Fahrenheit 451 y Los Obstaculos Para La Felicidad De La Sociedad
En Fahrenheit 451 se nos narra la historia de un hombre, Guy Montag. Al principio, nuestro protagonista disfruta de su profesión de bombero, pero en esta dimensión los bomberos se dedican a generar los incendios específicamente de los libros, debido a que estos son un obstáculo para la felicidad de la sociedad. No obstante, Guy empieza a generar cuestionamientos sobre la verdadera razón de su empleo y a su vez, de su vida. En el transcurso del texto podemos ver como Montag lucha contra su sentido de vivir y acaba escapando de esta sociedad que solo le da opresión y censura; pero se une a un grupo rebelde de intelectuales y junto a estos Montag, siendo testigo de la destrucción debido a la guerra atómica de su ciudad, se dedica a reconstruir una sociedad totalmente contaría a la que se encontraba.
En el inicio del texto, Montag entabla una amistad con su vecina de 17 años, llamada Clarisse McClellan, a través de la personalidad y curiosidad de esta, Montag genera reflexiones sobre su propia vida y se da cuenta de que él no está feliz y de que el amor que sentía por su esposa Mildred se había esfumado, aunque esta elige dejarse llevar en la televisión interactiva, la radio y en los tranquilizantes.
Montag se sentía insatisfecho con su trabajo y con cierto disgusto con una sociedad que ya no le importaba el anuncio de la guerra atómica a punto de estallar y se comienza a cuestionar sobre cómo funciona el mundo y más claramente el por qué los libros son calificados como peligrosos. Pero el interrogante más importante es ¿Cuál es el verdadero poder contienen los peligrosos libros?
Siendo llevado por su constante curiosidad, Montag decide robarse un libro de la colección que le correspondía quemar, pero cuando llega la hora de que sean quemados Montag se siente invadido por un sentimiento de depresión cuando la dueña de los libros, una mujer mayor, se niega a dejar su casa. Pero la mujer toma la decisión de que su casa sea quemada, pero con ella adentro. Ante este acto de total desespero por parte de la mujer, Montag se va a su casa, y piensa que su tan anhelada felicidad estará dentro de estos libros y analiza que a pesar de que sus servicios han sido en “bienestar” de la comunidad, en realidad él se ha convertido en un instrumento de la destrucción de esta. Esa misma noche hablando con su esposa, Montag se entera de que su vecina amiga Clarisse había fallecido debido a que un coche a alta velocidad la atropello. Esta noticia fue la gota que derramo el vaso, Montag ya que desarrolla sentimientos como la miserabilidad y se queda dormido junto al libro robado.
Al día siguiente, nuestro protagonista Montag se niega a ir al trabajo debido a que supuestamente se encuentra enfermo y su jefe, el Capitán Beatty, decide visitarlo y de alguna forma parece estar al tanto sobre los sentimientos de incomodidad y la lucha interior que Montag está experimentando y también de los libros que pueden estar en su posesión. El capitán le comenta a Montag sobre lo peligroso y lo ofensivos que son los libros y como estos generaban la libertad de pensamiento y de opiniones, lo que pone en riesgo la felicidad ideal de su sociedad; durante la visita del capitán, Mildred organiza el dormitorio donde encuentra los libros de su esposo, se queda impactada, así que decide irse. Mientras que esto pasaba en su dormitorio Montag le pregunta al capital qué sucedería si en caso hipotético un bombero se llevará un libro a casa y el capitán le contesta que solo se permite que tengan en su poder un libro, pero que deben quemarlo dentro de las siguientes 24 horas de su posesión.
