Desprestigio Político Por El Fenómeno Social-Ambiental: Deforestación Amazónica

La deforestación acontecida en la Amazonía en agosto del 2019 representó el 10% del total de deforestación en los últimos 10 años, lo que representa una aceleración del calentamiento global descontrolado, es así que, analizando las cifras de deforestación anual, encontramos que en lo que va del 2019 este fenómeno se incrementó al doble comparado con el año 2018, pero que a su vez dicho año finalizo con cifras de deforestación al doble que su predecesor.

A su vez este fenómeno de origen social-ambiental trae consigo serias consecuencias en la salud de la población mundial ya que la Amazonía es reconocida como la productora de más del 20% del oxígeno de la atmósfera terrestre y teniendo como consecuencias de salud más específicamente en ciudadanía de los países conformantes y aledaños.

Se reconoce al origen social como principal fuente de degradación ecológica en la Amazonía, producida por la necesidad de expansión agrícola y ganadera como fuente de ingresos económicos y de sustento, y por la necesidad de extensión de zonas urbanas en beneficio de la población como es el caso de la construcción de la ciudad de Brazilia desde cero. 

Pero quizás la principal causa de este fenómeno es la intensa tala indiscriminada para una facilidad de extracción de recursos mineros en la zona. En segundo lugar, se reconoce como fuente del fenómeno lo ambiental que provoca incendios naturales constantes por los mismos rayos solares y que, serían la causa de la deforestación masiva en agosto del presente año pero que se le dio mayor importancia por el solo hecho de incrementarse de manera masiva en relación a años o incluso meses anteriores.

El despido del director del Instituto Nacional de Pesquisas Especiales en Brasil por parte del presidente Bolsonaro funcionó como motivo para inculparlo de causante del incremento masificado de la deforestación en el territorio brasileño, observando mayor insistencia en ello por parte de ONG’s internacionales. Pero este hecho responde a una preocupación por parte estatal de una posible inflación de las estadísticas en relación al fenómeno. 

Toda esta tensión internacional provocaron la atracción del amarillismo o sensacionalismo internacional sobre un fenómeno natural e inevitable, ya que el fenómeno en discusión fue un hecho fortuito y natural, pero cuyas consecuencias deben ser atendidas por el gobierno local pero, sin caer en una subordinación de la opinión y exigencias internacionales que no tienen injerencia en políticas de estados nacional, los reclamos pueden servir de llamado de atención y llamado a la reflexión pero nunca de carácter imperativo ante una república soberana y mucho menos para señalar como causal para el desprestigio.

Dicha campaña de desprestigio internacional es atendida por el fenómeno político que se produjo en Brasil, en donde en las últimas elecciones, y que mantienen en la actualidad, un gobierno de derecha fue instaurado democráticamente pero que dicha ideología es mundialmente vista, erróneamente, como una dirección política dirigida al fascismo y el privilegio de un único sector, pero que en realidad responde a la exaltación del nacionalismo y la protección del territorio ante el fenómeno social de la inmigración, siendo el caso sudamericano el de la inmigración venezolana y las severas consecuencias que esta conlleva. Pero este gobierno además responde al descontento poblacional de las clases políticas clásicas que se mantuvieron en el poder sin capacidad de decisión efectiva y atendiendo a intereses personales.

Además esta crisis atrajo la intervención, como se mencionó antes, de actores externos ambientalistas como las ONG’s interesados en el freno de la deforestación, pero que en realidad tendrían como trasfondo el desprestigio del sector político que actualmente se encuentra gobernando en Brasil y que se va extendiendo en américa latina, pero que a pesar de ello, ha ido creciendo de forma exponencial con el transcurrir de los años logrando obtener gobiernos y representación parlamentaria en distintos sectores mundiales. 

En el caso de la Amazonía este grupo ambientalista apeló al sensacionalismo mundial compartiendo información desfasada y/o escandalizada para lograr conseguir carácter imperativo sobre las políticas de gobierno, pero que no medraron al actual representante democrático de Brasil, Jair Bolsonaro. Por último, mencionar que este grupo de protesta se relaciona y por eso responden ante el sector político de izquierda pero que en la actualidad se encuentra en crisis y sin alcance en decisiones de política de gobierno. Como reliquia protestante busca alcanzar puntos de atención interviniendo en casos controversiales a nivel mundial, pero que solo han logrado perjudicar más su imagen ideológica con escándalos de corrupción e inestabilidad gubernamental dentro de sus territorios, como en los casos de Brasil con el presidente Lula, el actual presidente Maduro en Venezuela o el de Otto Pérez Molina en Guatemala.