Las Medidas de Precaución del Covid-19 en Perú: Pruebas Moleculares y Plantas de Oxígeno

Todas las sociedades a través de la historia han buscado establecer un sólido y competente sistema de asistencia sanitaria que logre mejorar la salud de sus ciudadanos. En él se basa la calidad de vida y el bienestar de las personas, así como el desarrollo de la nación. Los países desarrollados han logrado alcanzar esta meta, otro grupo de países están en vías de obtenerlo, mas en aquellos donde la pobreza es la característica principal se ha hecho muy difícil conseguir estándares de salud mínimamente aceptables. Frente a esta realidad, surge la pandemia del nuevo coronavirus, la cual ha conseguido debilitar los sistemas de salud de la mayor parte de los países del mundo, inclusive de las grandes potencias. En este contexto, el Perú a pesar de ser un país en vías de desarrollo, contaba con las reservas económicas suficientes para afrontar las demandas que la pandemia exigía; sin embargo, la mala gestión del gobierno del expresidente Vizcarra puso a flote las deficiencias del sector salud, lo cual ha causado el contagio masivo de un número de peruanos y miles de muertes. Es así como los principales problemas de esta área se centraron básicamente en la compra masiva de pruebas rápidas, las cuales no eran eficaces para detectar los casos positivos, la insuficiencia del oxígeno terapéutico a nivel nacional, la falta de equipos de protección para el personal de salud, sobre todo para los profesionales de primera línea, la insuficiente y casi nula difusión por parte del gobierno de medidas preventivas contra el Covid-19, entre otros. Por tal motivo, se deben presentar propuestas de solución que ayuden a minimizar el impacto negativo que ha ocasionado el Covid-19 en la salud de los peruanos en caso de que aparezca una segunda ola de contagios.

El primer paso para evitar la propagación del Covid-19 es la distribución de pruebas moleculares en la población y la ejecución de un cerco epidemiológico. Tras el desarrollo de la pandemia, una de las medidas tomadas por el gobierno peruano fue la adquisición de pruebas serológicas o también conocidas como rápidas. Estas pruebas tienen como función identificar la presencia de anticuerpos originados por la exposición al virus Covid-19. Sin embargo, el proceso para que un cuerpo desarrolle anticuerpos, puede tomar varios días e inclusive hasta varias semanas. El Laboratorio Biolink afirmó que, dado esta tardía respuesta de nuestro organismo de generar anticuerpos, las pruebas rápidas no son útiles en detectar una infección desarrollada sin la presencia de dichas proteínas. Estas pruebas son únicamente eficaces al detectar a las personas que han tenido la infección y se han recuperado. Por ello las pruebas rápidas al ser usadas como medio masivo de diagnóstico, otorgan resultados falsos al hacerle creer al paciente que no tiene una infección cuando en realidad es lo contrario. Tal como afirmó Abel Salinas, exministro de Salud, estas pruebas rápidas no fueron diseñadas para detectar una infección por Covid-19 reciente, sino que para realizar los estudios de cero prevalencias en donde se desea saber si una población, en un determinado tiempo, se ha contagiado o ha estado en contacto con el virus o no, para tomar medidas posteriores. Por estas razones, la alternativa escogida por el gobierno peruano, resultó en ser la incorrecta. La Universidad John Hopkins afirmó que el fracaso el Perú, en la contención de la pandemia fue porque no existió una intensa aplicación de las pruebas moleculares. El uso de las mismas también fue recomendado por la OMS para la detección de casos por Covid-19. Asimismo, el epidemiólogo peruano Mateo Prochazka de la Universidad Cayetano Heredia enfatizó que el gobierno peruano al distribuir ampliamente las pruebas serológicas en lugar de las moleculares, facilitó la transMisión del virus y, en consecuencia, aumentaron el número de infectados y el número de muertes. Por otro lado, se debe enfatizar en realizar varios cercos epidemiológicos que logren aplicar vigilancia a personas sospechosas de portar una determinada enfermedad. De acorde al diario ecuatoriano Primicias un cerco epidemiológico es el sistema de vigilancia epidemiológica que realiza el personal de salud para aislar o separar a las personas que han tenido contacto directo con personas infectadas con coronavirus. Un ejemplo claro del éxito de la realización de esta práctica fue en Huancavelica. Según el diario Andina, el estricto cerco epidemiológico que se comenzó rápidamente, permitió controlar la ola de contagios de esa zona. El desarrollo de este cerco implicó el establecimiento de los puestos sanitarios en todas las entradas hacia Huancavelica, con el apoyo del control policial, agentes de control vial que registran a todas las personas que ingresan y salen de la región, el uso de equipos de respuesta rápida y de seguimiento clínico, así como también la labor de los agentes comunitarios de Salud que realizan la vigilancia epidemiológica en cada una de las comunidades. Por ello, se debe implementar la distribución de pruebas moleculares masivas para detectar los casos infectados por Covid-19 y a la vez establecer cercos epidemiológicos para aislar a las demás personas posiblemente contagiadas.

Por otro lado, se propone la instalación de plantas procesadoras de oxígeno terapéutico con una concentración mínima de hasta 93% por parte del gobierno en los diferentes departamentos y provincias del Perú que garantice la adecuada distribución y abastecimiento de este recurso a los hospitales y centros de salud en caso de alguna emergencia sanitaria. A comienzos del presente año, el Perú se enfrentó a una crisis por la falta del oxígeno medicinal en unos de los momentos más críticos de la pandemia por Covid-19. Varios hospitales informaron un desabastecimiento total de este recurso, generando incertidumbre y pánico entre los ciudadanos. Esto llevó inclusive a la venta informal del oxígeno, elevando los precios de los mismos. Para junio del presenta año, el Ministerio de Defensa había informado que el país necesitaba urgentemente 173 toneladas de oxígeno diarias para cubrir la demanda, el Perú solo producía el 20% de ese volumen (Millán, 2020). El origen de este problema se ubica hace 10 años, cuando el exministro de Salud Óscar Ugarte decidió aplicar solamente el uso del oxígeno medicinal con una concentración de pureza entre 99% y 100%. Desde ese momento, varias empresas que producían el gas, menor al valor establecido, quedaron cerradas por el gobierno peruano y las productoras de oxígenos del Perú se redujeron a únicamente a dos, las cuales no lograron distribuir el oxígeno necesario con la llegada de la pandemia. (La República, 2020). El médico Marco Almerí, experto en salud pública, afirmó que esa disposición no permitió la producción de oxígeno al 93% dirigida para el uso del mismo en los hospitales, centros de salud y las postas médicas, a pesar de que la OMS ya lo había aprobado, según afirmó el diario la República. Inclusive, según France 24 en su artículo titulado “Perú: la alta demanda de oxígeno por el Covid-19 se choca con un Estado de respuestas tardías”, el exdecano del Colegio Médico del Perú Juan Astuvilca Cupe, había advertido al gobierno peruano, mucho antes del choque de la pandemia, sobre la falta de plantas procesadoras del oxígeno para el sistema de salud. A pesar de ello, fue en junio del presente año, con el pleno desarrollo de la pandemia, cuando el expresidente Vizcarra decidió modificar este requisito y permitir el oxígeno al 93% de concentración. Por ello, se debe continuar con la instalación de las plantas procesadoras de oxígeno para lograr cubrir la alta demanda que los pacientes requieren durante esta pandemia. La Defensoría del Pueblo aseguró que el derecho de acceder al oxigeno medicinal como tratamiento médico forma parte del derecho fundamental de la salud, por lo que es responsabilidad de Estado proteger y garantizar dicha norma.

Por último, se recomienda que el gobierno de turno promueva la difusión intensiva de las medidas preventivas para combatir y reducir la transMisión del nuevo coronavirus a través de todos los medios de comunicación existente, en colaboración con la empresa privada, de tal modo que los diversos grupos etarios vean y escuchen constantemente dichos contenidos. Durante el desarrollo de la pandemia, la desinformación y las noticas falsas sobre el nuevo coronavirus han inundando las redes de comunicación. Según la Red Internacional de Periodistas, la información falsa Generalizada puede causar la subestimación del riesgo del virus por parte de la población e inclusive el incumplimiento de las de recomendaciones sanitarias establecidas y las medidas preventivas contra la Covid-19. La OMS en su artículo titulado “Gestión de la infodemia sobre la COVID-19: Promover comportamientos saludables y mitigar los daños ‎derivados de la información incorrecta y falsa” afirmó que la información errónea y falsa puede perjudicar la salud física y mental de la población, incrementar la estigmatización e inclusive amenazar los valiosos logros conseguidos en materia de salud. Al mismo tiempo que pone en peligro la capacidad de los países de frenar la ola de contagios por Covid-19. Es por ello que el Estado debe ser responsable de la difusión de contenido verídico y valioso sobre las medidas preventivas para combatir el Covid-19. Esta medida debe ser apoyada y centrada en el uso de los medios masivos de comunicación, los cuales deben de ayudar, informar y mantener seguros a los ciudadanos. Asimismo, estas acciones deben tener el apoyo del sector privado del país para que las medidas de prevención y promoción contra Covid-19 lleguen a la mayor cantidad de habitantes del país.

En conclusión, tras la inadecuada gestión del expresidente Martin Vizcarra para el manejo del control de la pandemia del Covid-19 en el sector salud que nos dejó con centenares de muertos y miles de infectados se sugiere las siguientes propuestas para contrarrestar lo anteriormente mencionado. El gobierno peruano deberá mejorar sus políticas de salud y para ello tendría que comprar solo pruebas moleculares para detectar con precisión los casos positivos y poder realizar el cerco epidemiológico respectivo detectando rápidamente los contactos de dichos casos. Además, tendría que instalar plantas de oxígeno en las diferentes provincias y departamentos del país, en número necesario que aseguren la oportuna y adecuada distribución del mismo en caso de ser necesario. Finalmente, el gobierno tendría que realizar campañas de difusión intensiva de las medidas preventivas contra el Covid-19 a través de los diferentes medios de comunicación existentes, con el apoyo de la empresa privada. Todo con el único Objetivo de enfrentar el Covid-19 si se presentara una segunda ola de contagios y reducir el alto números de muertes y enfermos por el nuevo coronavirus. Por todo lo dicho anteriormente y luego de haber presentado información relevante de los hechos acontecidos en el sector salud para el manejo de la pandemia del coronavirus, se puede afirmar que existió una inadecuada gestión del gobierno la cual llevó al país a una crisis sanitaria que no solo nos puso entre los países con mayor número de infectados, sino que también fue el responsable de la elevada tasa de mortalidad a causa del Covid-19. Es por ello que se requiere de un cambio urgente y radical en la gestión del sector salud que garantice la contención de la infección, así como la disminución de la propagación del virus para lo cual serían de gran utilidad las propuestas planteadas anteriormente.

30 August 2022
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