Las Aves Carroñeras Y La Importancia De Los Muladares
En España, la legislación implantada imposibilita dejar los animales muertos en el punto del campo donde han fallecido y por otro lado, produce la inhabilitación de muchos muladares por no cumplir con las condiciones impuestas. Ante esto, se establece un sistema de recogida de cadáveres por cada Comunidad Autónoma para ser eliminados en incineradoras o transformados en otros productos.
Anteriormente se podía dejar abandonados los animales procedentes de ganaderías en el mismo punto donde morían. La otra opción del ganadero, era transportar las reses muertas a los muladares que actúan como punto fuerte de alimentación de estas aves necrófagas.
Esta desaparición de alimento en la naturaleza para las aves carroñeras y otros aves facultativos provocó una serie de consecuencias negativas en las poblaciones de estas especies, como el descenso de la reproductividad, cambios de comportamiento de las especies o el aumento de desnutrición en estas especies las cuales ingresan en centros de recuperación. A continuación se reflejan las de mayor impacto:
- Las aves sufren desnutrición y el número de buitres ingresados en centros de recuperación se ha elevado considerablemente en todas las comunidades autónomas. La desnutrición es la causa que más clarifica la falta de alimento. Considerando todas las rapaces necrófagas, el ingreso de ejemplares de estas aves en centros de recuperación oficiales de diez comunidades autónomas aumento en un 680% en 2006 respecto a 2002. Después, estos ingresos se han visto reducidos debido a la disminución de productividad de las aves necrófagas. En 2006 aumento en un 150% respecto al año anterior los ejemplares de buitre leonado y buitre negro ingresados en centros de recuperación en las comunidades autónomas de Aragón, Castilla la Mancha, Comunidad Valenciana y Extremadura. La colonia de buitre leonado de las Hoces del Río Riaza se produjo un descenso en el número de parejas reproductoras, del número de pollos volados y el bajo éxito reproductor con relación a años anteriores, descensos atribuidos a la reducción en la disponibilidad de alimento.
- Descenso del éxito de reproducción de los cuatro buitres ibéricos. Esto puede suponer un cambio de tendencia de crecimiento poblacional de las poblaciones de buitre, viéndose influenciadas por competencia, tanto inter como intraespecifica, debido a la escasez de alimento.
- Variación de algunos comportamientos provocados por la falta de alimento, como encontrar agrupaciones de buitres en lugares no habituales, en el suelo de un terreno sin que haya alimento, sobre árboles, o incluso posados en tejados de casa en poblaciones cerca de sus dormideros.Las observaciones realizadas en los muladares de Cozcurrita y Aldeadávila muestran a buitres leonados y alimoches posados en dentro del recinto vallado sin que haya alimento. También, cuando se produce un aporte de alimento, los buitres tardan alrededor de un minuto en acudir a alimentarse, lo que pone en evidencia que se quedan sobrevolando la zona esperando el aporte de comida.Otro cambio de comportamiento es el aumento de ataques por parte de buitres leonados a ganado vivo, normalmente a reses de ganado que se encuentran enfermas, están dando a luz o a crías recién nacidas. Se registro un aumento del número de ataques, pasando de 60 casos en 2002 a más de 300 en 2010.
- El área de distribución geográfica de las rapaces necrófagas está cambiando, el cual va ligado a la disponibilidad de alimento.La Ligue pour la Protection des Oiseaux (LPO/BirdLife) también han comprobado e informado a SEO/BirdLife que numerosos ejemplares de buitres leonados, sobre todo jóvenes procedentes de colonias españolas, están cruzando el Pirineo y llegando incluso hasta el Macizo Central francés, dispersándose tan largas distancias en busca de alimento (Melero de Blas, M. y Hernando, J., 2006).
- Dependencia de los aportes de alimento en muladares para su alimentación, provoca competencia entre los distintos buitres y otras aves necrófagas facultativas por el dominio de las áreas más próximas a los comederos vallados, afectando directamente en el éxito reproductivo de las especies.
La aplicación de la norma sanitaria europea no solo afecta a las aves necrófagas y otras especies facultativas, sino que el sector ganadero es influenciado negativamente en su economía. En primer lugar, tiene que pagar los costes del seguro de recogida al que hacía referencia antes, y por otro lado, de los ataques producidos por los buitres a reses con vida, aunque en la mayoría de los casos son indemnizados por las administraciones. El número de ataques por buitres a animales de ganadería se ha visto aumentado, por ejemplo, en el noreste peninsular pasó de 60 ataques en 2004 a 200 en 2006.
Cabe destacar el incremento de GEI emitidos en el transporte del ganado vivo a las plantas de transformación o eliminación. La retirada artificial de cadáveres supone la emisión de un mínimo de 77.000 toneladas métricas de GEI cada año. Lo que refleja que suplantar la función ecológica de carroñeros no sólo afecta a la conservación de estas especies, sino que afecta al medio ambiente siendo una contraindicación a la lucha contra el cambio climático.
Papel de los muladares
Con el crecimiento de la actividad ganadera y transporte de mercancías mediante mulas y bueyes, consecuencia debido al crecimiento de la población humana, la carroña disponible para las aves necrófagas en el campo se vio modificada. Antiguamente, la disposición de carroña venia ligada a la disposición de ungulados silvestres, pero desde mediados del siglo XIX, la presencia de estos ungulados silvestres se ve mermada siendo sustituidos por ungulados domésticos ligados a ganadería y transporte de mercancías. Debido a este cambio, aparecen los muladares como áreas para la deposición de cadáveres de ganado.
La disposición geográfica de aves carroñeras está ligada a la presencia de ungulados silvestres o domesticos, por lo que este cambio o sustitución de unos ungulados por otros, provoca un cambio de la distribución geográfica de carroñeros.
Los muladares siempre han servido como puntos de alimentación para carroñeros. Desde la aparición de la enfermedad de las vacas locas y su consecuente legislación, muchos muladares de España fueron inhabilitados o no recibían la misma carga de cadáveres, produciendo escasez de alimento para los buitres y otras especies facultativas, lo que demuestra la importancia de su existencia, como punto de alimento para estas especies.
Diferentes proyectos de conservación destinados a aves carroñeras, demuestran la necesidad de comederos controlados, emulando a los muladares tradicionales, como herramienta clave de gestión de aves carroñeras, ya que supone un suministro de alimento necesario, permitiendo la recolonización de áreas donde ya estuvieron presentes las carroñeras, mantener el número de individuos de poblaciones y reducir el riesgo de envenenamiento de las aves.
Como vimos anteriormente, la alimentación suplementaria también tiene efectos negativos sobre las poblaciones de aves carroñeras como el cambio de área de distribución, método de búsqueda y campeo, compresión territorial, cambios en la producción de estas especies, aumento de competencia itra e interespecifica, entre otros.
La creación de los ZPAEN es un avance muy importante para la conservación de carroñeros, pero esta no es suficiente por si sola sino que necesita el uso de muladares distribuidos en zonas estratégicas y así asegurar núcleos de población de aves carroñeras permanentes.