La Finanzas Y El Emprendimiento Para Crear Valor En Los Negocios

Finanzas y emprendimiento van de la mano cuando se trata de hablar sobre que tienen de especial las finanzas de aquellas personas que emprenden para crear valor a través de nuevos negocios.

Entre los principios financieros que debemos seguir cuando vamos a emprender, se debe contemplar que todo esfuerzo realizado por el equipo emprendedor tiene que ser recompensado. Estamos hablando de que el equipo emprendedor deberá tener un sueldo si dedica horas al negocio. Pero también suponemos que cuando una persona dispone de una determinada cantidad de dinero y la invierte en una idea de negocio nueva, dicha iniciativa debería tener una recompensa, para incentivar a que se invierta el dinero o se preste el dinero. Todos asumimos que el dinero tiene un valor temporal. El emprendedor que prescinde de su dinero hoy, para financiar una idea nueva, tendrá que tener esa recompensa o ganancia, independientemente de que cobre o no un sueldo si también le dedica tiempo.

Además del valor temporal del dinero, el coste que debemos calcular debe de incluir el riesgo de que el negocio no resulte. La posibilidad de que si algo no funciona el nuevo negocio no generará suficiente dinero para compensar el capital avanzado, incrementará el coste. A mayor riesgo se perciba mayor deberá ser la compensación para poder encontrar fondo de financiación.

Otro de los principios que debemos respetar es el que hace referencia a la importancia del efectivo. Es evidente que a la hora de realizar un plan de negocio tendremos que presentar unos estados financieros en los que se incluirá el balance de situación previsional y la cuenta de pérdidas y ganancias previsional. La evaluación de la situación de la empresa se realiza a través de los estados financieros, pero en un plan de negocios es muy importante la previsión de tesorería. Tenemos que saber que entradas y salidas tenemos de efectivo, y es importante que dicho análisis esté realizado mensualmente para que podamos hacer previsiones de las necesidades de financiación temporales que tengamos. Por este motivo, el efectivo se convierte en uno de los principales indicadores para el emprendedor.

El cuarto principio que debemos observar en la financiación de nuevos negocios es la búsqueda y la negociación para obtener esos fondos, que será tanto en mercados públicos como privados. En los mercados públicos podemos acceder para buscar y negociar contratos estandarizados, títulos y valores de todo tipo, que se intercambian a un precio determinado que marca el valor del título o valor que se negocia. Por lo que, en dichos mercados se da una eficiencia, en cuanto que los precios reflejan la información existente en el mercado, y una liquidez, pues si los inversores están de acuerdo o desacuerdo con esos precios, podrán comprar los títulos de que se trate. En los mercados privados, los precios no reflejan información relevante del “new venture”, y los títulos no se pueden vender fácilmente, por lo que no se da la eficiencia y liquidez mencionada en los mercados financieros públicos.

Los motivos que nos lleven a iniciar un nuevo negocio pueden ser varios, desde razones personales, económicas, altruistas, competitivas, el desafío en sí de crear una “new venture”. No obstante, la razón que une a todos estos objetivos que pueden existir detrás de un nuevo negocio es el incremento de valor. Parte de los socios invertirán por impulsos sociales, otros medioambientales, de innovación, o de cualquier otro tipo, pero ninguno de ellos dirá verá con malos ojos un incremento del valor del negocio en 1 EUR, sin que ello interfiera en las motivaciones iniciales que les llevó a creer en la idea e invertir en el negocio. Como principio podríamos decir que el principal objetivo financiero para todos ellos podría ser incrementar valor de la compañía.

Fijémonos que hemos dicho el incremento de valor y no de las ventas o del beneficio. Un aumento de ventas siempre es interesante, pero no a cualquier precio, por lo que no será el objetivo último que busqué un emprendedor. El beneficio podría ser más adecuado, pero muchas veces, el beneficio generado en la compañía se tiene que dedicar a reinvertir en nuevos activos para mantener el negocio en funcionamiento, y no da suficiente para retribuir a los inversores. Por lo que sería mejor transformar ese beneficio en un free cash flow que pudiese permitirnos retribuir al equipo emprendedor. Este efectivo no es más que el exceso generado sobre las operaciones de la compañía, lo que tenemos que pagar a los acreedores y lo que se invierte en nuevos activos. Las proyecciones de free cash flow, actualizadas según el valor temporal del dinero, serán las que nos den ese incremento de valor que estamos buscando, y que marca de forma más certera lo que el inversor quiere.

Las finanzas acostumbran a ser clasificadas como una disciplina sin sentimientos, que no tiene en cuenta la naturaleza de las personas y sus circunstancias, y que siempre actuamos en nuestro propio beneficio cuando tomamos decisiones. Siguiendo los principios financieros para emprendedores, podemos llegar a la conclusión de que el emprendedor puede estar actuando en contra de su propio interés en algunos casos, y eso puede ser peligroso. En las diferentes etapas de la creación de un nuevo negocio, nos podemos encontrar con la imperativa necesidad de capitales externos. Miramos a nuestro alrededor y ya hemos tocado a los amigos y la familia, préstamos personales, e incluso hemos recurrido a la tarjeta de crédito, pero ahora no hay más, tenemos que plantearnos que entren terceras personas/partes en nuestro negocio. Esa entrada puede llevar a pérdidas de control en la gestión desde etapas todavía como “startup”.

En este estadio de crecimiento, debemos ser conscientes de la importancia en la alineación, de los incentivos para todos los que tengan relación con el negocio que estamos creando. Es más, tenemos que estar dispuestos a renegociar y mejorar los incentivos que hayan sido desechados, para dar con la continuidad que necesita la compañía. Es preferible saber cuando vamos a tener problemas para hacer frente al pago del alquiler o las nóminas, para anticiparnos y renegociar las condiciones para minimizar los comportamientos que puedan llevar a una destrucción del valor para la compañía, no deseada por ninguno de los agentes.

Como último principio hablaremos del carácter y la reputación de la compañía. Esta claro que el principal objetivo financiero será incrementar valor, pero esa creación de valor tiene que darse cumpliendo las leyes, siguiendo prácticas comerciales sostenibles y éticas, con una buena reputación en nuestro entorno y generando apoyo y confianza para el equipo emprendedor y el negocio en sí mismo. Estamos convencidos de que el incremento de valor para los emprendedores, no tienen por qué estar reñido con la no-destrucción de valor para el resto de stakeholders de la compañía.