.
La relación entre ética y derecho constituye un antiguo y animado tema de filósofos y juristas; pero también de políticos y educadores. Se trata de un asunto constante y relevante, que contribuye a desentrañar el sentido histórico y actual de un sistema jurídico, y suele concurrir en su desarrollo. A menudo, la reforma del derecho corresponde a una modificación en las convicciones éticas y prevalecientes; entonces el proceso legislativo sirve como cauce o así se entiende y se dice a un progreso moral: sea que lo recoja, sea que lo propicie. En otra oportunidad me he ocupado en el estudio de las fuentes más notables de la reforma jurídica, esto es, las razones verdaderas o supuestas, evidentes o subterráneas de que haya cambios en el derecho.
Primero, la evolución de la vida en sociedad, que acarrea el desarrollo de las instituciones jurídicas, una forma de vida codificada. En segundo término, la crisis, esto es, la insuficiencia, impertinencia o inconsecuencia de la norma en su labor característica: conducción de las relaciones sociales y solución de los conflictos; administradora, pues, de la paz y de l contienda. Por último, la innovación técnica, la ilusión reformadora, la imitación lógica o extra lógica.
El movimiento en las convicciones éticas puede poner en marcha esas fuentes productoras de reforma, sobre todo la primera y la segunda; una profunda crisis moral puede exigir una profunda reforma jurídica. Verdaderamente no parece posible a estas alturas confundir la norma jurídica con el mandamiento moral, pero tampoco lo parece abismar la distancia entre una y otra, como si no hubiese entre ambas punto alguno de conexión o simpatía, sea en su raíz, sea en su contenido, sea en su propósito final.
Tal vez así podamos practicar un deslinde sin insistir en una ruptura; hay notables diferencias, es cierto, pero también existen coincidencias profundas, que no pueden escapar a la reflexión ética y al análisis y a la crítica jurídicos. En ocasiones el derecho ha proclamado sus compromisos con la ética: sea en el discurso del legislador o el aplicador, sea en las palabras de la ley. Ese compromiso debe ser visto con rigor: puede beneficiar al ser humano, o causarle daño. La sociedad entre ética y derecho ha engendrado libertad, pero también ha querido “justificar”, digamos, tiranía. Por eso no es posible olvidar de qué ética se habla y a qué derecho se obedece.
La “moral popular” o el “sano sentimiento del pueblo” condujeron al abismo. Al considerar como idénticos el derecho y la moral señala Bodenheimer, aquél pierde su precisión, su racionalidad y su estabilidad, es decir, sus características más esenciales. Todo capaz de realizar una idea moral, se somete y da paso al ejercicio arbitrario de un poder autocrático por parte de los gobernantes de la sociedad totalitaria. Cuando aludimos al Estado de derecho a secas, y lo proponemos como un mero agente de seguridad por la definición formal de las atribuciones de la autoridad y la precisión de los derechos de los ciudadanos, no exhibimos más que una cara de la Luna; la otra queda en la sombra y debiera salir a la luz. De ahí la preferencia por un Estado de derecho justo; un orden calificado, aunque sea particularmente difícil e invariablemente polémico establecer en qué consiste esa “justicia”; aquí aparece nuevamente la extraordinaria complejidad de una fórmula aparentemente sencilla: suum quique tribuere.
La ética también cumple un papel en la práctica del derecho, que es el talón de Aquiles del sistema jurídico. La protección del orden que pretenden las normas jurídicas, la firmeza del Estado de derecho, la propagación de la seguridad y la justicia, quedan finalmente en las manos de los sujetos del derecho: si hay disposición que ordene a los órganos del Estado cumplir las atribuciones que conducirán a generalizar esa práctica, no las hay, en cambio, que dispongan lo mismo salvo por excepción en el caso de los individuos, titulares del derecho. Generalmente pero no invariablemente el titular de un derecho puede disponer de su bien: retenerlo o perderlo.
Características
Entre este mismo término se caracterizan por la disciplina, la cual establece una relación de comunicación y cooperación mutua entre una organización entre una organización y su público mismo. Gracias a todas las acciones de las cuales se engloba esta área profesional, una compañía se propone a transmitir una imagen clara, ya sea también transparente y de confianza con su público externo, los cuales están entre los clientes, proveedores, medios de comunicación e internos en la cual, cada una de las personas que forman parte de la empresa. Es un proceso que analiza la gestión comercial de las empresas con el objetivo de captar, retener y fidelizar a los clientes a través de la satisfacción de sus necesidades. Por ello, es tan importante el área de las Relaciones Públicas, nexo de unión entre empresa, clientes y trabajadores (Fernández, 2014).
Las relaciones públicas no se basan en un acto aislado sino que se trata de un proceso, de un conjunto de acciones encaminadas a obtener un resultado. Las principales herramientas que se utilizan para este proceso son la investigación y las técnicas de comunicación, que permiten a la empresa anticiparse a la opinión pública (Fernández, 2014).
Esto habiendo sido establecido ya que conociendo lo que ocupa una empresa en todo sentido. Teniendo también consigo un tipo de comunicación muy particular, siendo así La Comunicación Interna en la cual los trabajadores con el corazón de la empresa pueden con esto ofrecer un servicio eficiente en el cual interiorizan la cultura empresarial y estarán motivados con su papel y su situación en la organización.
Siendo la empresa una gran organización que se caracteriza en tener:
- Clientes reales
- Clientes potenciales
- Administración publica
- Medios de comunicación
- Asociaciones del sector
- Trabajadores
- Proveedores
- Accionistas
- Sindicatos
Aspectos Fundamentales
Existen organizaciones, empresas y sobre todo personas públicas cuyas dudosas acciones del pasado no les favorecerán para tener la mejor percepción de la gente y cuando esto ocurre, acuden en busca de los servicios de las Relaciones Publicas con el fin de modificar la opinión negativa de la cual existe de ellos.
Por supuesto que cada caso es diferente, pero al respecto se puede dar a mención que la manera ética de ayudar a un caso similar es el de incitarlos a promover acciones de responsabilidad social. Esto no se ha establecido con el fin de opacar su oscuro pasado y de tratar de olvidar lo malo que se ha hecho en diversos casos, sino que de manera inteligente empujar a los que pudiese hacer de la sociedad con el fin de encontrar un justo equilibrio, siempre y cuando estas mismas acciones las lleve a cabo con una plena convicción de que lo que es primero, es ayudar y después buscar una segunda oportunidad para con la opinión pública.
La necesidad de contar con los lineamientos que establezcan en las relaciones públicas para que muestren sus aspectos fundamentales, siendo de esta manera los siguientes criterios, los cuales deben de adoptar los miembros que ejercen las relaciones publicas alrededor del mundo:
- Aplicación de los principios de la carta de las naciones unidas y la declaración universal de los derechos humanos.
- Actuar con honestidad e integridad en todo momento con el fin de obtener y conservar la confianza de aquellos con los que el profesional se relacione.
- Buscar en el establecimiento de las condiciones morales, psicológicas e intelectuales para el dialogo, y reconocer los derechos de todas las partes interesadas en exponer su caso y expresar sus puntos de vista.
- Ser abiertos y transparentes en explicitar su nombre, la organización y los intereses que se representan.
- Evitar cualquier conflicto de interés profesional y de dar a conocer este tipo de problemas a las partes afectadas cuando estas se produzcan.
- Hacer honor a la información confidencial que se le proporcione en su actuación profesional.
- No divulgar intencionalmente información falsa o engañosa y tomar las medidas adecuadas para evitar hacerlo accidentalmente y corregir cualquier acto con prontitud y resolución.
- Tomar todas las medidas razonables para garantizar la veracidad y exactitud de toda la información que proporcione.
- Nunca obtener información por medios engañosos o deshonestos.
- No crear o utilizar cualquier organización para servir a una causa determinada, pero que en realidad sirve a un interés no revelado.
- No vender con fines de lucro documentos obtenidos de todo tipo de organizaciones, sean públicas o privadas.
- Con respecto a los servicios devengados por los honorarios profesionales, no se aceptará ninguna forma de pago que no sea el sujeto promotor de la actividad en concreto.
- Ni directa, ni indirectamente, ofrecerá ni dará ningún incentivo de tipo economico o de otro tipo a los representantes públicos o a los medios de comunicación.
- No propondrá ni realizara ninguna acción que pueda tipificarse como una influencia indebida ante los representantes públicos o a los medios de comunicación.
- No dañar intencionalmente la reputación profesional de otro profesional.
- No tratara de conseguir un cliente asistido por otro profesional por medios engañosos.
- Cuando se realice la contratación de personal que también preste sus servicios en la administración pública o con sus competidores, deberá tener en cuenta normativa y las especificaciones de confidencialidad de las susodichas organizaciones.
La Ética
Lo que es legal no siempre es ético y lo que es ético no siempre es legal. La discusión sobre el papel que juega la ética dentro de la profesión de las Relaciones Públicas, es un tema que se ha discutido y continúa discutiéndose. Se debe tener en cuenta que las leyes, muy pocas veces abarcan la cantidad de situaciones que se les presenta a los profesionales de las Relaciones Públicas. También se debe tener en cuenta la orientación filosófica de la persona que ejerce la profesión, la cual determinará su acción (Sortini, 2015).
La práctica de la profesión corre con un gran estigma que es ser muchas veces malinterpretada por tantas personas, algunas de estas incluidas en aquellas para los que se desarrollan en sus actividades de los profesionales en las relaciones públicas. Por esto, deben de aceptar un elevado estándar de ética profesional y no partir de la idea de que la ética es una elección personal exacta, sin relevancia, o sin una metodología particular para resolver complejidades éticas. Es un campo de interés para las relaciones publicas por cuatro principales razones, las cuales en primer lugar, los profesionales de las relaciones publicas sabrán perfectamente que entre algunas personas, la profesión tiene fama de comportamientos un tanto no éticos. En segundo lugar, las relaciones publicas muchas veces son fuente de pronunciamiento éticos de una organización y además de esto, constituyen el acervo de las políticas éticas y sociales de esa organización. La ética hace referencia al sistema de valores por el que una persona determina qué es lo que está bien, y qué está mal, qué es justo o injusto, la dicotomía entre el bien y el mal, la injusticia y la justicia, la honradez y la falta de honradez. La pluralidad humana hace al hombre único y distinto entre iguales y esto se ve reflejado en la actuación profesional, mediante el comportamiento moral de los relacionistas públicos, en circunstancias específicas. La conducta de un individuo no sólo se mide en función de su conciencia, sino también en función de algunas normas de aceptabilidad que se ha definido desde el punto de vista social, profesional o de una organización (Sortini, 2015).
Características
Como profesionales en el sentido de la ética profesional, también relacionando en esta parte con las relaciones públicas, ven mucho su rol como de consejero, una que se ven más orientados a las ordenes en sentido de las responsabilidades de tipo sociales a las cuales siendo obligaciones como del cliente /empleador. Se dice que el profesionalismo requiere autonomía, pero la autonomía deriva la expectativa de objetividad. Esto representa un problema para las Relaciones Públicas porque no todos los relacionistas públicos tienen el rol de consejeros, muchos tienen el rol de apoyo y mediación. Estos dos diferentes roles resultan en la necesidad de diferentes guías de ética que cubran el grado de responsabilidad u obligación cliente/empleador, nivel de objetividad y grado de autonomía (Sortini, 2015).
En esta parte, de manera similar se conectarían las preocupaciones sobre lo que es la ética con el desarrollo de la profesión, siendo esta también la función de la cual es muy acompañada de las relaciones públicas, las cuales han buscado el satisfacer sus aspiraciones ejercitando una fuerza moral y ética, tanto así como una habilidad técnica y de esta misma se desarrolla una identidad y una disciplina profesional propia. A pesar de que tanto el papel de consejero como el de apoyo y mediación debe llevarse a cabo dentro de los límites de la verdad, buen gusto y legales, el consejero debe también practicar dentro de los límites morales de y con consideración ética hacia todos los públicos involucrados. Es por esto que su propósito se convierte, de mayor manera, en un factor sobre el cual debe decidir el consejero. Es el movimiento hacia el profesionalismo del campo de las relaciones públicas que ha llevado a la preocupación sobre los principios de la ética (Sortini, 2015).
Conclusiones
Uno de los principales beneficios de la toma de decisiones éticas y de responsabilidad social por parte de los publirrelacionistas es una mayor credibilidad y más oportunidades de participar en las decisiones de políticas corporativas. Se llevó a cabo un estudio para probar la hipótesis que existe una ‘relación positiva entre las recomendaciones de responsabilidad social de los profesionales y su participación en las decisiones de políticas corporativas.’ Se preguntó a un centenar de miembros listados en el ‘Registro de Relaciones Públicas’ si estaban conscientes de situaciones donde las relaciones públicas hayan recomendado cambios en lo que hacía la organización o de propuestas para satisfacer la responsabilidad social de la empresa con la sociedad. También se preguntó si era más importante la responsabilidad cliente/empleador o la responsabilidad hacia la sociedad. Se hicieron otra serie de preguntas enfocadas hacia la credibilidad de las relaciones públicas en relación con otro tipo de profesiones, así como la posibilidad de cómo se podría mejorar la credibilidad. A través del estudio se encontró una relación estadística significativa entre recomendaciones de actividades de responsabilidad social y en una mayor participación en la toma de decisiones de políticas corporativa. Los resultados concluyen que el sentirse más responsable hacia la sociedad y el tener una menor motivación por premios financieros que marquen el desarrollo de una profesión. Esta mayor participación en decisiones de políticas corporativas también ilustra una fuerte credibilidad de la gerencia hacia las relaciones públicas. El valor del estudio fue mostrar que el preocuparse por acciones de responsabilidad social por parte de los profesionales de las relaciones públicas define al concepto como una profesión donde se estrechan las relaciones en la toma de decisiones corporativas y mejoran la credibilidad hacia la profesión.
Bibliografía
- Fernández, P. (17 de Agosto de 2014). InboundCycle. Obtenido de Relaciones Publicas: https://www.inboundcycle.com/blog-de-inbound-marketing/tienes-claro-para-que-sirven-las-relaciones-p%C3%BAblicas
- Martini, N. (2017). RRPP. Obtenido de DEFINIENDO LAS RELACIONES PÚBLICAS: http://www.rrppnet.com.ar/defrrpp.htm
- Mi Espacio. (2008). Obtenido de La etica en las relaciones publicas: https://www.infosol.com.mx/espacio/Articulos/Desde_la_Investigacion/Las-RRPP-y-la-Etica.html#.W-JBdHtKjIV
- Sortini, G. (2015). La ética en las Relaciones Públicas. Obtenido de La ética en las Relaciones Públicas: https://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id_libro=166&id_articulo=6174