Imagen Corporal E Inseguridad Social
La imagen corporal es la representación mental que un individuo crea acerca de si mismo, y muchas veces no tiene nada que ver con la realidad. Te centras en un área específica como la nariz, los senos, las piernas, tu estómago, depende mucho de ti; sin embargo, en realidad, este “defecto” ni siquiera es perceptible para los demás o lo perciben como algo hermoso. La imagen corporal está dispuesta a todo tipo de cambios durante toda tu vida. Los factores que la afectan pueden ser diminutas, como un comentario de tus padres o de un amigo, una mirada al espejo; o puede ser por experiencias tempranas (como bullying) o emociones y estados de ánimo. Una vez que te encuentras el “defecto” tu mente sigue y lo convierte en algo mucho más grande, las inseguridades crecen y se acumulan, al grado de intentar hacer todo lo posible para cambiarlo o simplemente decir “ODIO MI CUERPO”. Todos somos propensos a sufrir de esto, pero se ve más en adolescentes y adultos. Es importante diferenciar la apariencia física de la imagen corporal, ya que personas con una apariencia física alejada de los standards de belleza pueden sentirse bien con su imagen corporal, al igual que personas socialmente evaluadas como bellas, pueden no sentirse así. La imagen corporal es un constructo subjetivo.
En general, las niñas enfrentan una gran presión sobre cómo deben lucir, y esta es una carga enorme. Tener una imagen corporal saludable es difícil. Algunos factores que podrían dañar la imagen corporal saludable son el aumento de peso natural, la presión social por lucir de cierta forma, las imágenes en los medios, la promoción de que el cuerpo debe ser de cierta forma, la presión de verse bien por el comentario a la actitud de alguien cercano. También lo altera la idea donde sexualizan a las mujeres en donde se piensa que deben de dar placer con su cuerpo. La imagen corporal afecta la forma en que uno se ve a sí mismo y en cómo se siente consigo. Si no estás a la altura de tu imagen corporal ideal, te comienzas a sentir inferior, triste, ansioso, y hace que te avergüences de tu cuerpo. Esto aumenta el riesgo de una baja autoestima, depresión y trastornos alimenticios. Esto provoca que la nutrición se afecte (saltar comidas), intentes cambiar tu aspecto con maquillaje o cirugías, tomar píldoras y afecta tu capacidad de concentrarte en otras cosas que no sea la apariencia física. La consecuencia más grave de tener una mala imagen corporal, es el trastorno dismórfico corporal.
El trastorno dismórfico corporal es un trastorno de salud mental donde te obsesionas con un “defecto” físico que hace que te sientas avergonzado, intimidado, preocupado o ansioso por un defecto que los demás no notan, y esto te puede llevar a evitar muchas situaciones sociales. Esto te destruye; haces que el defecto sea lo más importante en tu vida, tratas de ocultarlo, buscas la aprobación de los demás, crees que los demás perciben el defecto y lo juzgan, te comparas constantemente con los demás y te llamas a ti mismo feo. Estos pensamientos indeseables son difíciles de controlar y te consumen en todos los aspectos. La comprensión de este trastorno es difícil, pues es complicado hablar sinceramente al respecto y depende de qué tan convencido estes de que tienes un defecto. Los síntomas de este trastorno son:
- Siempre piensan en la parte de su cuerpo que no les gusta.
- Su aspecto físico los altera tanto que genera preocupación, ansiedad y estrés todo el tiempo.
- Tiene una obsesión por revisar o corregir su aspecto físico y siente una necesidad de fijarse en él todo el tiempo (confundido con narcisismo).
- Esconden lo que no les gusta con maquillaje o ropa para taparse. También evitan mirarse al espejo.
- No ven su cuerpo tal como es ni cómo lo ven otras personas, maximizan un disgusto y aseguran que son feos.
Lo que algunos psicólogos y personas que tratan este trastorno recomiendan es disminuir el uso de las redes sociales y plataformas donde constantemente nos recuerda el valor sobredimensionado de lo físico y la imagen. Las selfies pueden ayudarte a subir el autoestima, pero al mismo tiempo, pueden destruirla.