José Rizal Desde Un Punto De Vista Político-religioso

Introducción

Desde un punto de vista político-religioso, Filipinas experimentó el movimiento propagandista, cuya máxima actividad tuvo lugar entre 1880 y 1895. Este fue un movimiento establecido con fines didácticos, literarios y siempre pacíficos, en el que sus seguidores deseaban despertar el intelecto nacional del archipiélago filipino. Como líder del movimiento, José Rizal apoyaba unos ideales liberales en los que demandaba que Filipinas fuera una provincia más de la colonia española. De esta manera,  habría un mejor acceso a los derechos de educación y se fomentaría la construcción de escuelas. 

Asimismo, cabría señalar el ascendente porcentaje de analfabetismo por parte de la población nativa debido a la presión de las autoridades religiosas en contra de cualquier disposición proclive a la alfabetización. Debo recordar que durante el siglo XIX, la iglesia pertenecía al bando conservador y tenía un gran peso en la vida cotidiana. Hasta tal punto, que impedía la enseñanza de la población filipina por temor a la introducción de ideas dañinas que promovieran posibles rebeliones. 

Además, la población indígena continuó siendo esencialmente rural debido al mal desarrollo en el transporte y la comunicación. Esto limitó las expectativas económicas e hizo que la economía se nutriera básicamente de clérigos, militares y funcionarios. Por tanto, la escasez de educación junto con el abuso de poder por parte de las imposiciones clericales fueron acentuándose.

Desarrollo

Desde mi punto de vista, esas dificultades junto con la falta de unión por parte del pueblo filipino fue uno de los obstáculos más complicados a los que el autor se enfrentó. Por lo tanto, a través de su novela José Rizal enumera toda una lista de problemas latentes en la sociedad para que los ciudadanos lo comprendan y pueda haber un cambio. José Rizal Nacido un 19 de junio de 1861 en Calambas, Filipinas, el notable propagandista José Protacio Rizal Mercado y Alonso Realonda fue uno de los mejores escritores en lengua castellana de procedencia filipina.

Tras recibir una educación fuera de las limitaciones clericales de su país, Rizal tuvo la oportunidad de experimentar en primera persona una atmósfera intelectual mucho más liberal y conservadora que la que estaba ocurriendo en su país de origen Lejos de ser un revolucionario como tal, este escritor fue testigo de injusticias contra su propia familia por apoyar reformas administrativas en el archipiélago. Esto le hizo ver, que el principal oponente de las reformas no era España, sino las autoridades religiosas y la corrupción de altos cargos.

Dice en su discurso el 25 de junio de 1884; España como madre enseña también su idioma a Filipinas, pese a la oposición de sus miopes y pigmeos que, asegurando el presente, no alcanzan a ver el porvenir. Como se puede apreciar, el novelista es consciente del porvenir del archipiélago si no se lucha por unos cambios profundos en el país. Además, para Rizal el castellano heredado de España es un arma de compresión a favor de Filipinas, que puede abrir muchas puertas a los tagalos a la hora de facilitarles el desarrollo en la sociedad de la época. Por esos motivos, el escritor intentará evitar la ruptura de la metrópoli con la España a la que respeta.

Por lo tanto, para defender estos ideales que firmemente apoyaba y que pocas personas se atrevían a denunciar, Rizal se pronunció en 1887 publicando Noli me tangere, una novela que actuó como la chispa que detonó toda una serie de injusticias encubiertas. Asimismo, los temas que se reflejan, las escenas e incluso los personajes que parecen en este libro, a destacar el de Crisóstomo Ibarra, (en muchos aspectos el alter ego del mismo José Rizal) hicieron mucho ruido en la sociedad conservadora de la época.

Crítica

social a través de Noli me tangere, Para que los abusos y las injusticias del pasado queden en el presente, José Rizal muestra en su novela cumbre, Noli me tangere (con el subtítulo El país de los frailes), una crítica a la sociedad filipina del siglo XIX. Tras varios siglos de dominio español, considero que este libro es una estrategia para promover el movimiento propagandista y así despertar la conciencia nacional del archipiélago para crear una sociedad igualitaria en el archipiélago.

Argumento de la novela

Esta novela comienza narrando el presente de Crisóstomo Ibarra, un joven tagalo que regresa ilusionado a Filipinas después finalizar sus estudios en España. Cuando Crisóstomo se presenta en San Diego, su pueblo natal, comienza a recibir malas noticias. Este descubre que su padre ha fallecido encarcelado después de ser injustamente hostigado. A la vez, su cadáver fue  desenterrado del camposanto y arrojado al agua a manos de Padre Dámaso, que hasta entonces era un cura temido en el pueblo.

Ibarra es consciente de que su padre no cometió ninguna ilegalidad y que el motivo de su asesinato fue por querer impulsar reformas educativas en el pueblo de San Diego. El tagalo no se muestra vengativo y decide tomar las riendas de la situación siendo él mismo el que lleve a cabo los proyectos de su padre y construya una escuela en el pueblo. Además, nuestro protagonista cuenta con la ayuda del maestro del pueblo, que le confiesa todos los problemas que ha tenido con los curas debido a que no hay lugar para dar clases con independencia y sin intervenciones religiosas. Asimismo, ante la nueva iniciativa de Crisóstomo por construir una escuela y que la educación sea accesible para todo el pueblo, los frailes reiteradamente intentarán intervenir y obstaculizar el proyecto buscando maneras  de acusarle por hereje.

En los primeros capítulos de esta novela, al lector se le presenta al protagonista como un chico formado, con estudios y de familia bien posicionada e ideales reformistas, que a mi parecer comparte una gran similitud con la vida del propio escritor de la novela, José Rizal. Tanto el personaje de Crisóstomo Ibarra como el propio novelista conocen los abusos y las dificultades por las que el archipiélago está pasando y ambos quieren luchar de una manera pacífica por los derechos que merecen y que están siendo arrebatados por la iglesia y el poder local. De esta forma, creo que el propio Rizal usa este personaje para liberarse y mostrar no solo sus vivencias, sino la de muchos otros filipinos con miedo a hacerse escuchar.

A lo largo de esta obra pone en labios de Ibarra sus ideales propagandistas siendo esta la figura que transmita la crítica a la sociedad filipina de finales del siglo XIX la gran parte del tiempo. De manera similar, el escritor muestra a los lectores cómo el joven es testigo de venganzas contra su propia familia por parte de frailes que no dejarán de buscar oportunidades para que Crisóstomo no lleve a cabo los proyectos de su padre.

En varias ocasiones, Ibarra es acusado de filibustero e incluso sufre un intento de asesinato en el que en su lugar muere otra persona inocente. Según mi punto de vista, ver cómo el protagonista de la historia es un chico tan joven y le ocurren tantas tragedias e injusticias, es una estrategia que Rizal emplea para que el lector simpatice con el protagonista y desee que de verdad consiga sus propósitos.

Por el contrario, el escritor produce sentimientos de desagrado en los lectores hacia los frailes mostrándolos como personajes fríos, sin respeto por la vida, crueles y presuntuosos. Además, el novelista también resalta la indiferencia de la Guardia Civil por proteger a los ciudadanos, ya que en muchos casos no quieren tener problemas con los frailes, como podemos ver en la siguiente cita:

Pienso vivir tranquilo el tiempo que permanezca en este país y no quiero cuestiones con hombres que usan falda. Haciendo  referencia a la vestimenta de los mismos.

Nombre con el que la Corona denominaba al independentismo colonial. Eventualmente, en el capítulo LIV Ibarra es acusado por dos religiosos de un ataque ocurrido en un convento y es llevado preso a pesar de que la Guardia Civil es consciente de su inocencia. Gracias a Elías, un buen amigo del protagonista, consigue escapar al poco tiempo. Sin embargo, ellos son perseguidos hasta que a Ibarra se le da por muerto al ser confundido con Elías, que es quien realmente muere.

Conclusión

Finalmente, la novela termina con un final abierto en el que su prometida María Clara, al pensar que Crisóstomo realmente ha fallecido, decide dejar todo atrás para sucumbir a los deseos de la iglesia y entrar a un convento. A pesar de no ser un desenlace muy explicativo, deja ver hasta qué punto el poder religioso es capaz de manipular los personajes de la novela.

Por otro lado, aunque la historia de Crisóstomo Ibarra es la principal en la crítica de este libro, el escritor también incluye otras historias complementarias a la narración que a mi modo de ver, consiguen reforzar el mensaje que se quiere transmitir. Estos son relatos cortos y se alternan con el hilo argumental de la historia principal, hacen que el lector profundice mucho más en la obra y en la tiranía de aquellos que abusan del poder. Como se puede apreciar, la compasión no existe y el privilegio de la libertad se paga con la muerte.

22 October 2021
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