Evaluación de Riesgos Biológicos en los Laboratorios Clínicos en la Universidad
Resumen
Las personas que trabajan en laboratorios clínicos están en permanente riesgo de sufrir accidentes laborales por la exposición a material biológico. Estos accidentes pueden causar enfermedades graves como hepatitis B, hepatitis C o infección por VIH, entre otras enfermedades de contacto físico y / o aéreo. Con base a esta premisa este artículo se propuso como objetivo evaluar el riesgo biológico en los laboratorios clínicos de la universidad estatal del sur de Manabí. Para ello se fundamentó en las teorías propuestas por el método BIOGAVAL. La metodologia fue de tipo observacional – descriptiva con un componente exploratorio que lo constituyeron los usuarios del laboratorio clínico de la Universidad a través de la informacion aportadas posterior a la aplicación del instrumento tipo cuestionario. Los resultados, se interpretaron a través de la hermenéutica considerando lo propuesto por el método, entre estos se pudo constatar que existe vulnerabilidad de contagio hacia los agentes biológicos que poseen como vía de contaminación la aérea, pues son expansivas y de fácil contacto para alojarse y producir la enfermedad, permitiendo concluir que los mayores factores de riesgos se encontraron el micobacterium tuberculosis, el virus de las hepatitis C y D y el virus de la gripe.
Introducción
El manual BIOGAVAL, explica Fernández (2001), aporta un método sencillo y fiable para realizar evaluaciones de riesgos biológicos en actividades donde no se manipulan deliberadamente agentes biológicos, pero en la que los trabajadores se hallan expuestos a los riesgos que se derivan de la presencia de microorganismos, aspecto que limita la aplicación práctica de la guía del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT).
Cabe señalar, que este método se propone facilitar la prevención de los riesgos biológicos, asi como orientar la priorización de las medidas preventivas y de control, todo ello con una inversión de tiempo y dinero relativamente pequeña, especialmente cuando se tiene una cierta práctica en su manejo. Con base a esta posición se plantea como objetivo del estudio evaluar el riesgo biológico en los laboratorios clínicos de la universidad estatal del sur de Manabí
Desarrollo
El método BIOGAVAL (2013), es un instrumento útil y práctico, que requiere una inversión de tiempo y dinero relativamente baja, especialmente cuando se tiene práctica en su manejo, en las que no se manipulan deliberadamente agentes biológicos pero existe riesgo de exposición y que contempla el método, tal como el trabajo de los laboratorios clínicos, caso que nos ocupa en el estudio, el mismo consta de los siguientes pasos:
Determinación de puestos a evaluar: puesto de trabajo no equivale forzosamente a categoría profesional, define como las personas realizan tareas homogéneas en un entorno de trabajo común y por tanto presentan una homogeneidad respecto a los riesgos existentes, al grado de exposición y sus graves resultados de un posible daño. En el caso de colectivos móviles como celadores y limpieza se considera la situación más desfavorable (el área de trabajo que presente peores medidas higiénicas). No se consideran en esta evaluación los trabajadores (telefonistas, administrativos…) en que su tarea en el hospital no supone un riesgo adicional de infección con respecto al que tiene el resto de la población. Tampoco se ha considerado el personal de cocina, porque en este caso su riesgo biológico está relacionado con la manipulación de alimentos y requiere una evaluación aparte.
Identificación del agente microbiológico: para este objetivo no es útil la realización de muestreos rutinarios; no hay valores límite establecidos (Luna, 2008) y además está desaconsejada por las sociedades científicas de Medicina Preventiva. (Borras, 2003). La identificación se realiza a partir del estudio de los procedimientos de trabajo y de datos epidemiológicos de la población valenciana para identificar aquellas enfermedades que tienen una mayor incidencia (o prevalencia según los casos), puesto que la entrada de los agentes biológicos en el hospital es por medio de los pacientes. No se toman en consideración los agentes microbiológicos del grupo I. Igualmente se excluyen los microorganismos para los cuales el trabajo en un hospital no suponga un riesgo adicional de infección con respecto del que tiene el resto de la población, por ejemplo: brucelosis, rabia, tétanos, enfermedades cuya vía de transmisión principal es la sexual.
Cuantificación de la magnitud del riesgo: para ello se considera el daño a la salud que puede causar el microbio (desde unos días de baja laboral, curación con consecuencias permanentes, hasta la muerte del paciente), vías de transmisión (una o varias, privando la vía aérea), ocurrencia de la enfermedad en la población el año anterior, existencia o no de vacuna eficaz y porcentaje de personal expuesto vacunado, frecuencia de las tareas de riesgo y medidas higiénicas aplicadas en esa área o sección según check-list del propio método. El daño producido y la vía de transmisión se verán minimizados por las medidas higiénicas.
Fórmula de cálculo del riesgo: R = (D’ * V) + T’ + I + F siendo: R = nivel de riesgo D’ = daño – medidas higiénicas T’ = vía de transmisión – medidas higiénicas I = tasa de incidencia F = frecuencia de realización de tareas de riesgo.
El documento incluye también cuatro Anexos: El anexo I, lista orientativa de agentes biológicos que pueden causar enfermedades se presentan asociados a sectores industriales y dentro de éstos, se detallan los microorganismos de riesgo en ramas industriales específicas y la enfermedad que producen. En el anexo II, el listado de vacunas disponibles y en el anexo III, el listado de microorganismos centinela para cada actividad laboral. Los microorganismos centinelas son aquellos presentes habitualmente en la actividad a evaluar y representativos del daño más frecuente capaz de originar. Finalmente en el anexo IV se desarrollan ejemplos prácticos de aplicación del método.
Agentes biológicos
Se tiene la concepción de que los agentes causales de las enfermedades contagiosas son de la cadena epidemiológica, pero en este trabajo se habla del mismo agente pero en el contexto epidemiológico de un laboratorio clínico, entendiendo que la naturaleza del agente biológico es la misma en cualquier contexto. Pueden ser virus, bacterias, hongos, parásitos y priones. Además, explica Cortés (2011), que la Organización Mundial de la Salud, en su Manual de Bioseguridad en el Laboratorio, los clasifica en cuatro grupos:
- Grupo de Riesgo 1: Microorganismos que tienen pocas probabilidades de producir enfermedades en humanos y animales. Por tanto, el riesgo individual y poblacional es escaso o inexistente.
- Grupo de Riesgo 2: Microorganismos que pueden provocar enfermedades humanas o animales. Tienen pocas probabilidades de entrañar un riesgo grave para el personal de laboratorio, la población, el ganado o el medio ambiente. La exposición en el laboratorio puede provocar una infección grave, y su minimización viene dada al prevenir y utilizar medidas terapéuticas eficaces.
- Grupo de Riesgo 3: Microorganismos que suelen provocar enfermedades humanas o animales graves, pero que ordinariamente no se propagan de un individuo a otro. Existen medidas preventivas y terapéuticas eficaces. Por tanto cuentan con riesgo individual elevado y riesgo poblacional bajo.
- Grupo de Riesgo 4: Microorganismos que suelen provocar enfermedades graves en el ser humano o los animales y que se transmiten fácilmente de un individuo a otro, directa o indirectamente. Normalmente no existen medidas preventivas y terapéuticas eficaces. Por tanto, el riesgo individual y poblacional es elevado.
Vías de entrada de los agentes biológicos
Las principales vías de acceso a nuestro organismo, indican Argimon y col (2009), por parte de los agentes biológicos, son las siguientes:
- Vías respiratorias: Es la principal vía de acceso, ya que podemos respirar los microorganismos en forma de aerosoles. También es un método de transmisión a tener en cuenta entre el personal del laboratorio a través de la tos o los estornudos . Otro mecanismo mediante esta vía es un mal hábito del laboratorio, como el de oler las placas de cultivo para identificar microorganismos.
- Vía digestiva: Si el contagio se produce mediante esta vía de acceso, es debido al uso de malas prácticas de laboratorio. Pipetear con la boca, comer o beber en el laboratorio, o llevarse instrumentos del laboratorio a la boca.
- Vía parenteral: Se produce a través de pinchazos o cortes con utensilios que han estado en contacto con material biológico.
- Vía dérmica: Se produce a través de la piel. Si entra en contacto con agentes biológicos, éstos pueden adherirse a la piel y colonizarla. También pueden aprovechar cortes, arañazos o heridas previas para adentrarse en nuestro organismo. Si la piel ha sido colonizada y se produce una herida, el agente biológico puede acceder al organismo.
- Vía mucosa: El agente biológico accede al organismo a través de sus mucosas.
Utilidad de los grupos de riesgo
Una de las herramientas más útiles de que se dispone para llevar a cabo una evaluación del riesgo microbiológico, es la asignación de los agentes microbiológicos a uno de los grupos de riesgo. Sin embargo, la mera consulta del grupo de riesgo al que pertenece cierto agente no basta para realizar una evaluación del riesgo. Otros factores que se explican en el manual de BIOGAVAL (2013), el cual hay que tener en cuenta, según proceda, son los siguientes:
- La patogenicidad del agente y la dosis infectiva.
- El resultado potencial de la exposición.
- La vía natural de infección.
- Otras vías de infección, derivadas de manipulaciones en el laboratorio (parenteral, aéreo, por ingestión).
- La estabilidad del agente en el ambiente.
- La concentración del agente y el volumen del material concentrado que va a manipularse.
- La presencia de un huésped apropiado (personas o animales).
- La información disponible procedente de estudios en animales y de notificaciones de infecciones adquiridas en el laboratorio o de informes clínicos.
- La actividad prevista en el laboratorio (tratamiento con ultrasonidos, producción de aerosoles, centrifugación, entre otras).
- Toda manipulación genética del microorganismo que pueda ampliar su gama de huéspedes o su sensibilidad a los regímenes terapéuticos eficaces conocidos.
- Disponibilidad local de intervenciones profilácticas o terapéuticas eficaces.
Niveles de bioseguridad del laboratorio
Según la información obtenida durante la evaluación de los riesgos biológicos en el laboratorio, se podrá asignar un nivel de bioseguridad al trabajo previsto. En función del nivel de bioseguridad asignado, se deberá seleccionar el equipo de protección apropiado para el personal y elaborar procedimientos normalizados de trabajo que incorporen otras intervenciones de seguridad en la realización del trabajo. (Aguilar y col, 2015).
Metodologia
La metodologia fue de tipo observacional descriptivo con un componente exploratorio que incluye la aplicación de un instrumento tipo cuestionario. Para Hernández y col (2014), la investigación descriptiva permite describir situaciones y fenómenos tal como se presentan en su contexto de estudio. El método utilizado para analizar la informacion fue el BIOGAVAL. La población la constituyen los usuarios del laboratorio Clínicos de la Universidad, en las diferentes tareas que se llevan a cabo allí. La hermenéutica fue utilizada para dar las interpretaciones a cada uno de los resultados e informacion obtenida.
Resultados
Para la identificación de los agentes microbiológicos, presentes en los laboratorios clínicos de la Universidad Estatal del sur de Manabí, están basados en los listados de enfermedades de declaración obligatoria y en los agentes biológicos que pueden estar presentes con mayor frecuencia en este medio de trabajo clínico, entre las que se pudo evidenciar con mayores factores de riesgos los siguientes:
- El Micobacterium tuberculosis, por tener una vía de transmisión aérea
- El virus de las hepatitis C y D por su alta gravedad de daño
- El virus de la gripe dado el alto grado de presencia en la población usuaria de los laboratorios.
- Se puede advertir, que entre las causas de la frecuencia de las patologías de la tuberculosis, hepatitis y gripe es la inexistencia de vacunas eficientes para cada caso.
- Se constató mayor riesgo durante el uso de materiales punzantes y cortantes, al determinarse que en una gran parte de los usuarios había desconocimiento de las prevenciones que se han de tomar durante su uso y manejo, y en otros casos aun conociéndolas no las consideran.
- Existe vulnerabilidad de contagio hacia los agentes biológicos que poseen como vía de contaminación la aérea, pues son expansivas y de fácil contacto para alojarse y producir la enfermedad.
- Es necesario, que los usuarios del laboratorio clínico utilicen como medidas de prevención gafas y guantes. Tambien se debe resaltar de forma visible las recomendaciones a seguir en el laboratorio para disminuir los riesgos biológicos.
- Se pudo constatar, que aún existen usuarios que no conocen los procedimientos de gestión de los residuos, ni el nivel de peligrosidad de los mismos durante su uso, manejo y desecho.
- Los usuarios de los laboratorios clínicos, dada la alta movilidad de los mismos están sometidos a un riesgo tal, que no puede considerarse ligado a las condiciones de seguridad de una única área y donde las actividades realizadas no varían sustancialmente de una sección a otra, puede considerarse que tampoco variará la frecuencia de exposición a los distintos agentes biológicos. Por el contrario, la probabilidad determinada por la valoración de las medidas higiénicas, sí que variará ligeramente dependiendo del área donde se encuentre el usuario, para lo cual se tomó la probabilidad más elevada, es decir se consideró la situación más desfavorable.
Conclusiones
El uso del método BIOGAVAL, permitió evaluar los riesgos biológicos en los laboratorios clínicos de la universidad estatal del sur de Manabí. Durante su aplicación, se constató que la mayor frecuencia del riesgos se presentan para los virus del Micobacterium tuberculosis, de la hepatitis C y D y de la gripe.
El inadecuado uso de los materiales punzantes y cortantes, se indicaron con los de mayor riesgo dado, en la mayoría de los casos, por el desconocimiento o alteración de las normas a seguir para su manejo y uso.
Se indican poco uso de los guantes, gafas y otros instrumentales de prevención durante las jornadas de trabajo en el laboratorio clínico, generando un aumento en los riesgos en las tareas propias y prácticas en los laboratorios de la universidad.
Referencias Bibliográficas
- Aguilar. E; Campo, R ; Morchón, V y Martínez, M.(2015). Diferencias de protección frente al riesgo biológico laboral en función del tamaño de la empresa. Revista de Salud Pública, 2015, vol.17, no.2, p.1-1.
- Argimon J y Jiménez J (2009). Métodos de investigación clínica y epidemiológica. 3ra ed. España: Elsevier España, S.L.; 2009. 393 p.
- BIOGAVAL (2013). Manual práctico de riesgo biológico en actividades laborales diversas. Editado por el INVASSAT, Institut Valencia de Seguritat i Salut en el Treball, de la Conselleria d’Ocupació.
- Borras Moliner MG (2003). Recomendaciones para el control de la infección nosocomial. Generalitat Valenciana. Conselleria de Sanitat.
- Cortés, José (2011). Técnicas de Prevención de Riesgos Laborales, Seguridad e higiene del trabajo.
- Fernández Sánchez, Leodegario (2001), Definición de contaminante biológico, en Guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos, INHT, Ministerio Trabajo y Asuntos Sociales, España.
- Hernández, Fernández y Baptista (2014). Metodología de la Investigación. Tercera Edición. México .Editorial Me Graw Hill.
- Luna, Pablo (2008). Contaminantes químicos: evaluación de la exposición laboral INSHT, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, España [14-01-2008]
- OMS. (2005). Manual de Bioseguridad en el Laboratorio. Tercera edición. Ginebra.