Las Grandes Problemáticas De Las Redes Sociales Con Niños De 7 Años

Surgen muchas polémicas por el hecho de darle un celular, una Tablet o un computador a niños de 6 o 7 años, que deberían regalarles un libro o un cuaderno para estimular su aprendizaje, y pensar que hace muchos años, cuando la literatura estaba en su ímpetu, la gran mayoría de adolescentes eran adictos a estas obras literarias; en la escuela, en el parque, en las zonas comunes, en la casa, en cualquier lugar procuraban leer y leer sin parar, simplemente no descansaban y las personas mayores se empezaban a preocupar por la adicción a la literatura, fenómeno que es muy similar a la fiebre que sufren los jóvenes de este nuevo siglo, bueno, no solo jóvenes, sino también niños y adultos con las redes sociales. Estas han generado una revolución en los medios de comunicación y en las diferentes formas de ver el mundo. No es un secreto para nadie que redes sociales como Facebook, Instagram y WhatsApp son de gran demanda a nivel global, y es que desde la creación de Facebook en el 2003, por parte de Mark Zuckerberg, época en el que esta red social era uy limitada y exclusiva para los estudiantes de la muy reconocida universidad de Harvard, la red fue creciendo, y a partir de allí, otras apps fueron apareciendo, aunque la mayoría con poco éxito, hoy se sabe que el joven multimillonario y genio Mark Zuckerberg, también es propietario del chat WhatsApp y la aplicación de multimedia Instagram, cada vez con mejores actualizaciones y nuevos servicios que sorprenden cada vez más.

Estas aplicaciones, en un momento llegaron a ser la herramienta idónea para la comunicación a nivel global, no solo por su eficacia sino también por su facilidad de uso, un padre que vive en Sudamérica puede comunicarse con su hijo que está de intercambio en algún país de Europa; dos mejores amigos que están separados por miles de kilómetros pueden estar comunicados a diario con tan solo un clic. Estas redes lo facilitan todo, bueno, no todo, la comunicación y la interacción de ese niño cibernauta que pasa 16 horas diarias en su computadora tal vez ni sepa que el vecino ha comprado un auto nuevo, aquel adulto desempleado que pasa la mayoría del día viendo su perfil por si le ha llegado una solicitud laboral no se ha dado cuenta de que en el supermercado del barrio necesitan a alguien con su perfil. Es ahí, donde las redes sociales, con su gran gama de servicios y entretenimiento, entra a interrumpir, pero también irónicamente a facilitar lo que el mismo ser humano ha construido y mantenido por miles de años: la comunicación.

Es fascinante entrar a analizar la historia del ser humano, lo irónico que llega a ser el hombre, lo superfluo que son muchos de sus inventos, y la facilidad para convertir una herramienta en un problema;

En primer lugar, no basta ser un genio, un intelectual, un académico o ser muy detallista para darse cuenta de lo mucho que se ha llegado a complicar el hombre con cada invención o con cada herramienta. Si tomamos como un ejemplo el modelo constitucional de Grecia en la antigüedad, fue creado para establecer un orden y darle una oportunidad a los ciudadanos de participar en los asuntos importantes de la polis griega, sin embargo, como lo describe Aristóteles “es una tragedia”, no tragedia como se conoce popularmente por ser negativo y aparatoso, sino porque persigue es una mezcla del orden y el desorden, lo bueno y lo malo; así es como llega a complicarse el hombre con sus invenciones, crea un desorden donde debe haber orden, le saca lo malo a lo bueno y viceversa.

En este orden de ideas, las redes sociales han tenido un impacto enorme en la sociedad emergente del siglo XXI. Lo bueno: tantos aspectos que han sido de positivo impacto que se hace imposible enumerar y explicar en este ensayo, sin embargo, se pueden destacar: el envío de información: hacía mucho tiempo atrás, enviar cartas, paquetes, productos, en sí el transporte de cualquier cosa se hacía muy difícil por la limitación tecnológica, era muy complicado hasta enviar una simple carta a alguna persona que esté, incluso, en la misma ciudad. Los productos y paquetes también eran tardíos su llegada y también era frustrando el no conocer nada acerca su proceso de entrega. Lo que nos lleva al siguiente punto: la comunicación: esto, es al parecer, uno de los aspectos más relevantes e importantes de las redes sociales, hace muchos años, rara vez se podía comunicar con alguna persona en la misma ciudad, la comunicación era mediante cartas, luego mediante teléfonos y aun así, era complicado por lo que eran pocos los que tenían este medio, con el paso del tiempo, si es verdad que se facilitaba la comunicación a través de los celulares, teléfonos, emails, y demás medios electrónicos, sin embargo, con la llegada de las redes sociales, esto tuvo un cambio radical, no es más que enviar la ubicación en tiempo real, una foto, un audio, o una videollamada para conocer el paradero o el lugar donde esté la persona del otro lado del chat, ya sea en el mismo barrio o vecindad, o del otro lado del mundo, es fácil escribirle a tu mejor amigo que vive en Alemania, al tío que todos tienen en estados unidos o el primo que se fue de intercambio para Inglaterra para que te mande los regalos que tanto anhelas. Otro punto, que aunque no lo parezca, es muy importante: la culturización: como se ha expresado anteriormente, con las redes sociales es muy fácil “conocer” otros lugares, y se escribe entre comillas porque no se vive la experiencia a carne propia, pero se hace un acercamiento lo suficientemente eficaz para conocer un poco de las culturas de otros países, en cualquier red social podemos encontrar diversas páginas que te describen diferentes aspectos acerca la cultura del país que quieras, en Facebook, está de moda encontrar páginas que te enseñan a cocinar platos distinguidos de cada país, en Instagram, es común encontrarse con páginas que se dedican a publicar las mejores fotografías y videos de los rincones más visitados e interesantes del mundo, desde el cristo redentor de Brasil y el Burj Khalifa de Dubai, hasta las platas italianas y los majestuosos Alpes suizos.

No obstante, del otro lado de la moneda, se observa una realidad inimaginable para algunas décadas: la fiebre por la tecnología. Pues es muy bueno el hecho de tener los aspectos antes mencionados y los demás que no se han podido mencionar, pero, retomando aquello que ha dicho Aristóteles: “es una tragedia” esto quiere decir, lo bueno y lo malo junto, algo así como, las dos caras de una moneda, y ahora, viene el lado, por así decirlo, negativo de este peso.

Ahora bien, aunque se tenga un gran abanico de tópicos y temas referentes a lo negativo de las redes sociales, solo será necesario hablar de un solo tema, relevante, interesante y polémico, aunque no bastará extenderse mucho: la dependencia. No es un secreto para nadie que las redes sociales son tan entretenidas e interesantes que ya hasta hacen parte del diario vivir de cada persona, no hay un día en que no revises Facebook, envíes un mensaje por WhatsApp, en que no chequees las noticias por Instagram. No es difícil ver a un niño de 6 años con un celular, Tablet o computador y que, sin que sepa hablar mucho, ya usa los comandos por voz del navegador, busca videos de su caricatura favorita y le enseñe a la abuela a usar los filtros de snap, muchas veces culpamos a los padres, pero, ¿y ustedes que hacen cuando su sobrino o su hermano menor no los deja en paz? Simple, le entregan su celular para que se entretenga. Que doble moral. Ya no solo se habla de redes sociales, sino de los dispositivos electrónicos. No hay que salirse tanto del marco teórico que se abarca. Continuando con el impacto social de las redes sociales, tampoco es tan complicado ver a un anciano en un perfil de Facebook, un niño enviándote alguna foto por Snapchat o encontrar perfiles de perros y gato en Instagram, cada vez se buscan más pretextos para usar las redes, cada vez se hacen más esclavos de los perfiles y los mensajes, que hasta cuando salen de casa sin su celular o no tienes datos móviles, se sienten desnudos, sin abrigo, sin esencia. Otra cosa, se hacen más amigos de los que siempre están pendientes a los posts que las propias personas con las que convives que te dicen lo que necesitas, los que es a diario, los que te dan un beso y un abrazo, los que te vieron crecer, personas físicas, reales, no un perfil virtual de una persona que tal vez ni siquiera sea la de la foto. O bueno, que alce la mano el que no tiene un “crush” en su perfil, que, aunque no lo/la conoce, siempre le comenta y le da like, sean realistas, se enamoran de una foto, confían en un chat y no se despegan de sus redes, hacen parte de la esencia de cada quien, no es difícil notarlo.

En fin, no hay más nada que decir sobre las redes, son buenas, son malas, nos expanden, pero también nos encierran, y se puede finalizar describiendo las redes con esa bonita palabra de Aristóteles: las redes son una tragedia; perfectas.

21 July 2021
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