El Origen de la Celebración del Día de los Muertos

Introducción

El origen donde la celebración del Día de muertos viene de los indígenas que vivían en México cuando los Españoles llegaron. Como resultado que los españoles tomaron control sobre los indígenas que vivían en el área a la cual ellos llegaron, el grupo de creencias indígenas se combinó con las creencias del catolicismo español que condujo a la creación de tradiciones únicas que durarán para siempre. Recuerdos ancestrales de viejas tradiciones precolombinas pueden ser encontradas en la tradición del Día de los Muertos, y unas partes importantes de ese día son las ofrendas, las cuales están llenas de elementos y símbolos que tiene bonitos significados. 

Desarrollo

Unos de esos elementos y símbolos son la imagen del difunto, copal e incienso, papel picado, veladoras, agua y comida con bebidas, cada elemento tiene su propio significado que toma una importante parte de El Día de los Muertos. La Llorona es un personaje bien conocido en todo Latinoamérica, desde México hasta Argentina. Dependiendo en la región en la que uno viva la historia que una persona sepa puede ser diferente de otra, la historia de la llorona ha cambiado con el tipo por qué estado pasado por persona a persona. Comúnmente se dice que la llorona sale todas las noches a gritar y llorar en la noche por sus hijos cercas de los ríos o canales de agua. 

Lo que nunca cambia de las historias de cada país es que siempre hay una mujer que sufre como consecuencia de haber perdido o asesinado a sus hijos. Se dice que se presenta como una alma que camina por los rumbos esquivos de las ciudades, gritando y llorando espantando a los que la pueden escuchar o los que a veces se encuentran en su camino. El país donde se encuentra más esta leyenda es en México, se dice que en cada municipio del país hay un lugar donde esta misteriosa mujer se ha aparecido y la tradición de pasar la historia a los niños como tradición ha convertido la llorona en uno de los personajes más importantes de las historias de terror a nivel local de México.

Los Xoloitzcuintle son perros aztecas nativos de México, son considerados una de las razas más antiguas que viven en el planeta con más de 7 mil años, sin que el hombre haya intervenido en su generación. La palabra Xoloitzcuintle viene del náhuatl la parte de la palabra Xólotl, significa monstruo, extraño o animal y la parte de la palabra Itzcuintli, se significa perro. Para los aztecas, este perro era muy especial y respetado, porque ellos creían que era un regalo del dios. El Xoloitzcuintle era creído ser guía de las almas de los difuntos que viajaban al Mictlán o inframundo. La leyenda detrás de los perros cuenta que el dios Xolotl hizo al Xoloitzcuintle de una astilla del Hueso de la Vida, para dárselo como regalo al hombre. 

El dios les explicó a las personas que en la vida tenían que cuidar bien de ese perro porque el día que su dueño muriera, el Xoloitzcuintle se encargaría de guiar al alma a través del Mictlán a un lugar de muertos en náhuatl. Para que el perro pueda ser su trabajo el perro serian sacrificados y enterrados en las tumbas con sus dueños. En la tradición mexica decía que el perro debía ser completamente negro, porque si tenía manchas en su cuerpo eso decía que ya había servido como un guía de otra alma de un difunto. También eran conocidos como perros curanderos porque en la medicina azteca se acostumbraba poner la piel del Xolo sobre alguna zona con dolor para que se desapareciera.

Esto los hacía excelentes curanderos de malestares de cabeza o musculares, asma, reumatismo, insomnio e incluso malaria. Pero durante la época colonial casi no se viene estos tipos de perros hay no más, se miraba como que desaparecieron, en verdad los perros tomaron jugar en lugares apartados como las sierras de Colima, Jalisco, Michoacán, Oaxaca y Guerrero. Después de la Revolución Mexicana los xoloitzcuintles fueron vistos como símbolo de la mexicanidad. Los alebrijes son una parte muy importante de la cultura Mexicana y el creador de estas artesanías fue Pedro Linares López. Todo comenzó cuando Linares tenía alrededor de 30 años.

Él estaba muy enfermo y eso lo llevó a que él perdiera la conciencia. Cuando aún se encontraba en este estado, al borde de la muerte, tuvo un extraño sueño en el que se vio a sí mismo dentro de un bosque en el cual vivían una serie animales extrañas que lo acompañaron por un largo camino hasta que el recuperar la conciencia. Él mismo describió que dentro de este extraño sueños donde se ubicaba en un bosque las criaturas que lo habitaban algunas se parecían a un burro con alas, a un león con cabeza de perro o a un gallo con cuernos de toro. De este que tuvo ese sueño no solo él dio la idea de crear estas criaturas que lo permitieron volver de un profundo sueño y lo llevaba a la muerte. Desde su regreso de la muerte.

Conclusión

Linares solamente tenía un propósito en el cual él quería compartir con su familia, amigos y el resto del mundo, aquellos animales que lo llevaron ha salvado. Con un nuevo periostio en la vida Pedro Linares dio a conocer al mundo su trabajo, además de hacerlas conocidas en todo México, también los llevó a los Estados Unidos y también a Europa. El año 1990 Linares recibió el premio Nacional de Ciencias y Artes por sus trabajos de artes que él hizo que muchos creían que eran espectacular. Como tristeza, Pedro Linares murió el 26 de enero de 1992 cuando tenía 82 años, pero sin embargo la historia de los alebrijes no muero ahí, sus hijos continúan con la crianza de sus padres, además que muchas otras personas en México todavía hoy. 

17 August 2021
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