Impacto De La Música Violenta En Los Adolescentes
Resumen
En los últimos años la música urbana ha tenido una gran aceptación en el mundo, este género ha sido el más escuchado sobre todo por los adolescentes. Por tal razón, se ha convertido en un problema social, ya que influye de gran manera en el comportamiento de muchos de los adolescentes que escuchan este género musical.
La misma incita a la violencia, falta de respeto, deterioro moral y vicios, ya que sus canciones llevan mensajes influyen directamente en los patrones de conducta de los jóvenes que en muchos de los casos se vuelven violentos o que se modifica conforme a la acción que se está escuchando.
Impacto de la música violenta en los adolescentes
El objetivo de este estudio es determinar de qué manera la música violenta influye en la conducta de los y las adolescentes. Según B. F. Skinner, “la conducta voluntaria aparece sin la intervención de un estímulo antecedente observable” siendo la peculiaridad más valiosa es que se inicie, perdure o cambie por ello y obtenga consecuencias tales como reforzadores, con los cuales sostiene un trato sinergetico. A esto Skinner le llamó conducta operante libre. (Suarez De Puga, 2013).
La música urbana es catalogada por la mayor parte de la sociedad, como un género que no aporta nada positivo a la juventud, como el Rap y el Reggaetón, debido al contenido explícito de sus letras, en donde la gran mayoría de artistas promueven el sexo, la droga, el alcohol e inclusive la violencia a través de este tipo de ritmos musicales, los cuales fueron creados con otros propósitos y como una manera de identificar un cierto grupo de personas. Por tal motivo, este tema debería estudiarse, ya que los padres de familia generan a todos los artistas como delincuentes, violadores, drogadictos etc., debido a que sus propios escritos incitan a que la gran mayoría de la población tenga siempre una crítica destructiva para ellos (Ponce Redrobán, 2017).
Por consiguiente, las canciones como utensilio de manejo tienen un efecto negativo en los adolescentes, haciendo que estos jóvenes edifiquen su persona no solo apoyándose en la novedad de la moda, el idioma e incluso en una sucesión conductas, sino que también con la música, agrupándolos con individuos con los que se identifican y así constituirse en grupos. De igual forma, todo esto lleva a un círculo vicioso en el que los jóvenes son los protagonistas, ya que buscan un medio de expresión, de identificación, entretenimiento y evasión por medio de la música. El ser humano está tan influenciado por la música que esta ha sido empleada para fomentar la osadía como si fuera serenidad, así como emplearla con el uso de terapias para conciliar el sueño, la relajación, o concentración, dependiendo del tipo de música y el tiempo adecuado. (Jácome Sosoranga, 2015).
Asimismo, la música y sus mensajes agresivos, provocativos y en algunas ocasiones hasta obscenos o satánicos, provocan que los adolescentes lo empleen como un medio natural de comunicación, el cual imitan y ponen en práctica permanentemente en su cotidianidad. De igual manera, este autor señala que la música puede desempeñar un papel importante en la socialización del grupo adolescente, convirtiéndose en un símbolo en su búsqueda de identidad y autonomía de la familia. Por ello, escuchar música y ver videos musicales son dos de las actividades más importantes durante la adolescencia. Se encuentra que ellos y ellas escuchan música desde que se levantan hasta que se acuestan e incluso muchos la emplean como fondo mientras duermen, estudian, en la ducha; cuando hacen los deberes; ayudan en las tareas de la casa; van en el bus, en carro, en moto; ven la televisión; hablan con los amigos; caminan y hasta en las reuniones sociales. (Castro Pérez, 2013)
Justamente por esto descrito por Castro, es que el estudio de este tema debe ser llevado a cabo. La música de hoy en día se ve cada vez más plagada de violencia y esto se inserta en los jóvenes. Si nosotros tenemos una juventud violenta, el futuro que nos espera será de la misma forma. Para evitar esto se debe llevar a cabo un estudio donde se busquen soluciones a la problemática, mida la incidencia que tiene en los adolescentes y cuáles son los grupos más afectados.
Además de lo anteriormente expuesto, se ha visto una gran preocupación por el aumento de contenido que hace referencia al sexo, drogas y suicidio, así como las alusiones a la muerte y el satanismo. Dicha preocupación influencia grandemente en la conducta de los jóvenes, ya que desencadena una desensibilización ante los actos vehementes anteriormente mencionados. Suscitaba, a la vez los estereotipos, las actitudes sesgadas por roles sexuales, la aprobación de conductas imprudentes y arriesgadas (Castro Pérez, 2013).
Mediante una encuesta realizada a personas mayores, se visualizó que el 56% de las personas que piensan que la música urbana SI influye a que los jóvenes consuman algún tipo de droga, mientras que el 44% de personas encuestadas cree que NO induce a que se cometan estos actos dentro de la juventud (Ponce Redrobán, 2017).
Como conclusión, se llevó a cabo un experimento para probar los efectos de los videos musicales de rock en las impresiones de un adolescente al que posteriormente se vio realizando un acto antisocial. Posteriormente, el impacto en el adolescente era mucho más negativo luego de ver las grabaciones que se hacían de la música neutral, cuando presentaban actitudes inmorales a la experimentadora que cuando no lo hacían. Seguidamente de los videos con contenido antisocial, el acto asocial tuvo un efecto insignificante, si no contrario, en las impresiones. Los resultados y las implicaciones se discuten en términos de teorías socio cognitivas del procesamiento de la información. (Hall Hansen, 2010)