La Epidemia Mundial Llamada Obesidad
Introducción
La obesidad o el aumento de grasa de corporal es considerada en la actualidad como una epidemia mundial, en adultos, niños y adolescentes. El Perú no es un país que esté ajeno esta problemática: “En la 35a Conferencia Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), desarrollada en Jamaica, se anunció que el Perú había alcanzado el tercer lugar en sobrepeso y obesidad en la región, solo detrás de México y Chile” (El Comercio 2016). La obesidad es un padecimiento silencioso, nocivo y difícil de controlar en el país porque a diferencia de otras enfermedades, los fastidios se generan a largo plazo generando otras molestias como la diabetes, hipertensión, cáncer, entre otras.
Desarrollo
En el Perú para controlar esta problemática focalmente el Estado implementó programas nutricionales que consisten en subsidio casi total de alimentos en las zonas más pobres del país, estos son los comedores populares, vaso, leche, el programa Quali Warma, etc. Los programas alimentarios carecen de un diseño técnico inicial, pues surgieron como respuestas temporales a problemas específicos y luego han evolucionado para dar respuesta a otros problemas (Alcazar 2017: 203-204). Con respecto a estos programas alimentarios se ha evidenciado que las condiciones en las que se encuentran los alimentos no cuentan con las medidas sanitarias adecuadas y, además, no cumplen con los estándares nutricionales propuestos por el Minsa. Asimismo, no existe una focalización correcta, es decir en la mayoría de casos los beneficiarios no cumplen con los requerimientos mínimos para permanecer en los programas. También se ha probado que no existe una buena gestión en la repartición de los alimentos en las zonas geográficas destinadas.
En los siguientes párrafos desarrollaré mi primer argumento cuya razón es elevar los estándares nutricionales de los alimentos que se sirve en los programas sociales permitirá focalizar la población beneficiaria, a través de 3 respaldos como eje. En primer lugar, se mejorará la calidad de los alimentos saludables en los comedores populares y en el programa Quali Warma. En segundo lugar, se podrá cuantificar estadísticamente la población beneficiaria de los programas sociales alimenticios. En tercer lugar, se verificará exhaustivamente el cumplimiento condicional de los beneficiarios.
En primer lugar, se mejorará la calidad de los alimentos saludables en los comedores populares y en el programa Quali Warma. En el caso de los comedores populares, los gobiernos locales entregan ciertos alimentos, fundamentalmente carbohidratos, pero casi nunca frutas y verduras, que son usados para elaborar el menú diario, cuyo diseño y preparación queda a cargo de las mismas cocineras y beneficiarias (Diez y Saavedra 2017: 107). Es por ello que debe realizar una modificación en la gestión nutricional en los alimentos entregados; porque, estos programas fueros elaborados para ayudar a las zonas más pobres del país brindándoles alimentos que cumplen los estándares alimenticios saludables. Sin embargo, el Estado no cumple con estos requerimientos nutricionales mínimos originando nuevas problemáticas como: la obesidad. Con respecto al programa Quali Warma según el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) “La preparación de los alimentos en las cocinas de las IIEE la realiza las madres de familia, por turnos, o con la ayuda de una cuota mensual, se contrata a una madre de familia u otra persona que cocine. Si la encargada es una madre de familia, generalmente lleva verduras, papa y carne para complementar los productos de Qali Warma” (2016: 106). En efecto, muy similar al caso de los comedores populares, en su mayoría, son destinados carbohidratos, entre otros alimentos que influyen en incremento de grasa corporal en los estudiantes.
En segundo lugar, se podrá cuantificar estadísticamente la población beneficiaria de los programas sociales alimenticios. El focalizar una zona concreta que cumple con los requisitos mínimos para ser beneficiado con el programa alimenticio correspondiente sería apropiado. Debido a que se puede analizar su situación para cubrir otras problemáticas que padece este conjunto de beneficiarios y así mejorar su situación socio económica de las zonas pobres del país. Sin embargo, según la economista Lorena Alcazar: “La focalización de los programas alimentarios enfrenta deficiencias que se explican sobre todo por qué muchos entienden población pobre en general, sin utilizar mayores filtros, y porque se basan principalmente en mecanismos geográficos, cuando, sobre todo en las áreas urbanas, la pobreza coexiste con la no pobreza en las mismas zonas o barrios” (2017: 212). En efecto, no hay un filtro consolidado para cuantificar a las personas beneficiarias; por el contrario existe una evidente usurpación de información, es decir, no cumplir con los requerimientos correspondientes.
En tercer lugar, se verificará exhaustivamente el cumplimiento condicional de los beneficiarios. En el desarrollo de la premisa anterior aproximé, sutilmente, la corrupción que se da en los programas sociales; es decir, en muchos casos las personas falsifican documentos, principalmente, el nivel económico en el que se encuentra la persona con el objetivo de recibir la ayuda que brinda el estado en las zonas de extrema pobreza. Según el vicepresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Santiago Levy en cada programa que estén operando revisar los padrones de beneficiarios, revisar la información y sobre todo tener información actualizada de los niveles de ingresos de esas personas y con base en eso verificar si realmente las que están necesitadas están recibiendo los programas y si no es el caso hacer las modificaciones a la lista de beneficiarios” (RPP Noticias 2016). Es por ello, que se debe aplicar una constante supervisión al padrón de beneficiarios para poder así reducir la inyección de dinero destinada a la zona seleccionada y aportarlo en mejorar otros aspectos carentes de los programas nutricionales.
Conclusión
En síntesis, las problemáticas que afronta los programas sociales descritos en mi ensayo enfocado a la calidad nutricional focalizada deben ser regulados por el Minsa y por los encargados en recibir los alimentemos. Se debe solucionar de manera urgente porque los principales consumidores de esta ayuda del Estado son las madres de familia y los escolares menores de edad. Estos se encuentran vulnerables, principalmente, porque las personas de bajos recursos son los más sensibles al aumento del costo de los alimentos (Diez y Saavedra 2017: 107). Debido a lo explicado en mi ensayo, el factor de la calidad y la focalización en los programas nutricionales son las primeras cuestiones que se tienen que resolver para brindar un mejor cuidado nutricional a las personas beneficiarias.
