Isaac Newton, Descubrimientos Y Vida
‘Si he visto más allá que otros, es por pararme en los hombros de gigantes’.
El matemático nace una madrugada del 25 de diciembre de 1642 de forma prematura con pocas posibilidades de sobrevivir, pero bajo todo pronóstico se convirtió en un hombre ilustre, bendecido por el Salvador.
Durante su infancia fue criado por su abuela materna debido a que su madre volvió a casarse con Barnabás Smith y la posterior muerte de su padrastro desencadenaron un fuerte trauma para el pequeño, a pesar de aquello Newton se caracterizó por destacar a nivel académico, es así que estudió en el colegio The King’s School bajo la tutela del Sr. Stokes, a los 18 años de edad, ingresó en el Trinity College de la Universidad de Cambridge para estudiar matemáticas bajo la tutela de Isaac Barrow.
Newton se dedica por completo al estudio de la matemática donde realiza descubrimientos trascendentales en el campo del cálculo como el progresó en el cálculo diferencial e integral. Durante 1687, Newton amparo los derechos de la Universidad de Cambridge en contra del rey Jacobo II y, fue elegido como integrante del Parlamento.
Después de haber sido profesor durante cerca de treinta años.
Durante 1693, Issac Newton sufrió un hundimiento mental en razón que sospechaba que sus compañeros confabulaban. Es así que trabajo arduamente cinco noches consecutivas, sufriendo un colapso nervioso debido a su depresión
Pero a pesar de su frágil salud mental, su reputación se mantuvo intacta y pronto le ofrecieron un cargo importante. Director de la Moneda en 1696 además fue seleccionado como presidente de la Royal Society en 1703 y en 1705 fue consagrado como caballero por la reina Ana, en retribución a los favores prestados a Inglaterra
Es así que Newton se convertiría en el más extraordinario representante de la nueva física y de la ciencia moderna, donde tanto las matemáticas como la experimentación son aspectos primordiales del método científico debido a que no pretendía explicar las causas del movimiento sino describir y predecir el proceder de la naturaleza a través de las matemáticas.
Por último, después de una extensa y dura vida inclinada a la prosperidad de la ciencia y el entendimiento del universo, Issac murió el 31 de marzo de 1727 a los 84 años en Londres. Ocho días después de su muerte en abril de 1727, recibió el homenaje de ser el primer científico sepultado en la Abadía de Westminster.