La Ética Aplicada En La IngenierÍa Civil
La ética es indispensable para cada ser humano. Es una costumbre, por así decirlo, que viene inculcada por la mayoría de hogares; mas, sin embargo en la actualidad hemos podido notar cómo esta va perdiendo su gran valor ya que muchas personas prefieren romper sus principios por dinero, intereses personales o cualquier beneficio que se les pueda presentar. En la ingeniería civil se puede notar cómo algunos expertos prefieren hacer mal las cosas, rompiendo reglas de construcción sin importar las consecuencias que esto pueda traer a la comunidad. Pomar y Mateus manifiesta que:
“La importancia del sector de la construcción, específicamente el edificador, para el desarrollo del país es innegable. En un país urbano como Colombia, cuyas urbes han crecido de una forma alarmante desde los años 80, la ciudad representa un camino de ocasiones de progreso y de sus habitantes. El sector construcción representa para el país un factor determinante de crecimiento en sus indicadores económicos y sociales, por lo que gobiernos nacionales y locales promueven la actividad desde distintos ángulos e, incluso, incorporan acciones concretas en sus diversos planes de desarrollo, establecen metas en la construcción de viviendas, realizan alianzas permanentes con el sector privado y crean incentivos para consolidar el crecimiento o reactivar la economía, en la oferta y la demanda del producto inmobiliario. Para lograrlo, los actores del mercado, en especial los gremios, solicitan al Estado eliminar barreras que impiden este desarrollo y agilizar los trámites que permiten la gestión de proyectos, basados en mediciones internacionales que el mismo sector privado realiza, como el Doing Business, que compara con otras economías de libre mercado la posición del país en diferentes materias, como el desarrollo de edificaciones. Estos son los temas que se analizarán en el primer capítulo y que permitirán conocer la realidad del sector y la influencia de sus actores para la toma de decisiones del Estado.”
Los valores
Mucho se ha hablado, se habla y se va a hablar sobre los valores. Se trata, sin dudas, de un tema por lo menos controvertido, sino polémico, ya que hace referencia a un concepto difícil de asir (por la carga de subjetividad que conlleva) y más aún de aplicar bajo criterios uniformes. Como bien lo destaca López Quintás: “Los valores son vertientes de la realidad, ambiguas por naturaleza, carentes de contornos definidos, rebosantes de dimensiones, y, como tales, muy difíciles de reducir a un estudio analítico preciso y riguroso.”
Ya desde los albores de la humanidad, los hombres se han orientado hacia algunas cosas y han rechazado otras, o sea, han manifestado preferencias, las cuales rigen las prácticas sociales en sus diversos ámbitos.
Las personas desarrollan su existencia, eligen, toman decisiones, etc., basándose en valores. El ser humano no tiene una actitud indiferente y pasiva frente a la realidad, sino que la percibe bella o fea, buena o mala, agradable o penosa, etc. No sabe vivir sin valorar. Siempre, cuando toma una decisión, e incluso, cuando no la toma, está expresando su sistema de valores. Al mismo tiempo, las personas se han planteado la necesidad de ponerse de acuerdo sobre ciertos principios que promuevan una armoniosa vida social.
En ese sentido, los valores pueden identificarse como preferencias conscientes e inconscientes que rigen para la mayoría de los integrantes de una sociedad y que están socialmente regulados.