Enfermedades Crónicas Contra la Fortaleza de Cheyenne
Introducción
Cheyenne Perry es una estudiante de psicología de 21 años de edad que vive en Carolina del Sur, Estados Unidos. Pasaría bastante desapercibida si no fuera porque sufre 3 enfermedades crónicas que condicionan toda su vida. Aquí podrás conocer la historia de Cheyenne y aprender sobre los trastornos que padece y la fortaleza que muestra.
No puede comer porque sufre parálisis estomacal. Sus articulaciones se dislocan casi espontáneamente. Su sistema inmunológico reacciona con virulencia ante el más benigno de los estímulos. Definitivamente la historia de Cheyenne Perry es complicada. Aunque presentaba algunos de estos síntomas desde la niñez, no fue hasta los 13 años que Cheyenne tuvo que dejar la escuela para vivir encerrada en casa. Con la adolescencia, sus enfermedades crónicas empeoraron y se volvió muy peligroso llevar una vida normal.
Desarrollo
Si bien puede salir de vez en cuando, Cheyenne pasa la mayoría del tiempo en su habitación o en hospitales. Desde su cuarto, hoy estudia psicología con clases on line y cuenta con el apoyo de sus padres y de su prometido, Silvino Suárez. La historia de Cheyenne es también una historia clínica. A continuación, se explican brevemente las enfermedades crónicas que padece y la forma en que afectan su vida.
Gastroparecia
Este trastorno hace que el estómago no pueda procesar los alimentos ni impulsarlos de forma normal hasta el intestino delgado. La gastroparecia paraliza el estómago e impide que pueda contraerse, imposibilitando la digestión de la comida. Es una condición más bien extraña asociada a la diabetes tipo 1. A Cheyenne Perry le insertaron una sonda de alimentación cuando tenía 16 años de edad. Según el Daily Mail, no ha probado bocado durante los últimos 3 años.
Síndrome de Ehlers Danlos
Con este nombre se denomina al conjunto de alteraciones genéticas que provocan un defecto en la síntesis del colágeno. La carencia de esta proteína ocasiona síntomas que incluyen la hipermovilidad y la extrema flexibilidad de las articulaciones. Este síndrome debilita el tejido que conecta los músculos con los huesos y los órganos.
Antes de que aprendiera a ser extra cautelosa, este síndrome hacía que Cheyenne Perry tuviera docenas de dislocaciones cada día. Sus dedos se desprendían al intentar levantar una mochila. Ahora, como afirma en Msn, solo tiene que lidiar con 2 o 3 articulaciones dislocadas por día.
Síndrome de activación mayoritaria
Con esta denominación se agrupan distintos trastornos provocados por la activación inapropiada de mastocitos. Estas células están relacionadas con los procesos inflamatorios y alérgicos con los que el sistema inmune responde a patógenos, bacterias y alérgenos del ambiente. El síndrome puede manifestarse con enrojecimiento de piel, cólicos abdominales, diarrea y pérdida de conciencia, entre otros síntomas.
Este síndrome hace que Cheyenne sea extremadamente sensible a una gran variedad de estímulos inofensivos. Su sistema inmunológico reacciona ante el olor de la comida o el detergente provocándole convulsiones. En sus palabras recogidas por el Daily Mail: Puedo tener reacciones ante el perfume, el humo de la chimenea, la temperatura e incluso ante el aroma del champú que alguien usó recientemente.
Conclusión
Las limitaciones que Cheyenne ha tenido que enfrentar le han mostrado su misión en la vida. Después de graduarse, quiere dedicar su tiempo a prestar atención psicológica a personas que, como ella, sufren trastornos crónicos. Aquí sus palabras según Msn: Cuando buscaba a alguien para hablar sobre lo que me ocurría, supe que ninguno de los psicólogos había lidiado con enfermedades crónicas.
Entonces supe que una persona como yo, que ha atravesado tantas cosas, es muy necesaria. No importa lo que pase, siempre tengo esperanzas de que las cosas mejorarán para mí. Aquí puedes conocer la historia de una madre que se llenó de moretones para proteger a su hija. Para terminar, no dejes de ver en el siguiente video todo lo que debes saber sobre la gastropatía.