La Seguridad De La Vacunación Como Medio De Prevención Contra Las Enfermedades
El conjunto de lineamientos de seguridad sobre la vacunación, regulado y supervisado por el Estado, constituye un conjunto de normas que controlan la calidad y producción de las vacunas. La práctica de la vacunación debe cumplir con los estándares de seguridad desarrollados por los organismos sanitarios internacionales. La OMS ha creado una reglamentación precisa sobre el control de calidad de las materias primas, utilizadas en la vacunación como virus, antígenos, o bacterias para todo país fabricante de vacunas. En ella se confirma la ausencia de cualquier contaminante, que la producción de lotes sea completamente reproducible y uniforme con los organismos de regulación del Estado. En el caso del Perú, el responsable de la supervisión de vacunas importadas, es la Dirección General de Medicamentos Insumos y Drogas. Con anterioridad a la práctica de la vacunación, también se realizan distintos ensayos clínicos en condiciones controladas para evaluar su inocuidad y efectividad. Adiela Saldaña, profesional del área de farmacovigilancia en vacunas del Instituto de Salud Pública (ISP) y representante de América Latina en el Comité Iniciativa Mundial para la Seguridad de las Vacunas, afirma que:”Estas evaluaciones se realizan desde la creación de una vacuna y continúan durante toda la vida del producto, incluso luego de décadas de ser utilizadas por la población (2015: 1)” Por todo lo dicho anteriormente, las vacunas están sometidas a un riguroso proceso que supervisa la calidad de los componentes de las mismas, su reproductibilidad en distintos lotes y su evolución en la población sometida a vacunación.
Las condiciones de seguridad sobre los efectos secundarios de la vacuna, no pone en riesgo el bienestar del paciente y existen organismos políticos que controlan su evolución. Las vacunas, como producto biológico no están libre completamente de efectos secundarios. Existe un porcentaje de posibles reacciones adversas tras la aplicación de la preparación biológica. Aunque en la mayoría de los casos los efectos secundarios de la vacuna son de intensidad leve y no pone en riesgo la vida del paciente, se ha generado un nivel de desconfianza y temor por de parte de la población, que ha preferido optar por el rechazo de la vacunación en ellos o en sus familiares. Por otro lado, parte de la población no conoce los verdaderos efectos de la vacuna y son influenciados por falsos rumores. Un ejemplo de esta situación se pudo observar en África, con lo sucedido entre los años 2002 y 2003, donde se esparció un rumor que la OPV se estaba utilizando para reducir la fecundidad de las muchachas jóvenes. Esto detuvo las inmunizaciones contra la polio en África y desencadenó una epidemia de polio en otros 20 países de África Asia y el Oriente Medio. (John Maurice y Sheila Davey,2010,76). Para hacer frente a este conflicto la OMS ha establecido como requisito indispensable la vigilancia posterior a la comercialización de la vacuna en la población para evaluar su comportamiento con el objetivo de demostrar su seguridad y eficacia. Nuestro país cuenta con la intervención de ESAVI (Eventos Supuestamente Atribuidos a la Vacunación o Inmunización) que junto con el Ministerio de Salud informan cualquier ocurrencia de efecto secundario tras la aplicación de la vacuna. Este sistema prioriza la comunicación de los resultados hacia la población para que se encuentre informada sobre los efectos de la vacunación y se descarte cualquier tipo de rumor. Los efectos secundarios de las vacunas no poseen significante peligro en la salud del paciente y son supervisados por el Estado del país en que se aplican.
La vacunación influye positivamente en la salud de la población, ya que otorga beneficios personales y colectivos. La vacuna tiene como objetivo principal escudarse, suprimir y controlar distintos tipos de enfermedades. Tal como lo afirma Adiela Saldaña “Las vacunas son la mejor defensa contra las enfermedades infecciosas, después del agua potable son la medida de salud pública más eficaz en reducir la mortalidad y las secuelas provocadas por las enfermedades inmunoprevenibles”(2015: 1) Sin embargo, las vacunas tienen un segundo objetivo que es esencial para el desarrollo de una sociedad, libre de trastornos a la salud. Parte de la población posee un sistema inmunológico inmaduro que no le permite desarrollar su defensa y su inmunidad adecuada. Este grupo de personas son muy susceptibles de contraer enfermedades sin embargo el riesgo existente disminuirá drásticamente si el paciente está en contacto con una población sana y vacunada. Otro aspecto que se debe tener en cuenta en la influencia de la vacunación es el efecto de la vacunación masiva. El éxito colectivo de las vacunas como medio de prevención ha ocasionado que muchas enfermedades que actualmente no son muy comunes como el sarampión, la difteria o la tos ferina, sean ignoradas y se le reste importancia al momento de la vacunación. Por ello, la práctica de la vacunación constituye un gran impacto social en la prevención de enfermedades. La influencia de la vacunación en la población se basa en la importancia y necesidad que este medio preventivo posee sobre las personas para la adecuada salud colectiva e individual.