Los Medios de Comunicación en la Construcción de la Democracia

Resumen

Se puede entender por medios de comunicación cualquier objeto que hace que las veces de vía para conducir información de un sujeto a otro. La democracia, de acuerdo con la definición ya clásica de O’Donell y Schmitter (politólogo argentino y profesor de Ciencias Políticas y Sociales, respectivamente), “se entiende como un proceso histórico con fases de transición, consolidación y persistencia analíticamente distintas, aún sí empíricamente superpuestas”. Por tanto, la relación entre medios y la democracia, como ya varios autores han afirmado, consiste en que la información es la base de todo proceso democrático, o dicho en términos de Diego Valadés (jurista, investigador, abogado, político): ‘todo proceso democrático es un proceso comunicativo’, de ahí que existan intereses diversos en la posesión y ejecución de los medios, entre ellos el Estado, los mismos empresarios de los medios y en ocasiones, la sociedad organizada. Y es que la democracia es el resultado de procesos deliberativos y toda liberación ‘supone la modificación endógena de las preferencias a través de la comunicación’.

Introducción

En el mundo actual, no existe mecanismo de mayor influencia sobre las sociedades que los medios de comunicación. Los medios de comunicación son hoy los principales instrumentos de los seres humanos para transformar y evolucionar el mundo desde sus diferentes ramas. La información tiene ahora más fuerza que cualquier ideología, ejército o tirano. En este tiempo son los medios de comunicación el campo de batalla propicio para las guerras y conflictos entre los hombres y las naciones.

Los medios de comunicación le deben mucho al adelanto científico y tecnológico, pero, sin duda, es a la democracia a la que le tienen que reconocer su actual poder e influencia: aquella magnífica posibilidad de ser el gran acicate y vigía del progreso de la humanidad. Nada amenaza más a las democracias vigentes que sus medios de comunicación se desnaturalizan, empiecen a servir intereses ajenos a su misión de ser vehículos del pensamiento, verdaderos reverberos de la sociedad en la que se sustentan. O que la complejidad social de cualquier nación vaya teniendo como contraparte una prensa cada vez más monocorde y unidireccional. La finalidad de este ensayo es desarrollar en qué aspectos se han relacionado los medios de la comunicación y la democracia a través de los años, y qué tan importante es la relación entre ambos.

Desarrollo

Los medios de comunicación en la actualidad son los principales instrumentos para conocer, comprender la sociedad y la forma en que interactuamos. El desarrollo de los medios de comunicación masivos le han proporcionado a la historia rapidez y relaciones cada vez más estrechas entre sociedades remotamente lejanas. Y más impresionante aún es que toda esta revolución haya empezado el siglo pasado; un sin número de eventos ocurridos hubieran pasado desapercibidos y de forma más lenta.

El derecho a la libre expresión dentro de los medios de comunicación es el pilar fundamental por lo tanto los convierte en una corriente viable de democracia. Decir lo que quieres , cómo lo quieres y cuando lo quieres son parte de sus propiedades pero, las mismas ventajas que tienen funcionan como su contrapeso ya que son estas mismas razones que hacen los hacen caer en aguas turbias es decir, poco democráticas.

Se asume de forma generalizada, sin demasiado análisis, y hasta con una cierta petulancia respecto a países vecinos o de otras latitudes, que los medios de comunicación juegan un papel determinante en las sociedades democráticas, por las siguientes razones:

Los medios de comunicación generan información, cultura, educación y entretenimiento de calidad, todo lo cual contribuye a la creación y sostenimiento de una “cultura cívica” además de que estos tienen un función delegada de supervisión y control en asuntos de interés público, especialmente los relativos a la gestión gubernamental de esos intereses y la acción del Estado.

Los medios de comunicación substancia, y a su vez hacen posible, uno de los derechos más importantes que caracterizan a la sociedad democrática: la libertad de expresión, presente en todas las constituciones de los todos Estados y en la Carta de Derechos Fundamentales de la OEA. Finalmente, a los medios de comunicación se les asigna la función de suministrar una información accesible al público en general, atractiva para las audiencias y asequible económicamente.

Por lo tanto, nada amenaza más a la democracia que los medios de comunicación pierdan su cualidad de transparentes, es ciertamente peligroso que la televisión, el cine, la radio y la prensa sean concebidos como uno de los más prósperos y modernos negocios, en función de los cuales se pueda servir al público ya que muchas veces solo con grandes inversionistas y grandes cantidades de dinero estos caen en manipulaciones compartiendo contenido alterado para beneficiar a algunos o directamente se venden como medios propagandísticos.

Los partidos y las oligarquías tienen todavía una influencia desmesurada en el aparato comunicacional, podemos utilizar como ejemplo los diversos periódicos que circulan en el país. El periódico Listín Diario y el Hoy comparten los mismos propietarios pero el enfoque de el periódico hoy es meramente Político mientras que el primero es más social, esto no es coincidencia ya que ambos sus propietarios (Grupo Corripio) son cercanos al gobierno. Los enfoques de los diversos medios de comunicación se establecen de acuerdo a su posición política lo cual al final de el dia le restan credibilidad.

Un aspecto muy importante que hace los medios de comunicación sean vulnerables a caer en demagogia es que para subsistir se nutren de la publicidad. Cualquier persona con la suficiente cantidad de dinero y autoridad tiene la posibilidad de influir en los medios y estos a su vez en las decisiones de toda la sociedad.

La comunicación se ha hecho ahora una actividad demasiado costosa de sostener, por lo cual sólo quienes poseen grandes recursos pueden fundar o desarrollar periódicos o radioemisoras o adentrarse en el complejo mundo de los medios audiovisuales. Esta vertiente hace que los medios de comunicación sean manejados por las personas mas influyentes que son un grupo pequeño éste término se conoce como Monopolización informativa.

La pésima calidad de los contenidos y la precarización laboral vienen acompañados de la creciente oligopolización del mercado. Esta razón que puede convertir a los medios en organizaciones no democráticas que influencian el desinterés por ejercer los derechos ciudadanos, la apatía juvenil y muchas de las formas de violencia y terrorismo tienen su origen en la perversión de las instituciones democráticas, incluidas en ellas el periodismo y los medios de comunicación.

A partir de este proceso, el interés de los grupos mediáticos, que responden al poder bancario y de los grandes grupos económicos, no es otro que alimentar los imaginarios sociales que les permiten ejercen el control social, justificar lo injustificable y jugar a imponer agendas políticas interesadas y para nada defensoras de los intereses de la ciudadanía.

Cambiar este sistema perverso exige modificar el modelo empresarial mediático. Acabar con la concentración de medios pero además con el objetivo de interés economicista que mueve a la persona física o jurídica que ostenta la propiedad de la concesión. Es casi imposible pensar en un sistema de medios útil para la ciudadanía sin modificar también la forma y los modos de financiación de los medios. Es una certeza que los Medios se deben al capital que los hace posible. Aún aceptando esta realidad, la lógica democrática exigirá que los intereses comerciales de las empresas de comunicación sean exclusivamente los de la industria editorial. No se puede concebir capital ajeno a estos intereses participando en el accionariado, en la propiedad de los medios.

Democracia mediática

A finales del siglo XX, se comienza a integrar los medios impresos en diferentes partes del mundo fueron introduciendo este sistema y verificando las palabras de un excéntrico griego, Pericles:

“Seremos admirados por nuestros contemporáneos y por las generaciones futuras”. El objetivo de este medio era dar a conocer la posición que tenía la sociedad como pensaba que quería decir , y para ello, la media eran su única fuente.. El papel que este tenía era servir como canal para las opiniones individuales, es decir, ser un lugar de debate, porque las bases en los que se definen los medios de comunicación son: informar; que una mayor información provoque una mayor participación política; y que esto favorezca una democracia saludable.El problema surgió cuando aparición de la televisión a la escena. La intervención de este media provocó el desplazamiento de la opinión pública, la esencia de la democracia, y la perversión de los anteriores supuestos. En la actualidad no existen las opiniones individuales, sólo existe una masa de individuos que creen tener una doxa, pero que en realidad viven manipulados y manejados por este canal. El objetivo de los medios a cambiado totalmente al pasar de los años pero no para mejor, más bien poniendo en riesgo los objetivos principales de la democracia.

La radio y la televisión se crearon para servirle a la sociedad pero hoy en día funciona más como medio de propaganda para por gobierno influyendo quitado importancia al beneficio del pueblo. así como también han servido de soporte para crear confusión entre los términos de libertad de información con libertad de mercado su nuevo objetivo es vender servicios y productos la información se termina convirtiendo en mercancía, como por ejemplo, las “ las exclusivas.”

Podemos sacar a relucir dos tipos de democracia mediática aquella que está condicionada por la opinión pública y otra por el poder político. En cuanto a la que está condicionada por la opinión pública podemos decir que en vez de los medios centrarse en la libre expresión lo hacen en modificar descaradamente,seleccionar y filtrar los contenidos publicados.

Democracia digital

Las democracias contemporáneas del siglo XXI presentan nuevas oportunidades y desafíos, producto de la revolución de Internet, las nuevas tecnologías de la información y las diversas plataformas digitales. Todos los que componemos sociedad debemos adaptarnos y aprender a usar las herramientas proporcionadas por la revolución tecnológica y digital.

Desde sus inicios, las herramientas digitales, y el acceso generalizado a Internet, han venido transformando los medios tradicionales de participación en la política, haciéndolos más efectivos. En distintos países, los procesos electorales se han vuelto más transparentes y eficaces, y la papeleta de votación ha sido sustituida por máquinas de votación electrónica. La firma de peticiones se convirtió en una herramienta generalizada y poderosa, ya que los ciudadanos individuales ya no necesitan ser molestados en las calles para que estampen su firma en una hoja de papel, sino que pueden ser contactados simultáneamente por millones de otros ciudadanos a través del correo electrónico, y sus nombres añadidos a peticiones virtuales, que pueden estar listas en pocos segundos. Las protestas y las manifestaciones también han sido revitalizadas sustancialmente en la era de Internet. En los últimos años, las redes sociales como Facebook y WhatsApp han demostrado ser un motor de las revueltas democráticas, movilizando a las masas, convocando grandes aglomeraciones y concienciando a la población, como fue el caso de la Primavera Árabe.

Es necesario analizar, detectar ataques y proveer de técnicas de seguridad al espacio por el que nos queremos mover o comunicar, para que los ciudadanos estén tranquilos y sepan que sus derechos serán iguales. Por lo tanto, aunque algunos partes de la sociedad piensen que la informatización de sus actividades puede llegar a ser una pérdida de su privacidad y de sus derechos, se puede confirmar que es todo lo contrario, ya que los servicios de “seguridad cívica”, no sólo los garantizan, sino que permiten ampliar dichos derechos en la democracia digital. También habrá que esperar a los nuevos adelantos que probablemente aumentarán la seguridad.

Asimismo, cada vez hay más extensión de éstos tipos de comunicación, lo que nos lleva a pensar en un cambio de la sociedad existente hacia una “sociedad de red”, avance que se realiza a través de las nuevas tecnologías.

Como recapitulación, podemos decir, que para implantar comunicaciones seguras dentro de un determinado medio de seguridad, sería oportuno desempeñar, de forma sistemática, un análisis de los riesgos y detectar los ataques contra los que habrá que defenderse, de tal forma que los servicios de seguridad que sean necesarios establecer en cada comunicación, se creen a partir de este análisis.

Para administrar estos servicios sería ideal que se estableciesen los correspondientes protocolos de seguridad, lo que conllevaría el uso de determinados mecanismos de seguridad como los métodos criptográficos.

El aumento de la implantación de servicios telemáticos se ha llamado estratificación o división digital. Pero para definir esta estratificación hay que analizar las distintas desigualdades de nuestra sociedad, producidas por esta implantación. Por ejemplo podemos destacar la gran diferencia que existe entre los usuarios habituales de las nuevas tecnologías y aquellos a los que se les ha terminado por llamar “ analfabetos” informáticos. Existen también otras desigualdades como es la forma de acceder a las computadoras, las infraestructuras, la edad, el género, etc…

Pero antes de llegar a la verdadera “democracia digital”, debemos saltar unos obstáculos y desigualdades respecto de las nuevas técnicas de información y diseño de la nueva sociedad, es decir, que para el perfeccionamiento o mejora de la “democracia digital” universal, han de solucionarse todas las desigualdades existentes y garantizar una distribución de la información, que conlleve un aumento de la participación de los ciudadanos en dicha democracia.

A través del uso de la tecnología, estamos asistiendo a un desarrollo o cambio de los gobiernos actuales respecto a la forma de proporcionar información como a la prestación de servicios públicos a los ciudadanos. Por lo que ha surgido un nuevo concepto de gobierno, el “gobierno digital”.

Estos cambios se han hecho patentes en aspectos importantes como un aumento de la transparencia a través de las páginas Web o también en un aumento de la interactividad entre los ciudadanos y los organismos públicos, pero incidiendo en que éstos son más notables en las sociedades desarrolladas con acceso a nuevas tecnologías que las sociedades subdesarrolladas.

Pero a pesar de la euforia que suponen estas nuevas técnicas de información y comunicación, hay que averiguar si todas ellas son realmente factibles y eficaces en los gobiernos y en qué medida las tecnologías contribuyen realmente tanto a la innovación y mejora como a la democratización y participación ciudadana. Por ejemplo, existen algunas diferenciaciones apreciables: mientras que la democracia es un proceso lento y largo en el tiempo, las nuevas tecnologías se caracterizan por su rapidez, por lo tanto, hay que tratar con cautela la incorporación de las técnicas a la democracia. Igualmente, aunque estamos en un auge de la democracia, hay cierto distanciamiento aún entre representados (no partidos sino instituciones) y representantes, y problemas en los mecanismos de toma de decisión, por lo que hay una creciente insatisfacción por parte de los ciudadanos.

Conclusión

Una forma de mejorar los medios de comunicación implica salir de la lógica neoliberal y democratizar los medios de comunicación, el acceso a las tecnologías de información y comunicación, asumir garantías para la creación de medios públicos, privados y comunitarios, distribuir equitativamente las frecuencias del espectro radioeléctrico (actualmente el 80% de las frecuencias se encuentra en manos privadas), y la prohibición de monopolios y oligopolios en las empresas de comunicación, así como que los propietarios de medios tengan otra actividad económica, que comprometa la independencia en el manejo de la información.

Bibliografía

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27 April 2022
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