Las Redes Sociales y Secuelas Psicológicas en las Comunidades
Introducción
En este ensayo se abordarán parte de las redes sociales con las que los adultos, jóven es e incluso menores, se encuentran diariamente. También se tratarán las secuelas sicológicas que las redes sociales traen a las comunidades. Además reservaré un espacio para referirme a la formación del criterio. ¿Alguna vez te has puesto a pensar en la veracidad de la enorme cantidad de información que habita en internet? ¿O de los mismos usuarios que interactúan contigo y entre ellos? El internet de manera general es una gran herramienta, pero sin el cuidado necesario, ni la cooperación de todos los usuarios, tanto las redes sociales, como otros sitios en general, pueden verse contaminados con contenido dañino para la salud mental de los usuarios, o bien, con información de dudosos orígenes que cause confusión en situaciones que pueden influir en la vida fuera de la pantalla.
Desarrollo
Antes de comenzar, hace falta presentar por definición lo que son las redes sociales, para esto, debo introducir una diferencia que evite conflictos con la definición a utilizar en este escrito. En variedad de textos como manuales de trabajo, o capacitaciones en trabajos que requieren el uso de habilidades sociales, aparecen las redes sociales como interacciones masivas de gente, por medios digitales y/o físicos, pues bien, en este escrito solo he de tratar las redes sociales puestas en marcha por medios digitales. Hecha esta diferencia, pasaré a citar un fragmento de un libro, el cual adquirí de una página que provee recursos intelectuales bajo el soporte de la universidad de Oxford. La cita está originalmente en inglés, por lo que he decidido traducirla para su uso.
“Definimos los sitios de redes sociales (SRS), como servicios web que permiten a los individuos construir perfiles públicos o parcialmente públicos, en un sistema que enlaza estos perfiles, generando una lista de usuarios con los que comparten alguna conexión.” (Boyd 211) Me gustaría tomar el hecho de que indiquen, que las personas “construyen” un perfil para su uso en línea, creo que esto ha sido tomado muy a la ligera por la sociedad. La posibilidad de falsear y omitir información con tanta facilidad permite al usuario real vivir en el anonimato. Los SRS que quedan exentos de esto, son los foros institucionales y formales, que forman sus cimientos en que los usuarios tienen una identidad pública dentro de la institución, por lo que no da la posibilidad a esta dificultad. Con esto en mente, y descartando estos últimos casos, concluyo que las “personas” que habitan estos SRS, son invenciones, ficción, lo que genera una sociedad virtual basada en algo irreal.
¿Hay un problema con esta sociedad irreal? Al ser una sociedad que permite el anonimato indiscriminado, hay múltiples posibilidades de situaciones, por ejemplo adultos fingiendo ser niños, mujeres fingiendo ser hombres, niños fingiendo ser famosos; en fin, de tan solo estos casos, ya se pueden vislumbrar posibles manipulaciones, engaños y todo tipo de cosas que pueden perjudicar emocional, psicológica o incluso económicamente. Las redes sociales no son completamente seguras, y crean “portales” por los que niños pueden acceder a cosas a las que por su madurez sicológica y emocional, simplemente no deberían. Lógicamente, la abstención de su uso es la solución más sencilla, pero nuevas generaciones vienen con nuevas culturas, el caso de que la gente mayor no se lleva bien con la tecnología no para de repetirse, y esto es, porque es efectivamente una realidad. Por lo que la abstención es realmente improbable, aun siendo rigurosos.
Ante esto, prosigo a enseñar una cita de un texto académico avalado por la Universidad de Salamanca, el que se contextualiza bajo un estudio realizado en España. La cita dice así: “Las redes sociales han venido a desdibujar barreras físicas, geográficas y sociales, permitiendo conectar a personas de todo el mundo en la sociedad […] Nuestros adolescentes forman parte de una generación equipada de tecnologías. Entre los datos obtenidos, el 90% de los alumnos cuentan con materiales tecnológicos en sus casas orientados al ocio.” (Llamas 45-48) De esto me interesa destacar, que además de los riesgos provenientes de la diferencia de edad desconocida para los que interactúan, la totalidad de su información es en realidad desconocida, estos contactos pueden surgir de forma internacional y/o intercultural, lo que nuevamente deja a la deriva a este sector etario con falta de formación en su criterio personal.
Incluso, considero posible que “el sentido común” actual, que se encuentra definido en la aceptación indiscriminada de opiniones (“Todos debemos ser tratados iguales, y por tanto nuestras opiniones también, sin importar nuestra condición mental y/o emocional, ni tampoco la falta de argumentos tras dicha opinión”), sea una consecuencia directa de una globalización acelerada por estos recursos comunicativos. Este “sentido común”, o más bien, este modelo de pensamiento está bastante instaurado en las redes sociales, y no me parece una coincidencia. Esta forma de ver las cosas es originado a causa de la falta de un “filtro personal”, este “filtro”, es estudiado en la sicología y en la pedagogía bajo el nombre de “criterio”. Una persona alcanza su estado de “maduración” cuando ha formado su criterio, y este solo puede ser formado bajo la guía de alguien que lo tenga, así como bajo su experiencia, es por esta razón que a dicho concepto se lo relaciona con la adultez.
Volviendo a las situaciones complicadas, si bien no hay mayor oportunidad de evitarlas por medio del desconocimiento, si puede educarse a los usuarios de manera que pueda haber una resolución adecuada por parte del mismo ante este tipo de caso. Por ejemplo, brindar un espacio a la semana para hablar de lo ocurrido en la misma, de esta manera, se podría controlar y proveer del “filtro” que el menor requiere para no alterar su maduración de manera negativa. Ahora el problema radica en los guías, pues no todos los guías tienen efectivamente este “filtro” bien formado. Esta tarea se vería delegada entonces en un profesional, con criterio formado, que tuviera acceso a una charla corta con el menor en cuestión. Los profesores podrían tomar tal responsabilidad, pero en mi experiencia no parece buena idea.
¿Cuál sería una pieza faltante en el personal docente? Para mí, el ideal, sería un nuevo profesional. Este profesional tendría que cumplir con un perfil adecuado, es decir, correcto tacto, trato y vocación hacia menores, conocimiento promedio o superior sobre redes sociales y que busque volver a informarse por estos mismos medios, de forma que pueda comprender y tener una conversación fluida con alguien que pasa buena parte de su tiempo en los SRS. Y lo más importante, que efectivamente le interese complementar la educación moral y social de las nuevas generaciones. ¿Podría ser una nueva carrera universitaria? No veo porque no, pero de serlo, creo que es necesario que sea de corta duración, pues mientras más joven sea dicho profesional, siento que sería más probable que cumpla con lo necesario para este trabajo.
Conclusión
Concluyendo, las redes sociales por medios digitales, o SRS, son importantes para las nuevas generaciones, y si exploran este camino solos, podría haber repercusiones irreparables. Es necesario que la comunidad adulta tome consciencia de lo que está ocurriendo e intente adaptarse para brindar apoyo a los que poblarán este mundo en un futuro, no debe ocurrir que las sociedades futuras tengan sus cimientos con base en invenciones y convenciones de internet, pues las invenciones al final del día son solo eso, invenciones, aunque deseemos que se hagan realidad, no necesariamente lo harán, y no quiero pensar en que en un futuro descubran que a partir de una mentira, la sociedad que conocen comience a derrumbarse. Espero que la sociedad en general llegue a entender la importancia de comenzar desde la verdad.