Las Trabas Que Ha Tenido El Avance De Las Mujeres Hacia La Equidad De Género
Actualmente, uno de los temas que está dando mucho de qué hablar, es la equidad de género y la controversia que genera en la sociedad. Sabemos que esto viene desde hace muchos atrás, pero pasó escondido bajo la alfombra durante décadas y tapado con el manto de la religión y la cultura de cada país. Muchas mujeres deben posponer las ganas de ser madre para priorizar el estudio y trabajo a fin de lograr una estabilidad económica dejando para después su propio sueño de formar una familia pensando que un hijo podría llegar a interrumpir la calidad de eficacia con la que se trabaja. Si bien es cierto, la maternidad es una bendición para la pareja, muchas veces la responsabilidad solo recae en la mujer que se ve sometida al cuidado del bebé y como dueña de casa que le imposibilita seguir con su proyecto de vida laboral dejándole así un futuro solo de madre. Por otra parte, a través de los años ha existido una inmensidad de hechos discriminatorios hacia la mujer en la mayoría de los casos, actos en donde el hombre desmerece el valor que tiene el ser mujer sin darse cuenta de que al descalificar al género femenino están discriminando a su propia madre, pero aun así ni con este pensamiento se genera un cambio en la mentalidad del género masculino. Todavía se ven ejemplos a diario de discriminación hacia la mujer, actos en donde le quitan el poder de tomar decisiones, de un trabajo justo en igualdad de condiciones laborales, el derecho de vivir libre de violencia, maltrato, explotación y abuso, que es lo más importante. La equidad de género no avanza.
Uno de los factores que ha generado el estancamiento de la equidad de género es la dificultad que ha tenido la mujer para entrar al mundo laboral, poder ejercer siendo una persona autónoma e independiente sin discriminación alguna y con igualdad de derechos y condiciones. Han existido muchos casos en donde las trabajadoras no reciben el mismo sueldo ni la misma oportunidad que un trabajador pese a tener las mismas condiciones óptimas para ejercer el trabajo, ¿a qué se debe esta injusticia? Otro hecho que demuestra la desigualdad hacia el género femenino y que resulta problemático en cuanto al mundo laboral de la mujer es la poca protección social que se les brinda debido a que no son tratadas de la misma forma que un hombre, muchas trabajadoras sufren maltrato tanto físico como psicológico en su ambiente laboral y estos actos no se visibilizan aumentando así los casos de mujeres que abandonan su lugar de trabajo. La mujer ha entrado lentamente al mundo laboral defendiendo su derecho, demostrando su capacidad de igual o mayor condición que el género opuesto, sin embargo, pese al esfuerzo y lucha constante del poder feminista, las cifras de mujeres en el mundo laboral no se equiparan al género masculino teniendo un lento progreso de integración en la sociedad. Según estudios realizados, “en 2020, solo el 47% de las mujeres en edad de trabajar participaron en el mercado laboral, en comparación con el 74% de los hombres, una brecha de género que se ha mantenido relativamente constante desde 1995” (Organización de las Naciones Unidas [ONU], 2020). Las personas tienden a pensar que las mujeres no están preparadas o a la altura de los hombres considerándolas básicas e incapaces de ejercer un trabajo con éxito. La equivocación está en pensar que la capacidad intelectual se encuentra evocada en el género.
Esta desigualdad y discriminación comienza desde el nacimiento donde se hace la diferencia entre el futuro de una niña y un niño proyectando en este último grandes profesionales, viendo así a una niña solo con el rol de dueña de casa y mamá comenzando desde su inicio de vida con la diferencia de oportunidad debilitando así al género femenino. Debido a la lucha constante, se ha ido incrementando paulatinamente la integración de la mujer en la educación relacionándose con las transformaciones sociales que ha tenido cada país. Pese a las capacidades intelectuales de la mujer, ellas no son consideradas como piezas fundamentales en áreas científicas, tecnológicas o matemáticas siendo sacadas de opinión considerándolas como personas menos valiosas incluso cuando su aporte es equivalente o superior al de sus compañeros de trabajo. “Sin embargo, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas y representan solo un poco más del 35% de los graduados en estas áreas” (ONU, 2020). La educación de la mujer ha avanzado a pasos agigantados, ya que, bajo las estadísticas el número de mujeres que se encuentran en la enseñanza superior es mucho mayor comparado al de los hombres, aun así, bajo esta ventaja frente al género opuesto, las mujeres suelen ser vista ante la sociedad más despectivamente en el ámbito laboral principalmente, colocando en duda su capacidad y conocimiento adquirido, por lo que efectivamente deja claro que falta por mejorar la visión y adaptación de la población para interiorizar e integrar a la mujer en el mundo.
La mujer constantemente tiene la preocupación de mantener un correcto diario vivir, cuestionarse como debe vestir, como debe hablar, como debe sonreír, a que lugares asistir y con quien debe compartir para no ser una víctima más de alguna agresión ya sea física, sexual o psicológica. Lamentablemente los casos de violencia están a la orden del día, es por esto que si le preguntamos a un grupo de mujeres si han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida generado por un hombre, lo más probable es que la respuesta sea de manera afirmativa pero aun así prefieren negarlo muchas veces por temor, miedo e incluso vergüenza, ¿por qué cuesta tanto responder a una realidad y preferir vivir en una negación relacionada al tema? ¿tanto miedo puede producir una simple pregunta? ¿o el miedo no es la pregunta sino a la respuesta? Muchas mujeres prefieren callar cuando son víctimas de algún tipo de agresión por miedo a una represalia en su contra, al que dirán, por temor a perder sus hijos e incluso su vida. Se afirma que “Alrededor de un tercio de las mujeres en todo el mundo han sufrido violencia física y / o sexual por parte de sus parejas; y el 18% ha experimentado este tipo de violencia en los últimos 12 meses”. Tal como lo afirma la ONU, uno de los factores que ha tenido un rol importante relacionado a este tema ha sido la pandemia donde la mayoría de los casos ha obligado a la población a cuidarse quedándose en casa, es allí donde se debiese estar seguros previniendo el contagio sin pensar que muchas mujeres se encuentran desprotegidas en su propio hogar con su pareja o algún integrante de la familia, ¿de qué sirve que ellas se protejan del virus cuando en casa tienen a un enemigo mucho más peligroso? Mientras la mayoría de las personas están resguardadas en su hogar en espera de una vacuna para combatir el virus, muchas mujeres piden a gritos la vacuna que termine de una vez con el machismo.
La mujer ha tenido y sigue teniendo diversas trabas para desarrollarse en la sociedad, poder relacionarse como una persona libre, autentica con igualdad de derechos y sin miedo alguno. Sin embargo, gracias a la constante lucha de las mujeres, han permitido aumentar la integración de estas al mundo y hacer valer su derecho de igualdad. Acciones tales como garantizar la igualdad de remuneración para los mismos cargos o quitar nombres, fotos y direcciones en la carta de presentación en la fase inicial del proceso de selección es una manera de aumentar la contratación de mujeres eliminando así los prejuicios de género. Es deber de la comunidad en su totalidad que este cambio siga progresando y no se detenga comenzando por la labor de los padres al educar desde su nacimiento a su hijo o hija a mirar con igualdad e inculcar el respeto para crear grandes personas de bien para la vida. En conclusión, para lograr avanzar hacia la equidad e igualdad de género es importante reforzar el apoyo y responsabilidad de todas las personas tanto de hombres como de mujeres para tener un óptimo crecimiento y desarrollo como sociedad.