Las Lesiones Mas Comunes En El Mundo Del Futbol

El fútbol es el deporte mayoritario en muchos países del mundo, incluido España y varios países Sudamericanos. Por lo tanto, conocer las lesiones comunes en el fútbol nos ayudará a saber a qué nos enfrentamos y a saber cómo prepararnos.

También es importante tener en cuenta que el fútbol es un deporte altamente lesivo. Realizamos cambios de ritmo bruscos, chutamos el balón, hay choques entre jugadores, caídas, saltos, etc.

El miembro inferior

Debido a la forma en la que se juega, es lógico que la práctica totalidad de las lesiones sucedan en el miembro inferior.

Cadera, rodilla y tobillo serán las articulaciones que más sufran. En cuanto a músculos, los isquiotibiales, cuádriceps y gemelos. Y después tenemos el pie y los ligamentos. Todos son susceptibles de lesionarse en un deporte en el que hay que correr constantemente detrás del balón.

Esguinces

Empezaremos las lesiones comunes del fútbol con los esguinces. Es una lesión que ocurre cuando un ligamento se estira más de lo que puede resistir o de manera demasiado brusca.

Dentro de este tipo de lesiones, los esguinces más frecuentes ocurren en el tobillo. Cuando ocurre una pisada incorrecta, y en vez de pisar con la planta del pie pisamos con el borde externo. Pero también podemos sufrir un esguince en los ligamentos laterales de la rodilla. O en los ligamentos cruzados, de los cuales hablaremos más adelante.

Lesiones musculares

Dentro de esta categoría, hay varios tipos de lesiones musculares que podemos sufrir jugando a fútbol.

Desde contracturas hasta elongaciones, pasando por desgarros y roturas. Cualquier nivel de lesión muscular es posible cuando estamos 90 minutos corriendo, cambiando de ritmo, chutando y saltando. Y como hemos visto antes, son lesiones que afectarán principalmente a los músculos de la pierna y del muslo.

La rodilla

En la rodilla se producen dos de las principales lesiones graves del fútbol.

En primer lugar, tenemos las lesiones de menisco. Esta estructura es susceptible de lesionarse en deportes de alto impacto. Es decir, cuando hay saltos y choques que comprimen bruscamente el fémur contra la tibia.

En segundo lugar, las roturas de ligamento cruzado. Estos ligamentos cumplen la función vital de evitar que la articulación de la rodilla haga movimientos anormales. Pero si se tuerce la rodilla mientras el pie está apoyado en el suelo, los ligamentos no aguantan la tensión y se pueden romper. Es una lesión de la cual hay que recuperarse totalmente sí o sí y que mantendrá al deportista apartado varios meses.

Fracturas

Los huesos también son susceptibles de romperse en el fútbol. Principalmente por choques con otros jugadores, entradas agresivas o caídas incorrectas.

Las fracturas no tienen por qué ser tan severas como suena a priori. Puede haber una microfractura, por ejemplo. En cualquier caso, hay que esperar a que haya una consolidación total para no arriesgar una fractura mayor.

Lesiones a medio-largo plazo

Debido a los movimientos repetitivos del fútbol, también suelen aparecer otras lesiones.

Las pubalgias por ejemplo, o patologías que afectan a la zona púbica como la osteítis pubis. Estas surgen por los tirones continuados de la musculatura a la zona afectada.

Por otro lado están las fracturas por estrés, en las que un hueso sufre microrroturas debido a pequeños impactos continuados. Todo esto sin mencionar los desgastes articulares, las bursitis o tendinitis. Hay muchas lesiones comunes en el fútbol

De todo lo anterior se desprende que ponemos en riesgo muchas estructuras cuando jugamos al fútbol. Sobre todo si lo practicamos de manera frecuente, o si no estamos debidamente preparados.

Es vital estar en buena forma física, aunque sea para echar una pachanguita con los amigos de cuando en cuando. Tener una buena base de cardio y un mínimo de fuerza ayudará a prevenir muchas lesiones. Y si lo practicamos de forma seguida, debemos tratar de incluir sesiones de otras disciplinas a nuestra rutina. De esta forma, damos descanso a las estructuras que siempre sufren en el fútbol, y trabajamos de forma distinta.

Por último, también es importante destacar el papel del calentamiento. Este debe ser una parte irreemplazable a la hora de practicar fútbol. Así nos aseguramos de que los músculos tengan el aporte sanguíneo necesario, que estén flexibles y que el sistema respiratorio esté lo suficientemente activo.

03 May 2021
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