Jugar como Método Educativo en El Aula: Los Deportes y Juegos Alternativos
Tradicionalmente, en los centros educativos se han practicado los mismos juegos y deportes, ya fuesen individuales o colectivos. Desde el punto de vista de Devís y Peiró (1992), la forma en la que se enseñan los juegos deportivos ha avanzado poco a lo largo de los últimos años, los centros de enseñanza mantienen en su currículum los mismos deportes año tras año, siendo ésta decisión poco cuestionada por la mayoría de docentes.
Asiduamente, enseñar estos deportes se reduce a un grupo de trabajos y destrezas motrices aisladas, las cuales van encaminadas a la consecución de técnicas deportivas. Viendo que con esta enseñanza priman las habilidades técnicas en los juegos deportivos, puede parecer que el fin último de la asignatura de EF es ejercitar y adiestras, en vez de educar.
Gracias a las investigaciones, inquietudes y experimentaciones de las nuevas generaciones de docentes, han surgido nuevos contenidos aplicables en la asignatura de EF, entre los que se puede destacar las AF, juegos y deportes con materiales alternativos. Estos contenidos cuentan con un gran potencial, pero no son utilizados con frecuencia por la mayoría de educadores, como mucho son implementados en alguna unidad didáctica. (García, L. y Gutiérrez, D. Aprendiendo a enseñar deporte. Modelo de enseñanza comprensiva y Educación deportiva (2017). Barcelona. Inde.)
La sociedad actual solicita al sistema educativo y a los docentes un grado de calidad en la manera de enseñar al alumnado, lo cual debe llevar a la reflexión, revisión de la formación, actualización de las metodologías empleadas, formación continua e integración de nuevos contenidos. En definitiva, hay que plantear nuevas alternativas a la educación.
El papel que toman los docentes con respecto a la asignatura se inclina a conservar y mantener un conjunto de actividades y prácticas consolidadas a lo largo de los años, olvidando su reconceptualización (Devís y Peiró 1992). Sin embargo, cuando la voluntad de las prácticas es la educación pero se aproxima más al entrenamiento, está claro que la reconceptualización es necesaria, es decir, transformar y cambiar algunas prácticas y hábitos por parte de los docentes del área.
Últimamente, la asignatura de EF ha sido invadida por ciertos contenidos que se han ido integrando al currículum específico y tradicional de esta área. Este hecho ha sido posible porque los contenidos han sido de carácter abierto, flexible, se adaptan a nuevas e imprevistas situaciones (escasez de material o falta de instalaciones…). Bien es cierto que algunos de estos contenidos han sido utilizados por el alumnado en sus actividades y juegos habituales, y otros son el resultado de una selección de juegos y deportes tradicionales de diferentes comunidades o contextos culturales.
Para Ruiz (1991) esta serie de actividades y deportes alternativos han estado apartados del ámbito escolar por los siguientes motivos:
- Los docentes desconocen estas actividades y deportes.
- No son juegos habituales y frecuentes del ambiente de los alumnos.
- Estas actividades son nuevas para la mayoría de niños y tienen que ser más promocionados.
En este ámbito, surgen los juegos y deportes alternativos, los cuales aportan situaciones motrices novedosas y actividades educativas y lúdicas enriquecedoras. Delgado (1991) en el prólogo del libro “Juegos y deportes alternativos en la programación de Educación Física escolar”, define los juegos y deportes alternativos como contenidos novedosos que entran en la EF con gran impulso y que suponen un enfoque más próximo a los intereses del alumnado, mostrándose como una nueva alternativa para brindar una EF innovadora, tanto en los contenidos como en la forma de enseñarlos.
Se entiende por material alternativo aquel que no pertenece al ámbito tradicional de las actividades físicas deportivas o recreativas, o en caso de si estarlo, es aquel que se usa de manera distinta al que estaba destinado. La expresión deporte alternativo es utilizado para diferenciarlo del deporte tradicional y convencional, obteniendo un toque moderno y en función del ámbito desde el que se defina, puede englobar un gran conjunto de actividades.
La incorporación de los juegos y deportes alternativos en el ámbito escolar, y en concreto en el área de EF, está más que justificada ya que ofrece cuantiosas posibilidades educativas, recreativas, de ejercicio y diversión en comparación a las actividades repetitivas, poco motivantes y nada recreativas de los juegos y deportes tradicionales. Arráez (1995), cita algunas razones para incluir estos nuevos contenidos en el currículum de EF, de las cuales se pueden destacar:
- Posibilidad de práctica en el medio escolar, aunque las instalaciones sean escasas o inadecuadas, ya que pueden ser improvisadas de manera sencilla.
- Son fáciles de aprender desde sus inicios, puesto que son habilidades sencillas que propician inmediatamente el paso a la situación real de juego. Para Ruiz (1991) estos deportes facilitan la pronta transición a situaciones reales de juego, en las que además de perfeccionar, hay diversión.
- Son prácticas sin exclusión por razón de sexo o edad, ya que el nivel del grupo suele ser muy homogéneo, siendo la coeducación uno de los valores destacados en el uso de estos contenidos.
- Estos juegos y deportes pueden ser practicados sin atender el nivel de habilidad de los participantes, por lo menos en las primeras fases, sobre todo si el elemento competitivo es eliminado.
- La intensidad es moderada, lo que lleva a que se valore más la parte cooperativa que la competitiva.
- Los materiales son factibles dada su economía o la posibilidad de ser fabricados por los alumnos.
Al utilizar estos contenidos, en la mayoría de los casos, nos permite evaluar a los alumnos partiendo de cero, ya que casi todos desconocen estas actividades y por tanto su nivel será bajo. Existe una gran serie de opciones tanto en materiales como en deportes y juegos alternativos que pueden ser usados para la consecución de los objetivos educativos planteados en cada grupo de edad en la enseñanza primaria.
Torres y otros (1994) sugieren que los deportes y juegos alternativos pueden emplearse:
- Como método educativo en el aula (primer tiempo pedagógico).
- En las actividades de recreación y tiempo libre (segundo y tercer tiempo pedagógico)
- En los programas de animación deportiva.
- En los programas de mantenimiento físico.
- En las clases de mantenimiento de la tercera edad.
Dando estas actividades la posibilidad al docente y al alumnado de salirse de la monotonía y rutina del as clases de EF, hay que comprender que la práctica de deportes tradicionales no se debe de dejar a un lado. Hay que fomentar una simbiosis entre ambos contenidos para la mejora y el desarrollo integral de los alumnos, buscando dar más importancia al proceso que al producto, atendiendo a una didáctica procesual con unos contenidos abiertos.
Los deportes y juegos alternativos potencian el deseo de superación, la autoestima, el autoconcepto, el compañerismo y la valoración de actitudes como, por ejemplo, la ayuda a los demás, la colaboración y la participación.