La Práctica Reflexiva, Herramienta Fundamental en el Proceso de Enseñanza

Cómo desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar ensayo argumentativo: Desde hace tiempo escuchamos sobre lo que es la reflexión en la práctica y que esta sirve para mejorar o comprender mejor las cosas. Sentarse y analizar las cosas para poder tomar decisiones y ver otras perspectivas es algo que los seres humanos deberíamos realizar de forma innata, pero no es así, la reflexión de la práctica debemos cultivarla, motivarla y crear una conciencia para que podamos ejecutarla de manera fluida y sacar el mayor provecho de esta. 

Desarrollar la practica reflexiva en el oficio de enseñar Philippe Perrenoud resumen de su idea: Philippe Perrenoud (2007) nos dice que “Evidentemente, a todos nos sucede alguna vez que reflexionamos espontáneamente sobre la propia práctica, pero si este planteamiento no es metódico ni regular no va a llevar necesariamente a concienciaciones ni a cambios”. (pág. 42).

Un docente debe ser un ente competente y dentro de las competencias que debe poseer esta el ser reflexivo ante su propia practica y realizar esta como habito en su diario accionar. El reflexionar se vuelve entonces elementos clave en el oficio de enseñar.

Àngels Domingo Roget (2013) describe la practica reflexiva como “una metodología de formación cuyos elementos principales de partida son las experiencias de cada docente en su contexto y la reflexión sobre la propia práctica” y que “el punto de partida es la práctica en el aula de los docentes que participan en la actividad”. (pág. 169). Las vivencias de cada docente son particulares y varían de un contexto a otro, es por esta razón la importancia de que se reflexione en base a nuestra realdad, para garantizar una mayor eficacia.

Jiménez Muñoz, Jorge Andrés; Rossi, Fernanda; Gaitán Riveros, Carlos (2017) nos dice que “La práctica reflexiva se constituye en una posibilidad, como medio intencionado de formación para docentes, que asume la reflexión como principio fundamental desde sus tres momentos: en la acción, sobre la acción y sobre el sistema de acción”. (pág. 589). Este postulado nos lleva a que toda practica reflexiva se realiza en el diario accionar y en base a las acciones que realizamos en el día a día en nuestras aulas al junto de los estudiantes, cada actividad o estrategia utiliza debe ser reflexionada después de ser ejecutadas y es así como vamos mejorando en la práctica.

• Determinar los pasos que debemos dar para llegar a una reflexión de calidad es la clave, ya que todo lo que hacemos si lo planificamos tendremos mejor aprovechamiento. Algunos de los pasos que debemos seguir son:
• Iniciar determinando el lugar, el tiempo y el espacio donde vamos a realizar la practica reflexiva, acondicionando todo para que nuestra practica reflexiva sea mas tranquila y podamos realizarla a conciencia.
• Segundo es importante estar abierto a compartir nuestras experiencias con otros docentes y así poder escuchar diferentes puntos de vista, crear una comunidad reflexiva va a garantizar la permanencia de esta y se motivaran entre todos a continuar.
• Tercero crear un diario reflexivo, donde anotaremos las cosas relevantes que van sucediendo, ya que no es bueno dejar todo a la memoria.
• Cuarto es importante enfocarse en nuestra propia práctica, dejando a un lado la de los demás, buscando siempre las fortalezas y debilidades, planteándonos mejoras y analizando cada actividad que realizamos aunque entendamos que hayan sido exitosas.

Es necesario abandonar aquella actitud reflexiva ante lo ocurrido y empezar a reflexionar de manera habitual y constante ante todas las acciones realizadas. Wilmer Hernando Silva Carreño (2013) nos dice que “el pensamiento reflexivo implica la consideración activa, persistente y cuidadosa de cualquier creencia o práctica tomando en cuenta las razones que la sostienen y las consecuencias que puede tener a futuro”. (pág. 252).

Por qué debemos crear una cultura reflexiva ante la práctica es algo evidente, ya que mientras más reflexionamos, más cerca estaremos de alcanzar las metas deseadas para nuestros estudiantes. Cuando nos replanteamos las actividades y estrategias que utilizamos en el día a día en nuestras aulas y pensamos en la manera que nuestros estudiantes las ejecutan y los aprendizajes que obtienen con ellas, podemos tomar decisiones sobre como mejorarlas, cuales dejar, cuales cambiar y así poder ofrecer a los niños/as maneras mas eficientes para estos puedan desarrollar las competencias del nivel en el que se desarrollan.