La Protección De Las Industrias Mediante El Derecho De Autor
La sociedad se encuentra en un cambio sin precedentes. La vinculación y profundización de las tecnologías de la información y las comunicaciones han dado un vuelco total a la forma en que interactuamos en los más diversos escenarios. Dichos cambios han permitido, entre otras cosas, profundizar en mercados que son de reciente surgimiento y ha dado paso al surgimiento de otros. Gracias a ello se ha incrementado el consumo de bienes culturales y de herramientas tecnológicas, pasando a mercados en donde el disfrute de las creaciones protegidas por el derecho de autor y los derechos conexos ha cobrado mayor relevancia como, por ejemplo, las plataformas digitales.
El régimen jurídico del derecho de autor y los derechos conexos otorga incentivos para promover la innovación y la creatividad. Gracias a las producciones del talento y el ingenio humano es posible promover acciones, frente a algunos desafíos que debe enfrentar la humanidad, entre los cuales se encuentra el cambio climático.
Los sectores creativos tanto en la producción y el consumo, han demostrado tener grandes posibilidades para contribuir a la conservación del medio ambiente. El talento es inagotable, no ocurre lo mismo con los recursos naturales no renovables, entre ellos, las reservas minerales, de las cuales ha dependido gran parte de la economía mundial desde hace mucho tiempo. Resulta entonces conveniente para los países que quieren buscar nuevas fuentes de generación de riqueza, que al mismo tiempo les permita conservar sus reservas forestales y recursos naturales, impulsar los sectores protegidos por el derecho de autor y los derechos conexos.
En la promoción de la “producción y consumo responsables”, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se contempla la necesidad de gestionar los recursos naturales y la eliminación de los residuos tóxicos. Dada la intangibilidad de las obras protegidas por el derecho de autor y las prestaciones protegidas por los derechos conexos, tanto la producción, la difusión y el consumo de obras puede darse reduciendo al máximo posible la utilización de materiales contaminantes, sin reducir la capacidad de disfrute de dichos bienes. A modo de ejemplo, la difusión de un libro se puede hacer hoy en día, mediante formatos digitales, con lo cual, se disminuye el uso de papeles, tintas y otros. De forma similar, la difusión de obras musicales y audiovisuales se puede hacer mediante formatos y plataformas digitales, lo cual implica una reducción en la utilización de plásticos y metales, altamente tóxicos y necesarios para la fabricación de diferentes tipos de soportes, como es el caso de los discos compactos. Lo anterior, sin contar con los grandes aportes del software para el funcionamiento del internet de las cosas y el análisis de datos a través de sistemas de inteligencia artificial para la implementación de las herramientas que nos permitan cuidar el medio ambiente.
Para finalizar, no podemos dejar de reconocer el valioso trabajo de autores, artistas, interpretes e industrias culturales en la sensibilización del público a través de obras e interpretaciones que reflejan la necesidad del cuidado del medio ambiente si deseamos un futuro verde, han sido muchas personas del sector creativo quienes han dado la primera respuesta en esta concientización, no solo vinculándose a importantes campañas a nivel global y nacional, sino produciendo diversos tipos de contenido al respecto.
En tal sentido, las industrias protegidas por el derecho de autor, especialmente aquellas que operan en el entorno digital y en el marco de la cuarta revolución industrial, permitirán maximizar la producción y el consumo sin afectar el medio ambiente, lo que contribuirá a que caminemos hacia un futuro verde. Feliz día de la Propiedad Intelectual.