La Educación Prohibida Reflexiones Para El ámbito Educativo
Las personas se convierten en números y calificaciones
Para empezar hoy en día el alumno estudia para pasar el examen, realiza la tarea solo para obtener buena calificación, memoriza conceptos para pasar de grado, es así, como los alumnos realizan actividades sin interés propio, lo cual los lleva a convertirse en simples números, calificaciones y estadísticas.
Un ejemplo muy claro de ello, es cuando el alumno estudia memorizando cada concepto con el único objetivo de obtener la mejor calificación del examen sin embargo si se le repitiera ese mismo examen la próxima semana sin aviso alguno, ese alumno desafortunadamente obtendría una calificación inferior a la anterior ya que su aprendizaje se basó en un aprendizaje memorístico y no significativo.
Por otro lado, hoy en día se ve mucho que en las escuelas se fomenta la competencia entre los alumnos influyendo así a la desigualdad. Algo que no es debido ya que el docente construye ganadores y perdedores, hay premios y castigos. Y como consecuencia el alumno entra en una guerra continua donde olvidan los valores humanos y morales que este pueda tener. Es lógico pensar que dentro de la escuela se instruye para tener una sociedad pacifica; pero también es cierto que la mayoría de los docentes hablan de paz, pero casi nadie educa para la paz, educan para la competencia y la competencia es el principio de cualquier conflicto.
Otro aspecto importante es que el docente debe enseñar a base de un aprendizaje explícito, donde el alumno aprende y es consciente de ello, enfocado en no convertir al alumno en número ya que eso no define el nivel de aprendizaje de cada persona, mas allá de los conocimientos, son sus habilidades, actitudes o valores adquiridos.
El alumno está considerado en un grupo homogéneo con contenidos homogéneos que tienen que obtener resultados parejos
En primer lugar, el docente actúa sobre el grupo homogéneamente, cuando en realidad somos iguales biológicamente pero social y culturalmente somos diferentes. Pero la escuela no ha podido entender eso, el docente explica la clase y cuando ya uno de los alumnos comprendió el tema explicado el docente se siente satisfecho, pero la pregunta es ¿Acaso todos los alumnos son iguales para aprender de la misma manera y en el mismo momento? Pues no, cada niño tiene su forma diferente de aprender, el docente no debe convertir al alumno en un robot que hace todo lo que se le pide, debe dejar al alumno que explore sus conocimientos y descubra cual es la mejor manera para el de poder entender el tema.
Entonces se ve reflejado como las instituciones tiene poca capacidad de responder a las necesidades individuales del alumno, donde el docente solo es competente de atender una sola conducta y enseñar de una sola manera, la institución lejos de ser el ente en el cual el niño se desenvuelva plenamente, esta se ha convertido en el principal instrumento que no permite que la mentalidad del niño se desarrolle de una mejor manera, ya que lo convierten en un repetidor dónde debe hacer y decir, lo que el maestro indica, lo cual no se le permite desarrollar sus imaginación y obtener nuevos conocimientos.
Desafortunadamente el docente cree que por ser contenidos homogéneos debe obtener resultados homogéneos en los alumnos, no se da cuenta que los alumnos tienen intereses diferentes y capacidades diferentes, como futuros docentes debemos cambiar esos paradigmas y no ver al grupo de alumnos como algo homogéneo, debemos dejar que cada uno exprese la forma que él cree que aprendería de una mejor manera.
Los alumnos se convierten en repetidores
Hoy en día el propósito principal de la educación, es que los alumnos memoricen el tema estudiado, comprenda o no comprenda no interesa, lo que concierne es que el alumno lo diga de la misma manera que lo dice el maestro/curriculum, lo cual genera estrés en el alumno.
Además, el estudiar se convierte en un proceso irritante donde si el alumno no lo dice de la misma manera que el profesor, es porque el alumno es un mediocre, cuando debería ser todo lo contrario, el docente debería darle la oportunidad al alumno que él explique el tema de la manera que el entiende o crea más conveniente para que así el alumno pueda desarrollar sus diferentes habilidades de compresión y poder así crecer en conocimientos.
Como futuros docentes debemos cambiar esa metodología, debemos dejar que nuestros alumnos desarrollen sus habilidades de compresión, incentivarles a que participen en la clase y digan lo que entendieron del tema y que lo expliquen con sus propias palabras, no a base de un libro, no siguiendo metodologías que provocan estrés en el alumno, debemos marcar una diferencia en la sistemática tradicional de la educación
Estudio para pasar no para aprender
Es una realidad inminente que ahora se estudia para aprobar, no para “APRENDER” lo que nos enseñan, pero me pregunto ¿por qué ocurre eso? La respuesta es sencilla, el docente no es capaz de generar las condiciones necesarias para que en el alumno se despierte ese deseo de aprender, lo que implica que el alumno estudie con el único objetivo de sacar una buena nota, no importa si aprende o no, día con día el docente crea más robot, pues ahora el estudio es por una nota, ya que se ha enseñado al alumno a valorarse por un número, a ser competitivos, donde lo único que importa es la nota final y no el hecho de que este adquiera habilidades, actitudes y valores.
En la actualidad la educación del niño y sus objetivos son implantados por entes exteriores que obligan al alumno a estudiar por motivaciones externas a su persona; no estudia para aprender, sino para pasar el examen.
