Insuficiencia Renal y Enfermedad Renal Crónica
Introducción
El riñón es un par de órganos ubicados en la parte superior de la zona del retroperitoneo. A ambos lados de sus grandes vasos sanguíneos para vertebrales, está conectado a él por un pedículo vascular y está provisto de un tubo de excreción, el uréter, que drena hacia la vejiga. Consiste en una serie de vasos sanguíneos y estructuras epiteliales estrechamente conectados, y lo convierte en el órgano principal del sistema urinario. Este sistema se encarga de formar la orina y expulsarla del organismo.
Desarrollo
La secreción y eliminación de orina es una tarea crucial, porque en conjunto constituyen uno de los mecanismos básicos del ambiente interno y la homeostasis. La composición de la sangre y el medio interno no está determinada por lo que se ingiere, sino por lo que conservan los riñones. Además de jugar un papel vital, el riñón también tiene la capacidad de producir hormonas y autacoides (sustancias que producen efectos), como eritropoyetina, renina o prostaglandinas, que tienen una gran influencia en el control de la presión arterial. Este control de la presión arterial, metabolismo óseo o formación de glóbulos rojos también lo convierten en un órgano endocrino.
Existen dos tipos de enfermedad o fracaso renal. Fracaso renal agudo y enfermedad renal crónica.
Fracaso renal agudo (FRA)
El fracaso renal agudo se define como un deterioro brusco pero reversible de la función renal. Esta pérdida se da en horas o días, alterando la capacidad del riñón de desempeñar funciones tales como:
- La depuración de las sustancias de desecho producidas en nuestro cuerpo y su eliminación por la orina.
- El mantenimiento de un adecuado balance de la cantidad de agua y de electrolitos en nuestro organismo.
Es decir, consiste en un descenso del filtrado glomerular con la consiguiente elevación de los productos nitrogenados en sangre. Los productos del metabolismo nitrogenado imponen una acidosis metabólica debido a la generación de iones hidrógeno y otras especies de carácter ácido. El riñón se ocupa de regular el equilibrio entre los iones hidrógeno e hidróxido para así contrarrestar la acidosis metabólica y asegurar la constancia del pH requerido para la homeostasis.
El fracaso renal agudo suele aparecer en pacientes que ya sufren un determinado daño renal, empeorando la función renal que ya tenían alterada.
Este fracaso puntual es tratable y en la mayoría de los casos si se siguen unas pautas adecuadas, los pacientes llegan a recuperar total o parcialmente la función del riñón. Sin embargo un porcentaje, aunque no muy grande, muere como consecuencia del fallo del riñón y otro porcentaje sufre daños renales permanentes e irreversibles, lo que se denomina insuficiencia renal crónica.
Existen varios tipos dentro del fracaso renal agudo o insuficiencia renal aguda, estos tipos se clasifican en función de la localización del daño, por consiguiente nos encontramos:
- Pre renal: Se debe a una deficiente perfusión sanguínea renal. Esta disminución de la sangre puede generar daño isquémico tubular, denominado necrosis tubular aguda, si se prolonga en el tiempo.
- Parenquimatoso: Es provocado por un daño directo al riñón. Las causas más frecuentes son la glomerulonefritis, es decir, la inflamación de los glomérulos renales por vasculitis, enfermedades autoinmunes… o un daño al riñón por diversas sustancias, normalmente medicamentos de excreción renal. También puede ser causado por infecciones renales o enfermedades genéticas como la poliquistosis renal aunque es menos frecuente.
- Póstrenla: Se debe a una obstrucción de las vías urinarias, no se trata de un fallo directo del riñón. El Fracaso renal agudo obstructivo solamente presenta anuria cuando la obstrucción es bilateral y completa; si es parcial se puede acompañar de oliguria, diuresis normal o en algunos casos poliuria secundaria a un defecto a nivel de la concentración urinaria.
Enfermedad renal crónica (ERC)
La insuficiencia renal crónica consiste en la pérdida irreversible generalmente y progresiva de las nefronas y por tanto del funcionamiento normal del riñón durante más de tres meses, en concreto de la tasa de filtración glomerular traduciéndose en uremia (acumulación de sustancias nitrogenadas o urea en la sangre) y que puede llegar a ser letal.
Las causas más frecuentes de la insuficiencia renal crónica son la hipertensión arterial, ya que esta daña los vasos sanguíneos de pequeño tamaño de los riñones impidiendo que se desempeñen las funciones de filtración correctamente; y la diabetes porque si no se controla de forma adecuada la glucosa se acumula en la sangre reduciendo considerablemente la capacidad de filtración renal.
Conclusión
Aunque otras muchas enfermedades pueden ser causa directa de la insuficiencia renal crónica como defectos de nacimiento, trastornos autoinmunes como esclerodermia o lupus eritematoso sistémico, nefropatía por reflujo o lo que es lo mismo, flujo retrógrado de orina hacia los riñones. Además algunos medicamentos como los analgésicos y fármacos para el cáncer pueden ser responsables de la aparición de problemas renales.
La etapa final de la enfermedad renal crónica se denomina enfermedad renal terminal (ERT), en esta fase los riñones ya no tienen la capacidad de eliminar las sustancias de desecho y el exceso de líquido del cuerpo, por eso es por lo que en este momento se recurre a diálisis o en casos extremos a un trasplante de riñón. Concretamente en este trabajo voy a exponer la situación de desnutrición en pacientes con insuficiencia renal crónica, ya que se trata de una enfermedad a largo plazo con consecuencias a nivel nutricional que explicaré a lo largo de este.