La Civilización Maya; Vista Desde Su Cultura Y Religión
Introducción
La vida cotidiana maya estaba muy relacionada con la religión. Esta última se compone de una gran cantidad de diversos dioses, los cuales suelen estar relacionados con la naturaleza. En este capítulo trataré de explicar algunos principios básicos sobre esta religión, para que se pueda entender el porqué los mayas realizaban sacrificios humanos.
Los mayas poseen un gran panteón. En este se encuentran un número elevado de dioses, y muchos de ellos poseen atributos completamente opuestos. La característica principal de estas divinidades era que estas se encontraban en los elementos del entorno y en los sucesos naturales. Estos son intangibles e invisibles, incluso, poseen un gran poder, ya que la creación de la Tierra se explica a través de un mito, en el cual, aparecen involucrados algunas de estas divinidades.
Además, existe una gran cantidad de prácticas y rituales en la que destacan las danzas. Los bailes eran espectáculos, que, a través de estos, las personas se relacionaban con los dioses: “mediante la danza los seres humanos se transformaban en dioses y los dioses en seres humanos… así fuese por un momento”. Hay numerosos ejemplos de estos espectáculos que se han investigado y estudiado, por ejemplo: la danza de los “Wayob”, la danza de los Sufís, la danza con objetos sagrados, la danza de la serpiente.
Con esto se puede observar que los dioses no parecen ser omnipotentes y lejanos a este pueblo, sino todo lo contrario, eran divinidades cercanas y fiables. Además, estos eran fuente de energía, que ayudaban a la población. Esto último, nos indica un elemento fundamental para comprender los sacrificios humanos (tema principal de este trabajo). Estas divinidades poseían un ciclo de vida, y cuando este acababa, perdían su energía. Por este último motivo, los mayas realizaban estos sacrificios, en otros términos, la sangre derramada era ofrecida a los dioses para que recobrasen esa energía que iban perdiendo a lo largo del tiempo.
Desarrollo.
Para poder hablar de los sacrificios humanos, es necesario desarrollar brevemente un término indispensable en el mundo maya. Ese término itz se refiere: “a secreciones del cuerpo humano como el sudor, las lágrimas, la leche y el semen. La gente se extraía sangre del cuerpo como ofrenda de sustento para los dioses. En numerosas ocasiones, este término se ha traducido como “bruja”, el cual adquiere un sentido peyorativo. La casta sacerdotal maya se componía de varias clases de sacerdotes. Con respecto a este trabajo, el que posee una gran relevancia eran los ah nakom. Aunque también en las ceremonias se podrían encontrar chacs (ancianos), que desempeñaban un papel con menor importancia al sacerdote especializado.
Un aspecto que es necesario destacar, es la diferencia entre la religión maya y la magia. En esta última, un individuo, a través de un ritual, puede determinar el hecho que él mas desea, sin equivocación. En cambio, en los mayas debían realizar rituales y oraciones, para pedir a sus dioses que se concediera y se realizara lo que ellos pedían. La diferencia básica que se encuentra entre magia y religión, es que, en la primera, el propio individuo puede controlar en sí los hechos, en cambio, en la segunda, una divinidad se encuentra como intercesor, ya que este es el que debe cumplir lo que el creyente haya pedido. Con respecto a la oración, existen grandes diferencias entre las del pueblo maya y las cristianas, ya que, las primeras se basaban en fines materiales.
Cualquier ceremonia, incluyendo a los sacrificios humanos, se debían respetar dos requisitos básicos: la abstinencia y el ayuno. Un dato realmente significativo es que, si la primera obligación no se cumple, se podría poner en peligro la ceremonia, ya que en este ritual se produce la unión entre el mundo divino y el mundo terrenal, es decir, se unen los dioses con los humanos. Para evitar esto último, se separaban los hombres y las mujeres durante una semana de trece días o incluyo un mes maya (veinte días). Incluso, los mayas zutuhiles respetaban el ayuno y la abstinencia durante trece meses mayas, que, según nuestro calendario serían 260 días aproximadamente.
Los sacrificios humanos eran un momento de gran relevancia en el mundo maya, ya que se le ofrecía la energía de la sangre humana, para que los dioses, tras superar su ciclo de nacimiento, crecimiento y, por último, pérdida de energía, puedan recuperarla y poder seguir viviendo. Los sacrificios mayas no eran solamente humanos, sino, que se pueden documentar y estudiar diversas ceremoniales en las que la ofrenda eran víctimas animales. A veces, también, objetos inanimados, aunque esto era más extraño, ya que se preferían cuerpos que derramasen sangre, como bien he explicado en el comienzo del capítulo, con la definición del concepto itz.
La ceremonia se realizaba en el cima de una gran pirámide similar a las egipcias, aunque las mayas poseían una escalinata hasta llegar al pequeño templo situado en la parte superior de la misma. “Los sacrificios entre los mayas, en general, compartían ciertas características, como el reducido número de víctimas (sobre todo en comparación con los nahuas), un conjunto de rituales preparatorios, la intervención directa de sacerdotes preparados y su realización en un tiempo y un espacio sacralizados.
En esas ceremonias de sacrificio humano, los objetos y materiales utilizados tenían una cierta relevancia. Por ejemplo, se utilizaban cuchillos, espinas de pastinaca, pequeños glifos, hojas obsidiana… Con respecto al cuchillo, este poseía una gran fuerza simbólica, denominado como el “arma de dios”.
La sangre se solía extraer de zonas blandas, es decir, de partes del cuerpo en las que se derramaba una gran cantidad de sangre. Por ejemplo, de la lengua (esta extracción se puede documentar en los murales de Bonampak), las orejas, brazo, pene… Tras la incisión, la sangre se recogía y se almacenaba en recipientes, como platos, vasijas (también con un gran simbolismo)…, que posteriormente, el sacerdote especializado en este tipo de ceremonias (ah nakom) pudiera entregársela a los dioses en ese momento tan relevante.
D Hay numerosos sacrificios humanos que se realizaban en esta civilización maya: ausacrificios, sacrificios de los sacerdotes, flechamiento del corazón, despeñamientos de cenotes, extracción del corazón…[footnoteRef:7] [7: Los 5 sacrificios mayas más sangrientos. (Libro de referencia Relación de las cosas de Yucatán), https://www.youtube.com/watch?v=qRTkd2RdLm4 (vista el 18 de octubre de 2019). ]
El último de ellos es el más relevante y el que más llama la atención, ya que hay numerosos relieves que muestran este rito. Antes de ellos no debemos olvidar “la idea del ciclo calendárico, en el que la fuerza de un dios nacía, crecía, disminuía y terminaba. De esta manera, la deidad tenía que morir para renacer con nueva energía. Así, quienes morían no eran hombres, sino dioses con una envoltura corporal”[footnoteRef:8]. [8: Itlia, Martha, El sacrificio humano: alimento de los dioses, Revista de la Universidad de México, pag. 26.]
Antes de la ceremonia y la extracción del corazón, al sacrificado gozaba de ciertos “privilegios” días anteriores a la ceremonia. Este individuo, escoltado por varios guardias, podía ir pidiendo comida en diversas casas y las familias estaban obligadas a ofrecerles comida y bebida, cuanto quiera el sujeto. Incluso, hay datos que nos indican que este última solía estar embriagado (significando que signo de posesión divina).
La extracción del corazón se realizaba en la cima de la pirámide (como ya he indicado con anterioridad). El individuo se tumbaba sobe una piedra en la quedaba insertado, además, estaba atado y agarrado por sus cuatro extremidades. Posteriormente, el sacerdote especializado realizaba una incisión en la parte del tronco que se encontraba debajo de las costillas. El sacerdote introducía su mano y extraía el corazón. Un dato realmente importe y significativo es que, si el sacrificio era ejecutado adecuadamente, el corazón del sacrificado seguía latiendo por unos momentos en el exterior del cuerpo.
Hay numerosos ejemplos de estos ritos y ceremonias. Uno de ellos, el individuo que se iba a sacrificar era una joven, que estando sujeta a un palo, esta fue azota en el pecho con una rama de la ceiba espinosa, hasta morir. Una vez más se observa la importancia de la sangre, ya que la civilización maya poseía conocía sus elementos del entorno, y con el pochote (ceiba espinosa) se podría causar una muerte rápida, pero lo relevante, que la sangre corría fuera del cuerpo en grandes cantidades, necesarias para alimentar a los dioses.
Otro de los sacrificios que se realizaban era a través de despeñamientos de cenotes. Estos eran muy usuales en la cultura maya. Los sacrificados solían ser jóvenes vírgenes, incluso, a veces, se podía tratar de niños. Estos individuos eran empujados a un gran pozo de agua. En numerosas ocasiones, estos estaban sujetos a palos, grandes piedras… Estos despeñamientos eran muy violentos, ya que, esos niños y vírgenes no solo se morían ahogados, sino también a través de duros golpes contra las piedras de ese pozo.
No debemos perder la perspectiva de que estos sacrificados se hacían para ofrecer energía y pedir ayuda a los dioses. Este último sacrificio era realizado para pedir al dios de la lluvia (Chaac o Chaak) precipitaciones. Y para que esa deidad les ayudara debían pagarle con la energía de un sacrificado. El siguiente sacrificio maya que destacaré es el sacrificio con venablos o con flechas. En un primer momento, se elegía al individuo que iba a ser sacrificado, se le desnudaba y se la ataba a un palo. Posteriormente, el cuerpo era pintado de azul, excepto, el pecho donde se iban a lanzar las flechas, por lo que esta parte se representaba de color blanco.
El sacerdote especializado se acercaba al individuo y le atravesaba con una flecha sus genitales (observando una vez más la importancia de la importancia de la sangre en la civilización maya). Finalmente, el grupo maya que se encontraba en torno al sacrificado, le clavaba, cada uno, una flecha en el pecho. Todo ello mientras se realizaba la danza de la muerte, pues como he dicho en el capítulo primero, estos bailes estaban cargados de un fuerte simbolismo divino.
El siguiente sacrificio maya sería el autosacrificio, el cual lo realizaba la población en sus propias casas para pedirle a los dioses ayuda. Se introducción objetos punzantes en las partes blandas del cuerpo, sobre todo en las orejas, para formar agujeros. En un segundo momento, se introducción diversos objetos en esos agujeros formados con anterioridad para que emergiera sangre y que causase dolor. Todo ello, para pedir algo a los dioses.
Otro sacrificio de gran relevancia en la civilización maya era el de los sacerdotes. Estos hombres se colocaban en fila en el templo y frente a ellos se encontraban esculturas de diversos dioses. Este sacrificio consistía en agujerear el miembro viril con objetos punzantes, para posteriormente a travesar los agujeros formados con hilo. La sangre emergida se recogía y con ella se bañaba a las pequeñas estatuas de las divinidades. Todo esto, los sacerdotes lo realizaban ingiriendo una planta (guarumo), que les permitía estar en trance y así reducían parte del dolor.
El sacrificio denominado pech’ni (“aplastar la nariz”) se conoce gracias a una única referencia que se ha encontrado en la civilización maya. Este sacrificio consiste, como su nombre indica, en aplastar la nariz del individuo y, posteriormente, matarlo. El último sacrificio humano que voy a tratar en este trabajo será sobre la decapitación. Esta última ha tenido gran relevancia en Mesoamérica, como muy bien se encuentran en algunas esculturas, murales… por ejemplo, se ha encontrado la estela 21 en la que aparece representada la sangre como si fueran plumas, el mural de Bonapak…. “La cabeza era probablemente la de un representante del dios, porque las víctimas con frecuencia representaban a las divinidades a quienes eran sacrificadas”.
En numerosas ocasiones, las cabezas decapitadas se disponían en hileras (un palo atravesaba la sien de la cabeza). Estas decapitaciones eran seguidas de la extracción del corazón. Anterior a este rito, se realizaban danzas. Una de las más característica era la que simulaba una pelea entre individuos vestidos con piel de animales, como la del jaguar. Un acto que se realizaba en estos ritos era que el sacerdote especializado en la extracción del corazón se vestía con la piel del sacrificado y posteriormente se lanzaba por la escalera del templo, para que emergiera la sangre y fuera dedicada a los dioses. Esta ceremonia de decapitación solía estar dirigida a la divinidad de la vegetación y de la naturaleza, la cual recibe el nombre de Xipe.
En los sacrificios mayas también podemos encontrar algunos sacrificios no humanos. Un ejemplo muy característico fue, cuando llegaron los españoles en el descubrimiento de América, los mayas sustituyeron los humanos, por la sacarificación de animales. Algunos ejemplos de estos animales eran los jaguares, zarigüeyas, perdices, tortugas, pez puerco espín. Aunque estudios recientes de las fuentes modernas han concluido que también se realizaban sacrificios con perros, venados y guajolotes.Incluso, diversos testimonios han mostrado ofrendas a los dioses con vegetales o hierbas. Por ejemplo, una ofrenda muy característica de esta civilización era el balché, la cual era una bebida fabricada a partir de miel fermentada y la corteza del árbol balché. También, se encuentran ofrendas con cera, vasijas, pigmentos, tejidos, placas de jade, madera tallada, elementos fabricados mediante oro, cobre.
CONCLUSIÓN.
La civilización maya se encuentra enormemente unida a la religión. La vida de esto pueblo gira en torno a los dioses, los cuales poseen características únicas: no suelen tener formas antropomórficas (son mezclas de animales y personas), hay una jerarquización entre los dioses menores y los mayores, existen objetos inanimados que pueden contener espíritus, que muchos de ellos conseguían divinizarse.
Lo más relevante es que los dioses estaban relacionados con los elementos de la naturaleza y los cambios atmosféricos y que estos seguían un ciclo de vida (nacen, crecen y finalmente mueren). Esto está relacionado con su calendarios, el cual no se basan por días, sino por períodos. El pueblo maya debía ofrecerle energía a estas deidades para que continuaran viviendo, para que estos últimos les ayudaran en su vida diaria, por ejemplo: en la fertilización de las semillas de maíz, en las precipitaciones.
Para finalizar, no debemos pensar con la mentalidad occidente, ya que nos puede causar violento y sin sentido. Por este motivo, un historiador debe ser imparcial, objetivo y entender la perspectiva de aquel momento. Por lo que, los sacrificios es algo lógico y normalizado en el mundo maya, el cual se encuentra presidido por la religión.