Historia De Los Cómics Y Superheroes, Medio De Comunicación Político

El cómic, como cualquier otro medio de comunicación, sirvió como difusor de propaganda política ya sea de un bando u otro. Se presentaba en series diarias en el periódico o en tomos semanales. Tan solo basta mirar algunos de la época y observar los rasgos del villano que quiere acabar con el mundo y ver quién es el superhéroe que lo enfrentará haciéndose con la victoria de la batalla.

El comic como medio de comunicación sobre la guerra aparece en Norteamérica en 1940 antes de que EE. UU. se incluyese como aliada en el conflicto. Cabe destacar que hoy en día aún no se ha encontrado ningún cómic donde el superhéroe apoyase al bando nazi.

Al principio algunos superhéroes no tenían nada que ver con los conflictos bélicos hasta que este medio empieza a utilizarse como expresión ante los hechos que empezaban a surgir en Europa. El lector siempre se sentirá atraído por ese héroe y su manera de vencer al ‘malo’ y conseguir la ‘libertad’ que traerá para la ciudadanía. Esto hará que el receptor del texto y las ilustraciones cambie de inmediato su ideología política.

Las editoriales lo tenían muy claro, el mal siempre debía tener cara de nazi, tiene que lucir su ideología y dominar el mundo con la raza aria. Eso es lo que hará que el supervillano sea más creíble y temido.

Durante la Segunda Guerra Mundial estos personajes hicieron un papel propagandístico transmitiendo al receptor un sentimiento de empatía hacia él mismo. Era tal la intriga que los editores aprovecharon hasta incluso después de que la guerra se diese por finalizada para la elaboración de este tipo de cómics. Los villanos en las historias serían el pueblo americano comunista y el pueblo nazi.

Marvel fue una de las compañías que sacaron partido a esta época. El famoso Capitán América en sus primeros años se dedicaba a sacudir a las hordas nazis ya fuesen miembros de la Schutzstaffel o monstruos mutantes que intentaban destruir a las tropas aliadas.

Otra de las mejores obras de la compañía en esta época fue el superhéroe Namor, The Submariner que defendía el mundo del terror ario atacando submarinos nazis y desviando los torpedos de los mismos.

Aparte de Marvel, también destacaron otras compañías editoriales con sus obras en este periodo como; Dark Horse quien utilizó a uno de sus personajes, Hellboy, para combatir con Kroenen, uno de los villanos más frívolos y enigmáticos reconocidos de la década debido a su falta de sentimientos y a su aspecto; un hombre sin rostro cubierto de cuero.

Otro de estos villanos famosos fue el Barón Blitzekrieg que tenía un aspecto de caballero de la Edad Media y superhéroe que le aportaba un aire misterioso.

El cómic, autor y superhéroe de la compañía DC que sobresale en este periodo por el revuelo que originó fue Superman, creado por Siegel y Joe Shuster;

Nos remontamos al periodo pleno de guerra 1940, concretamente el 27 de febrero cuando la revista ‘Look’ publica un capítulo especial del superhéroe con el título de ‘Cómo terminaría Superman la guerra’.

En esta historia se cuenta cómo Superman penetra en las líneas alemanas destruyendo todo a su paso hasta que llega al bunker de Hitler a quien coge del cuello y se lo lleva volando a Moscú. Allí llega hasta un Stalin que observa la escena ante sus ojos confundidos ‘Joe, te presento a Adolf’ le dice Superman antes de cogerlo como al anterior y partir volando hacia la sede de Sociedad de Naciones situada en Ginebra. Superman entra a la sede y dice ‘Señores, aquí les traigo a los dos canallas responsables de los males de Europa. ¿Cuál es su veredicto?’, los presentes se alegran y emocionan ante tal imagen y condenan por sus crímenes contra la humanidad a los dictadores de ambos bandos.

Esta historieta no sienta muy bien a la SS quien el 25 de abril del mismo año de la publicación del capítulo del superhéroe, publica un artículo en su revista ‘Schwarze Korps’ que se titulaba ‘Siegel ataca’ en el que denunciaban al escritor del superhéroe como un judío intelectualmente circuncidado’, ‘pesetero’ y ‘saduceo’. Tampoco se quedaron atrás con las críticas a su personaje definiéndolo como de apariencia inexpresiva’ ‘musculitos en bañador rojo’ con ‘poses bastante raras’ que pasaba su tiempo ‘desviando cañonazos como si fueran Spaghetti’ y que violaba las leyes lógicas y físicas aparte de las de la Sociedad de Naciones, ya que dudaban que se concediera a una persona entrar en la misma en bañador.

Por último, criticaban a Siegel resaltando su actitud incomprensible hacia las ‘anhelantes y nobles generaciones de niños americanos’ que en lugar de enseñarles sanas virtudes, inculca el odio y la maldad en sus corazones’. El artículo terminaba con la frase: “¡Pobres jóvenes americanos, que deben vivir en un ambiente envenenado sin siquiera ser conscientes del veneno que les ofrecen cada día!”.

Otros comics que destacan fueron:

Joe Palooka: fue una de las tiras de prensa más famosas creada en 1921 por Ham Fisher. El comic trataba sobre un campeón de boxeo de pesos pesados que destacaba por su honestidad, sus virtudes y sus valores. Fue un personaje muy famoso en EE. UU. ya que otros medios de comunicación como el cine o la radio le dieron vida. En el cómic, durante la Segunda Guerra Mundial, el personaje es reclutado por el ejército.

Otro que dio para varios medios como la novela, las películas y hasta incluso un programa radiofónico fue Smilin creado por Zack Mosley. Se trataba de un cómic de aviación (este estilo era bastante conocido en los cómics). Su personaje principal se une al cuerpo aéreo del ejército.

Pero si hay que destacar un cómic en esta época el premio sin duda sería para el primer número de Capitán América, sacada en marzo de 1941, donde se observa una de las imágenes más significativas en el mundo del cómic. El propio superhéroe le propina a Hitler un puñetazo. Sus creadores judíos: Joe Simon (guionista), Jack Kirby (dibujante) y Martín Goodman (editor) querían demostrar con esto un símbolo de libertad del pueblo norteamericano vistiendo al personaje con los colores de la bandera. El número tuvo un gran grupo de seguidores que lo apoyaban, pero a algunas personas el puñetazo a Hitler no les hizo mucha gracia. Esto hizo que los creadores llegasen a temer por sus vidas. Más tarde le crearon un acompañante al Capitán América, Bucky Barnes, que lo acompañaba en sus aventuras. En algunos capítulos más ambos superhéroes meten a Hitler en un cubo de basura.