Impacto De La Digitalizacion En La Industria Musical
En los últimos veinte años se han manifestado nuevas directrices en torno al futuro de la economía, promovidas por el surgimiento de las nuevas tecnologías. En su libro sobre la Cuarta Revolución Industrial, el economista Schwab (2017, p.8) sostuvo que “estamos evidenciando cambios profundos en todas las industrias, marcados por la aparición de nuevos modelos de negocio, la irrupción de operadores y la remodelación de los sistemas de producción, consumo, transporte y entrega”.
Además, la digitalización ha supuesto una metamorfosis en relación con los hábitos de consumo tradicionales: “En el ámbito social, se está dando un cambio de paradigma sobre cómo trabajamos y nos comunicamos, al igual que en cómo nos expresamos, nos informamos y nos entretenemos.”
La industria de la música ha sido una de las más afectadas por este impacto. Por una parte, se ha producido una “desfragmentación del álbum en singles” (Márquez, 2013) reflejando una oportunidad de negocio para las plataformas en streaming, consideradas en la actualidad como la principal fuente de ingresos para reconocidas discográficas como Universal Music o Sony Music, dejando atrás la venta de discos compactos, vinilos y casetes. Por otro lado, se han generado ciertos estigmas en la mentalidad del actual consumidor de música debido a diversos cambios culturales que han sido origen de múltiples factores a considerar a la hora de crear nueva música. Por consiguiente, las relaciones de dependencia que se daban entre un sello discográfico y un artista han experimentado un proceso de adaptación gracias a nuevos medios de comunicación como las redes sociales, alcanzables de un mayor impacto en menor tiempo, aumentando así la probabilidad de éxito.
Asimismo, cabe destacar el concepto de “globalización musical”, término acuñado en 2001 tras una reunión de expertos en Ámsterdam pertenecientes al CIAM (Consejo Internacional de Creadores de Música), encargado de proteger y promover los derechos de los creadores de música en todo el mundo. Frega (2001), en un artículo para el periódico La Nación argumenta que “esta manifestación cultural “globalizada” ha generado también algunos hechos dignos de análisis. En primer término, determinó la configuración de un lenguaje expresivo musical globalizado, es decir, provisto de una significación que trasciende las zonas geográficas y culturales en las que se ha originado.” La música globalizada ha fundamentado una de las sólidas bases de la industria musical desde sus orígenes, siendo cada vez más extendida como parte de una cultura común e identificativa, generadora de altos ingresos.