Habilidades Sociales A La Hora De Trabajar
Las habilidades para la empleabilidad son características que determinan tu forma de trabajar, de relacionarte con los demás y que las empresas consideran muy importantes en sus procesos de selección de recursos humanos. Determinadas capacidades hacen que el rendimiento de un trabajador sea superior a otro con los mismos conocimientos técnicos, pero con diferentes capacidades.
¿A qué llamamos habilidades duras?
También denominadas habilidades profesionales, se definen como las competencias vinculadas directamente con las tareas realizadas por el colaborador. Son los conocimientos y habilidades sobre un tema en específico que permiten que el trabajador desempeñe su puesto. Por otro lado, las habilidades blandas están asociadas al comportamiento de la persona, su desempeño social, liderazgo y manejo emocional.
¿Cuáles son las habilidades duras o técnicas?
- El dominio de una lengua extranjera que ayuda a mejorar las oportunidades de ser contratado.
- Un título que le permita al profesional demostrar sus habilidades para una tarea específica.
- El certificado que indica el manejo de cierto tipo de maquinaria de operaciones.
- Uso de programas de computadoras que le permitan un mejor desempeño en el trabajo.
¿Qué son las habilidades blandas?
En este caso, también las podemos llamar habilidades sociales, y estas son las que tienen un papel protagónico.
La directora de marketing de iCIMS, Susan Vitale, explica que ‘las habilidades duras son lo que haces, y las habilidades blandas son la forma en que lo haces’, en declaraciones a Fast Company.
¿Cuáles son las habilidades blandas?
- Trabajo en equipo: es necesario que los colaboradores entiendan que sus aportes deberán sumar para conseguir un objetivo.
- Liderazgo: todo grupo requiere contar con una persona que los sepa guiar, pero el líder no impone ideas, sino que las propone y las debate en beneficio de los resultados.
- Comunicación asertiva: las personas que trabajan en una empresa deben saber explicar sus ideas a cualquier nivel.
- Motivación: los colaboradores deben entender que las cosas no siempre saldrán bien, pero es importante saber levantarse y levantar a los compañeros de las adversidades.
¿Sabes cuál es la diferencia entre habilidades blandas y duras?
Según el equipo Navent, si un candidato desea tener mejores oportunidades de conseguir un empleo debe saber diferenciar las habilidades blandas de las duras. Esto le permitirá, durante el proceso de selección, determinar cuál de todas se adapta mejor a las necesidades de la empresa a la que postula.
Durante los procesos de selección, los reclutadores buscan candidatos que cuenten con dos tipos de habilidades: las técnicas o duras, y las sociales o blandas.
Las habilidades blandas, también conocidas como soft skills, son aquellas asociadas con la personalidad y la naturaleza de la persona, por ejemplo: relaciones interpersonales, capacidad de liderazgo y actitud positiva, entre otras. En ese sentido, estudios aseguran que los empleadores están considerando estos factores en su proceso de selección.
¿Y qué es la empleabilidad?
Según Inés Temple, se trata de una actitud, la habilidad de entender que nuestra carrera es nuestro mejor negocio propio. Somos proveedores de servicios y las organizaciones que nos contratan son nuestros mejores clientes.
La empleabilidad, entendida como la capacidad que tiene un individuo para llenar las expectativas de perfil profesional que traza una organización con el objetivo de ocupar un puesto de trabajo determinado, resulta de mucho peso al momento de estudiar un fenómeno tan complejo como es el del empleo y el desempleo. La forma misma como se aborde la definición de empleabilidad determinará las relaciones entre empleador y empleado, y las competencias que debe tener una persona que desee hacer parte del mercado laboral ajustado a las necesidades y demandas de las organizaciones.
Las competencias de empleabilidad son un conjunto de capacidades esenciales para aprender y desempeñarse eficazmente en el puesto de trabajo, incluyendo capacidades de comunicación, relación interpersonal, de resolución de problemas y manejo de procesos organizacionales y de organización de los propios comportamientos en función de los requerimientos del puesto de trabajo.
De acuerdo con Rentería, este concepto va mucho más allá de conseguir un empleo. Significa un alto grado de apropiación de la persona, que depende de las preferencias del empleador y las condiciones mismas del empleado:
“la empleabilidad no puede ser definida solo en términos de habilidades o características ideales, sino como una oportunidad relativa de obtener o mantener diferentes tipos de trabajos en contextos instituidos y, como tal, no es sinónimo de perfil técnico requerido para realizar un trabajo”.
Concepto de liderazgo, según Héctor Fernandez
Este se define como el arte o proceso de influir en las personas para que se esfuercen con buena disposición y entusiasmo hacia la consecución de metas grupales.
Sin embargo, este término tampoco debe enfocarse nada más que en el hacer cambiar de parecer a las personas. Un líder también tiene la capacidad de tomar la iniciativa y proporcionar ideas innovadoras, no solo de dar órdenes.
Es así como las organizaciones dependen para crecer y perdurar del liderazgo; he allí donde recae su gran importancia. Un líder será capaz de establecer una buena comunicación y mejorar la capacidad de integración de los miembros, todo con el fin de lograr un objetivo en común.
Un líder con autoestima sana busca que sus colegas y empleados exploten sus habilidades para mejorar en todos los ámbitos de su vida, incentiva la creatividad y la innovación en la empresa. Así mismo, un buen líder tiene autoconfianza, cree en sí mismo, goza de una buena autoestima y cada día motiva su desarrollo integral, tanto personal como profesional.
Por ello, en la actualidad, los empleadores solicitan profesionales con habilidades tanto duras como blandas, porque son quienes “saben hacer” y “saben convivir”, quienes tienen mayor probabilidad y recursos para la empleabilidad. Una forma de entender estas habilidades es desde las emociones y cómo ellas influyen en ti y en los demás, según la metodología Youth Ready.
- Tus emociones:
Tener autoconciencia es conectarte con tus emociones en el momento en que están ocurriendo. Gracias a la autogestión, puedes dirigir la respuesta que tengas, por influencia de las emociones, de forma positiva.
- Tus emociones en relación con los demás:
La conciencia social te permite ser empática/o con las emociones de otras personas y te ayuda a entender lo que pasa con ellas. En consecuencia, en el manejo de las relaciones, puedes gestionar lo que te sucede en relación a las personas que te rodean, entendiendo lo que sientes y lo que sienten los demás.
En la actualidad, se necesitan líderes quienes tengan suficiente autoconfianza, buena comunicación, se adapten rápidamente a los cambios, puedan gestionar conflictos, entre otras habilidades que ya hemos mencionado (Gómez, 2006). Esto nos indica que, si queremos continuar desarrollándonos en nuestra profesión y centro de labores, podemos contribuir positivamente en donde nos encontremos, sí vamos a enfrentar diversos problemas complejos, inclusive divisiones profundas. Por eso, debemos ser capaces de anticipar el conflicto, para sostener una buena convivencia y finalmente contribuir con un buen clima laboral.