La Importancia De La Mujer Desde la I Guerra
Introducción
El objetivo de esta investigación es evaluar si una de las consecuencias de la Primera Guerra Mundial fue la mejora de las condiciones laborales y políticas para las mujeres en Inglaterra; en concreto, si el tener que sustituir a los hombres en los trabajos que ellos desempeñaban antes de la guerra tuvo consecuencias para su autonomía y su condición de ciudadanas. Para lograr este objetivo se van a estudiar las condiciones económicas, sociales y políticas de las mujeres inmediatamente antes, durante y después de la guerra, comparando estas condiciones unas con otras.
Desarrollo
Entre las fuentes utilizadas para realizar esta investigación, se encuentran libros y artículos académicos escritos por mujeres o por hombres en colaboración con ellas, debido a que su papel en la historia ha sido recuperado, sobre todo en el siglo XX, por las propias mujeres. Este es el caso del historiador George Duby, un prestigioso historiador francés que ha dirigido una historia de las mujeres[1] de varios volúmenes en colaboración con Michelle Perrot, historiadora francesa pionera en este tipo de Historia. Se ha utilizado el volumen 5 puesto que es el que trata la historia contemporánea.
Este es el periodo que se está estudiando en este trabajo. El propósito de este libro es relatar una historia en la que las mujeres son las protagonistas y contar cómo estas influenciaron y se vieron influenciadas por el entorno histórico. Por un lado, el hecho de que sea un libro académico lo hace, directamente, una fuente seria y fiable, cuyos autores son especialistas en el tema. Además, al estar más alejada del tiempo en el que sucedieron los hechos, es una fuente objetiva con perspectiva histórica y una mirada imparcial. La principal limitación de la fuente reside en su propósito.
El texto se va a ver influenciado por el objetivo de los autores de denunciar la discriminación de las mujeres en la historia. Asimismo, esta fuente no puede transmitir la experiencia real de las personas que vivieron en esta época. Otra de las fuentes utilizadas en el trabajo es un testimonio personal de una mujer inglesa, Ruby Rathbone, que, tras la partida al frente de su prometido en 1916, se presenta voluntaria para trabajar como conductora de autobuses. Lo hace como forma de contribuir a la guerra, pero, tras casarse la echan del trabajo y se dedica el resto de su vida a ser ama de casa
El propósito de esta fuente es dar testimonio directo de una mujer que experimentó en primera persona la situación laboral y social que se está estudiando en el trabajo. Este tipo de fuentes, por un lado, aportan una información que difícilmente se puede obtener de otra manera, pero, por otro, se caracterizan por su subjetividad. Además, algunos testimonios han sido traducidos por lo que se ha podido perder o tergiversar información. El estudio de las mujeres inglesas durante la Primera Guerra Mundial sirve para describir la situación de desigualdad en las que se encontraban antes de la guerra
Es ver cómo esto ayudó a cambiar tal situación. Se ha elegido ese país y ese período histórico, en primer lugar, porque Inglaterra fue la cuna de la revolución industrial y la industrialización fue un factor determinante en la emancipación femenina. En segundo lugar, porque Inglaterra fue el país donde, junto con EE. UU, las mujeres más se movilizaron a favor del voto. Durante el siglo XIX, el desarrollo del trabajo en cadena y la sustitución de la fuerza física por la máquina que produjo la industrialización, favoreció la incorporación de la mujer al trabajo,que, a su vez, motivó el desarrollo del feminismo.
Todavía en esa época la mujer seguía siendo dependiente de un hombre. No era un individuo libre y no se le reconocía la categoría de ciudadana, es decir, no tenía derecho a participar en los asuntos políticos. Además, el estereotipo femenino consistía en la imagen de la mujer como madre y Ángel del Hogar, reservada al ámbito privado, mientras que el hombre era políticamente activo, racional e inteligente, perfecto para la vida pública. Sin embargo, las mujeres americanas e inglesas llevaban mucho tiempo desafiando esta imagen. Si bien las sufragistas surgieron por primera vez en Estados Unidos.
Fueron las británicas las más impacientes. Desde el siglo XIX, en Inglaterra, un país protestante, más moderno y evolucionado, y más desarrollado económicamente que otros, las sufragistas moderadas llevaban 40 años tratando de conseguir el voto mediante peticiones al Parlamento y el lobbying. Tras las constantes negaciones por parte del gobierno, las sufragistas comenzaron a utilizar tácticas militantes radicales. Emmeline Pankhurst fue la principal dirigente de este nuevo sufragismo radical que defendía que la desigualdad de género venía dada por el sistema patriarcal sobre el que se asentaba la sociedad británica.
Justo antes de la Primera Guerra Mundial la expansión de las ideas sufragistas además de su violencia, hicieron replantearse al gobierno británico su posición ante el voto femenino. Pero con el estallido de la contienda el sufragismo quedó en un segundo plano porque el gobierno debía concentrarse en otros asuntos de mayor importancia, además de que las sufragistas postergaron su causa ante la emergencia nacional. Es importante el trabajo de las mujeres durante la Primera Guerra Mundial en Inglaterra. Una de las consecuencias directas de la Primera Guerra Mundial fue que la retaguardia quedó sin mano de obra.
Es por esta razón que la mujer ocupó los puestos antes desempeñados por hombres. En Gran Bretaña, 800.000 mujeres pasaron de ser amas de casa a trabajar con un sueldo fijo, y 80.000 de estas mujeres obtuvieron puestos como auxiliares de las Fuerzas Armadas en las que crearon unidades femeninas como la WAAC (cuerpo femenino auxiliar del Ejército), la WRNS (servicio femenino de la Real Armada) y la WRAF (Real Fuerza Área Femenina) y otras muchas mujeres se enrolaron como enfermeras. Durante la guerra 972.000 mujeres inglesas trabajaron en las fábricas de munición.
El hecho de que ya no hubiese hombres que siguiesen ejerciendo sus trabajos les dio a las mujeres la oportunidad de demostrar su valía y de hacer ver que eran tan capaces como ellos de trabajar, tanto en la industria como en el campo, como conductoras de camiones, autobuses y metros. Podían montar aviones, trabajar en los ferrocarriles, en las minas etc. Y, aunque ellas sabían que muchos de estos trabajos eran temporales, descubrieron que podían desempeñar los mismos trabajos que los hombres y que, además, esta situación les ofrecía oportunidades, autonomía económica e independencia, puesto que al recibir un salario por su trabajo ya no tenían que depender de ningún hombre.
La Postguerra y cambio en la vida social y política de las mujeres. Muchos daban por hecho que estos cambios serían temporales y que una vez terminada la guerra todo volvería a la normalidad. Pero las mujeres comenzaron a ser conscientes de su valía y adquirieron esa confianza necesaria para exigir más poder político y social. Tras la guerra, el gobierno que, como señalé antes, ya se había replanteado el voto femenino, quiso reconocer el mérito de las mujeres por su participación en la contienda. El 28 de mayo de 1918 fue aprobada la ley de sufragio femenino con 364 votos a favor y 22 en contra.
Aunque solo para aquellas mujeres mayores de 30 años y de una determinada posición social. El resto de las mujeres tuvo que esperar hasta 1928. Por otro lado, el estereotipo de mujer y el concepto de feminidad cambiaron radicalmente, lo que se manifestó en la indumentaria y la moda que, por ejemplo, ya no marcaba las curvas ni la figura, sino que aportaba libertad y comodidad. Se ha comprobado que la interpretación mayoritaria de esta época en relación con las mujeres es que la contienda las ayudó a su emancipación porque trabajar fuera de casa y ganar un sueldo repercutía en su autoestima.
Incluso en el reconocimiento social, Sin embargo, algunos historiadores matizan esta afirmación porque muchas mujeres que trabajaron durante la guerra sustituyendo a los hombres tuvieron que abandonar los trabajos en cuanto ellos volvieron. Aunque es cierto que cambió la imagen de la mujer en algunos aspectos, también lo es que su imagen tradicional pervivió durante mucho tiempo e incluso llega hasta la actualidad. Por otro lado, el efecto de la guerra sobre la emancipación femenina se refiere básicamente a las mujeres de clase media porque las obreras apenas vieron cambiada su situación laboral.
Así, la Primera Guerra Mundial supuso un cambio importante en la vida de las mujeres inglesas. Consolidó el movimiento feminista otorgándole a las mujeres la confianza necesaria para exigir autonomía y el derecho al voto. Se aprobó el sufragio femenino restringido como reconocimiento por el sufrimiento y el esfuerzo durante la guerra. Además, la experiencia de un trabajo fuera de casa con un sueldo influyó sobremanera en la liberación femenina y supuso un cambio radical del estereotipo y del rol de las mujeres en la sociedad. Sin embargo, estos cambios no eran bien vistos por todos.
Para los anti-sufragistas, que las mujeres obtuviesen el derecho al voto significaría un desorden social por su participación en la vida pública, que supondría que los hombres dejasen de tener el monopolio del poder. Además, según ellos, significaría el abandono de las tareas domésticas como el cuidado del hogar, de los niños etc. Respecto a los métodos que he utilizado para realizar este trabajo, lo primero que llama la atención es la dificultad de seleccionar las fuentes a las que acudir porque, tratándose de un tema de historia de mujeres, el esfuerzo para encontrar información ha sido mayor.
Había muchas menos fuentes que si se hubiese tratado de la historia de los hombres. Sobre las mujeres se ha recopilado muchísima menos información, ya que el estudio histórico de las mismas no interesaba, entre otras cosas, porque la Historia la hacían los hombres. Además, las mujeres escribían mucho menos sobre lo que les sucedía porque no estaba bien visto en la sociedad en la que vivían. Entre las que sabían leer y escribir solo estaba bien visto que escribiesen cartas o diarios que, después, en muchas ocasiones, ellas mismas destruirían. Asimismo, tampoco hay tantas fuentes públicas u oficiales sobre su vida.
Otra de las dificultades comunes con las que se enfrentan los historiadores es la objetividad. En el caso de la historia de las mujeres se convierte en una dificultad mayor porque al escribir la historia con alguna finalidad que no sea el mero hecho de informar, esta adquiere mayor subjetividad. Asimismo, al tratarse de un tema social relativamente reciente y al haber hecho el trabajo con el principal objetivo de denunciar la situación de las mujeres durante ese periodo, este análisis es más sensible. Otra dificultad ha consistido en manejar las fuentes originales y secundarias en inglés.
Al traducir un texto o testimonio, se puede perder información y los textos pierden espontaneidad, ya que la traducción nunca puede ser absolutamente fiel. Por último, otro de los desafíos a los que me he enfrentado ha sido el de ponerme en el lugar de estas mujeres para describir y explicar mejor cómo se sentían, aunque como en la sociedad actual siguen produciéndose situaciones parecidas a las que vivieron esas mujeres, no me ha resultado tan complicado.
Conclusión
Una vez realizado este trabajo he comprendido que los acontecimientos históricos son los que deciden los historiadores que son, y como hasta hace muy poco, los historiadores eran solo hombres, lo que hacían las mujeres no era considerado historia. Afortunadamente, desde los años 70 esta situación está cambiando debido a que cada vez hay más mujeres que se dedican al oficio de historiador y que la perspectiva de los hombres está cambiando, gracias, en gran parte, al movimiento feminista.