Sociedad de la Globalización y sus Cambios Respectivos

“Globalización” ha sido uno de los términos más utilizados en las Ciencias Sociales a lo largo de las últimas décadas. Se trata de un término relativamente reciente, surgido tras finalizar la Segunda Guerra Mundial (1945) gracias al Plan Marshall, el cual consistía en una ayuda por parte de Estados Unidos a Europa con el fin de establecer su modelo económico, y a los Acuerdos “Bretton Woods”, con el surgimiento de instituciones como las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y principalmente del Acuerdo General de Comercio y Tarifas (GATT), que impulsaron el principio de la globalización económica.

La sociedad de la globalización implica un cambio en la organización de las relaciones a nivel político, económico, social y cultural dentro de un nuevo concepto de espacio y tiempo. Este cambio se atribuye a diferentes políticas neoliberales que establecen la teoría de la relación entre educación y empleo, y la relación entre la expansión de la educación y el control del gasto público. Para garantizar el efecto esperado de esta hegemonía, el cual se ha extendido a todos los sectores del sector público, incluida la educación, se crean las organizaciones internacionales, como la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE), la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre países e influye en la educación a través del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), que extiende el sistema comercial a los servicios; Organización Iberoamericana de Educación, Ciencia y Cultura (OEI), etc. Esto se debe principalmente a dos razones. En primer lugar, la educación como componente básico en la llamada ‘sociedad del conocimiento’, que es una forma social en la que la globalización económica puede obtener la mayor ventaja comparativa. La producción no es solo un medio de desarrollo, sino que es convertido en un fin en sí mismo, por lo que la inversión estratégica en educación es una pieza fundamental para el éxito en una atmósfera internacional donde el grado de competitividad es altísimo. Por otro lado, la globalización también utiliza la educación como una mercancía. Medidas como la agenda de la OMC, y especialmente el AGCS, han hecho de la educación un servicio atractivo y negociable para el capital, presionando así al país a adoptar prácticas como el ‘proteccionismo’ nacional en educación.

Los mencionados organismos internacionales son el resultado del cambio educativo más significativo, debido a que, en la relación entre la escuela y el empleo, si publicamos un discurso dominante, podemos observar sus intenciones duales, por un lado, en la enseñanza basado en los beneficios de competitividad internacional establecidos en el informe PISA. Este beneficio no solo se evalúa, sino que también es similar al gobierno externo, y a cómo las prácticas educativas para el estado deben aprobar su evaluación. Y las principales omisiones en los papeles dominantes. Cada vez más escuelas se limitan a la capacitación de internalizar el discurso del profesor y superar los estándares establecidos, excluyendo a los alumnos que se salgan de estas normas o restricciones. Estaríamos en lo cierto si dijéramos que se están preparando alumnos para llegar al límite y no al conocimiento y aprendizaje.

Existen tres apartados importantes para entender el impacto de la globalización en el ámbito educacional: la relación entre educación y empleo, la expansión educativa y las pericias educativas de lucha contra la pobreza.

Uno de los campos más estudiados por las ciencias sociales es el del trabajo como consecuencia de la globalización. El hecho de que un nivel más alto de calificaciones reduzca los salarios depende de la importancia relativa de los efectos de “composición” y “compresión salarial” de los niveles de antigüedad. El primer efecto es a menudo aumentar la proporción de trabajadores con altos niveles de calificación, lo que lleva a una mayor desigualdad salarial entre los grupos sociales. Sin embargo, el exceso de oferta de talentos calificados tendrá un efecto de compresión salarial, reduciendo así las diferencias salariales entre los trabajadores y reduciendo así la desigualdad de ingresos. Una tendencia observada en Países en vías de desarrollo es que el efecto de composición es mayor que el efecto de compresión, que se acompaña de una disminución de los salarios reales a niveles de calificación más bajos.

El fenómeno globalizador ha hecho que la percepción social aune ciertas concepciones y objetivos comunes, concepciones como la importancia de la educación como un activo y por ello una institución clave para la posibilidad de una oportunidad en el mercado laboral, son estas motivaciones las que justifican la necesidad de inversión educativa. Esta necesidad se regula con una serie de políticas, que tienen como fin aumentar el acceso a la educación sin que el gasto público se vulnere, para hacer esto posible hay dos mecanismos esencialmente. Una vía sería la expansión de la enseñanza privada y por otro lado una redistribución del gasto en educación pública en los sectores sociales más vulnerables, solo así se ve posible un incremento en el nivel educativo a la vez que se salvaguarda la inversión pública.

Es una realidad la puesta en marcha de este tipo de estrategias hoy en día, aunque todo estos reajustes han de estar vigilados en aras de garantizar una calidad mínima en la enseñanza, por ello los sindicatos y asociaciones de trabajadores son primordiales a la hora de presionar a las instituciones estatales para defender sus derechos, en definitiva para que sus salarios no sean la víctima de un gasto necesario como lo es la educación.

Aunque la importancia dada a la inversión educativa básica viene determinada por la tasa de rendimiento escolar, a la vez, puede ser el resultado de la educación en las escuelas públicas de aquellos sectores más vulnerables de la sociedad. Dado que los grupos sociales más vulnerables son los más avanzados en lo que a participación en educación secundaria y superior se exigen un mayor nivel de copagos en la educación básica. Los créditos en la educación superior son un claro síntoma de un absurdo aumento en la educación privada sin prestar atención a la importancia de la participación social en la misma. Por ello, las limitaciones de políticas estrictas desembocan en medidas extremas que dañan a los sectores sociales más indefensos, así como las tasas de matrícula en la educación básica, suponen transformaciones que hacen deteriorar la educación pública.

Por otro lado, las políticas educativas neoliberales están relacionados con los efectos esperados del acceso a la educación para los niños en situación de pobreza, siendo este uno de los componentes más importantes que enlazan la globalización con la educación. La educación es un elemento primordial en el progreso de los Documentos de Estrategia de Lucha Contra la Pobreza (DELP), potenciado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional potenciando “adecuadas prácticas” centradas en los sectores más vulnerables. La consecuencia más palpable del espectro neoliberalista en el ámbito educacional ha sido el paso de considerar el impacto del crecimiento económico en el desempeño educativo en núcleos familiares desfavorecidos a tomar otro tipo de consideraciones, como el desarrollo de políticas educativas específicas para la garantizar la admisión de niños pobres. Todo ello amparado en el modelo del “Consenso de Washington” y su “efecto goteo”, concepto útil en la explicación de cómo el crecimiento económico impregna cada aspecto de la sociedad directa o indirectamente, llegando así hasta el entorno educativo. Son las reformas educativas destinadas a la mejora en la gestión y organización escolar, caracterizadas por su descentralización, la competencia interescolar y la recuperación de costos, aquellas capaces de garantizar la calidad en la educación de bajo costo.

Sin embargo, es más claro que la limitación de la política educativa clave para la pobreza es casi totalmente monetaria. Algunas soluciones a la pobreza que van mucho más allá del rango material, ilustran, en muchos casos, estrategias que abordan mucho de los obstáculos que enfrentan la experiencias de aprendizaje exitosas de los niños pobres. Por lo tanto, si no se tiene en cuenta el impacto de la pobreza en la educación, cualquier política educativa no puede ser utilizada como una estrategia con la que combatir la pobreza. 

22 October 2021
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