Hoy en día, una de las cuestiones más reflexionadas por el propio ser humano es. ¿Somos realmente libres? Como en todos los aspectos, siempre habrá diferentes puntos de vista y sus respectivas opiniones. Por ello, al haber sido planteada tal pregunta de manera obligatoria, solamente me dedicaré a dar mi opinión acerca de este tema y no a manifestar la elección de la misma.

¿Somos realmente libres? Para responder a esta pregunta se debe tener concepto el origen y el significado (aunque sea concebida variablemente).

La Real Academia Española la define del siguiente modo: Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo quees responsable de sus actos.

Después de haber hecho un pequeño inciso para dejar de alguna manera clara la definición de libertad y así podernos orientar durante la ejecución de este trabajo. La RAE, en otras palabras intenta aclarar que posee de libertad aquel que tiene la capacidad de actuar según su propia voluntad sin dejarse conmover por ningún factor con los que se topa en el día a día.

Con esta pequeña introducción nos ha sido suficiente para darnos cuenta de que no lo es, el ser humano, en su día a día, siempre se deja influenciar por todos los factores que le rodean.

Para explicarme con una mayor claridad propondré un ejemplo el cual ha cobrado un alto revuelo en los últimos años con la “reciente” aparición y evolución de la informática. Este es el caso de los videojuegos. Según hablan las malas lenguas, los videojuegos violentos acaban produciendo comportamientos más agresivos en aquellos que los usan. ¿Pero es esto cierto?

Según un estudio realizado por el Centro para el Estudio de la Violencia, en la Universidad Estatal de Owa y dirigido a 3034 niños de entre 13 y 16 años con el fin de saber si los videojuegos violentos provocan hostilidad en los niños descifró que una persona a medida que se va haciendo mayor adquiere madurez y con ello disminuye la violencia, pero apartando este caso, un 85% de los alumnos que gastaban varias horas jugando a videojuegos eran más propensos a responder que reaccionarían violentamente a ciertas situaciones. En cambio, aquellos que no utilizaban videojuegos violentos o simplemente videojuegos daban respuestas en las que no existía violencia alguna.

El anterior estudio ha demostrado que sí, y este es un pequeño resumen de los múltiples estudios que se pueden encontrar. Quizá aquellos niños, al no adquirir una madurez total, no establezcan interiormente las suficientes diferencias entre el mundo real y el mundo virtual (en el cual no hay consecuencias hagas lo que hagas).

No solo se da en el caso de los videojuegos, tan solo con fijarse uno en lo que ocurre alrededor, será capaz de comprender cómo todo el mundo se deja guiar por factores externos en cada momento, hasta en cosas tan simples y absurdas que a simple vista no lo parecen.

En resumen, una persona cuando deja influir su manera de actuar por cualquier factor externo, ya estaría correctamente decir (siempre hablando desde mi punto de vista) que esta misma no goza de la total libertad.

Ahora retomaremos la pregunta, ¿Somos realmente libres?

Si con el anterior ejemplo alguien no está de acuerdo, hazla reflexionar, será la única manera de convencer a aquella persona de que no tiene la total libertad. No siempre acabaremos convenciéndola, pero con esta pregunta podemos “desbancarla” con una simple pregunta cómo es lo siguiente: ¿Alguna vez has dejado de hacer algo por el qué dirán?

Esto es algo tan humano, el ser humano, aunque no desee confesarlo para no sentirse desprotegido, actúa siempre condicionado por lo que otra persona pueda llegar a pensar. Un buen ejemplo en este caso es ir de compras (todos hemos ido a comprar alguna vez), y como no, hemos pensado algo como: -Esta chaqueta es muy fea ¿Por qué nos parece fea? Porque en nuestra mente están aceptados ciertos estándares que tenemos que seguir, y estos estándares han sido establecidos por la propia persona para “evitar ser criticado/a” y ser totalmente aceptada. En este caso, la persona no actúa de manera libre, ya se estaría condicionando a actuar de una determinada manera.

Es difícil mostrar razones que niegan la validez de las tesis contrarias a la nuestra ya que al tener diferentes puntos de vista tampoco conozco en qué se basan otras personas para afirmar que el ser humano es totalmente libre. Por ello he decidido escoger el argumento de alguien que defienda tal idea. El sujeto cita así:

Vivimos en sociedades libres y democráticas porque permiten que diferentes voces puedan expresarse y que cada quien elija su información. Fabrizio Andreella, actual pensador italiano

El argumento más empleado por aquellos que defienden la existencia de la libertad total es el que emplea el nombrado pensador italiano, la libertad existe en la actualidad, es algo de lo que se carecía en el pasado. Afirma que una persona ahora puede manifestarse del modo que crea necesario y así estará actuando libremente.

Respecto a la anterior afirmación quiero dejar claro (recuerdo que de nuevo desde mi punto de vista, y en este caso generalizando la opinión), libertad no es hacer lo que uno quiere, como quiere y cuando quiere como ha explicado Fabrizio (él actúa de la manera que él quiere y así es como se siente libre), pero no debemos confundirnos este pensamiento con la libertad en general ya que uno puede hacer lo que quiere, pero siempre sus acciones estarán totalmente influenciadas por todo tipo de factores. Buscando información para guiar la disertación, encontré que el mejor ejemplo para explicar esto es la publicidad. Una barbacoa es anunciada por televisión y nuestro conocido Fabrizio decide comprarla afirmando que gracias a la existencia actual de la libertad la ha podido adquirir, pero no ha tenido en cuenta la manera en que ha sido manipulado por la publicidad para llegar a comprarla. Ahí es cuando no ha tenido un propio criterio, y por ello no ha existido libertad. Es solo un ejemplo más que demuestra que nunca ha existido la libertad total y nunca existirá.