Liderazgo Directivo En La Calidad De La Gestión
Introducción.
La educación es considerada como uno de los pilares de desarrollo de todas las sociedades, en este sentido, es importante velar y orientar los procesos de gestión hacia la calidad, es decir para obtener una educación de alta productividad, se debe realizar un proceso continuo de mejoramiento de la calidad educativa, materializándose en los diversos niveles del sistema educativo, la cual es la instancia donde se concretan las políticas de estado, de gobierno y sectoriales.
Monroy & Hernández citando a Álvarez, Torres y Chaparro, expresan que debido a los acontecimientos que han sucedido a través de los últimos años de manera apresurada, los cuales afectan de forma directa la labor humana, las instituciones educativas han tenido que irse adaptando y transformándose según las exigencias de los cambios derivados de tal movilidad. Cambios sociales, culturales, políticos, económicos, medioambientales, que han sucedido en el mundo han tenido especial impacto en América Latina.
Desarrollo
Desde esta perspectiva de cambio en el ámbito educativo Garvanzo y Orozco, indican, que estos cambios implican, la rapidez con la que los conocimientos y prácticas, asumidas como válidas en los distintos ámbitos de la actividad humana, quedan obsoletas y, como consecuencia, los efectos no son otros que buscar nuevas pautas de desarrollo y competitividad para las organizaciones educativas.
Un estudio realizado por Costa Armijos, se centró en el análisis del estilo de gestión y liderazgo, desarrollado por el directivo institucional y su influencia en la cultura organizacional y específicamente de participación de padres de familia, esta investigación permitió conocer la efectividad de las estrategias de gestión en torno a la participación, desde el enfoque de la administración educativa, como punto central la cultura organizacional y la caracterización del liderazgo transformacional, como conducta asumida por el líder institucional, hacia el efectivo desarrollo de una cultura de participación efectiva.
Partiendo de planteamientos concretos, se abordó el tema en estudio, puesto que el liderazgo ejercido de modo transformacional puede contribuir a transformar la cultura escolar, incrementando la capacidad individual y colectiva para resolver los problemas, puede conducirnos a tener una perspectiva más amplia, de cómo es la organización por dentro y en qué medida es capaz de organizar sus propios cambios para superar las limitaciones que frenan su desarrollo.
Desde el punto de vista de Costa, el líder no es solamente aquel que logra que sus subordinados realicen una determinada tarea, sino aquel que despierta el interés en ellos mismos por realizar las acciones necesarias para el crecimiento de la institución, siendo así que el liderazgo educativo conlleva una dimensión ética y valorativa de gran importancia para el desarrollo de los procesos de gestión de calidad.
Bolívar, López y Murillo, En un artículo publicado en la Revista Fuentes acerca de su investigación sobre Liderazgo en las instituciones educativas. Una revisión de líneas de investigación. Expresan que el liderazgo educativo es percibido como un elemento clave para generar mejora desde abajo, creando condiciones institucionales que hagan más eficaces las organizaciones escolares. A partir de una revisión de la literatura internacional actual, este artículo se propone delimitar algunos de los enfoques relevantes de la investigación sobre el liderazgo educativo. Particularmente, estuvo centrado en tres grandes dimensiones actuales de la investigación sobre el liderazgo: el liderazgo pedagógico o para el aprendizaje, el liderazgo distribuido y el liderazgo para la justicia social.
Conclusiones.
Tomando en cuenta la temática planteada por Bolívar, López y Murillo, La comprensión actual del liderazgo se aleja de la visión del director como único agente con poder, para adoptar un panorama distribuido o compartido. A su vez, se busca un liderazgo pedagógico capaz de incidir en la mejora de los aprendizajes, creando condiciones para que el profesorado pueda hacerlo mejor. Y también, por último, un liderazgo para la justicia social, que asegure una buena educación a todos los alumnos, desde una perspectiva inclusiva y equitativa.
La capacidad de un centro escolar para mejorar depende, de forma significativa, de líderes que contribuyan activamente a dinamizar, apoyar y animar a que su escuela aprenda a desarrollarse, haciendo las cosas progresivamente mejor. Todo esto ha contribuido a que la dirección pedagógica de las escuelas se esté constituyendo, a nivel internacional y nacional, como un factor de primer orden, al tiempo que en una prioridad de las agendas de las políticas educativas.