Los Procesos De Construcción Del Comportamiento Desviado
La desviación es una consecuencia de la marginación, que da lugar a la inadaptación social. Las personas modifican sus comportamientos como consecuencia de la relación que se mantiene con el entorno, por lo que son múltiples los factores que los pueden dirigir hacia una conducta desviada. Podríamos decir que, son las conductas trasgredidas por un conjunto de personas en contra de lo que la “mayoría” de la sociedad espera que se haga de acuerdo a las normas sociales establecidas, las bandas latinas son un buen ejemplo de esto.
El caladero del que se nutren estas bandas latinas en nuestro país suele estar formado casi mayoritariamente por jóvenes latinos o chicos nacidos en España de padres o abuelos inmigrantes latinoamericanos. Suelen ingresar en estas bandas en edad adolescente y por lo general provienen de familias de clase media baja, desestructuradas con bastantes limitaciones económicas, con problemas sociales y un alto porcentaje de sus componentes tiene sobre sus espaldas la losa del fracaso escolar con una educación deficiente. Algunos incluso han abandonado el domicilio familiar como única salida a los malos tratos y violencia que se viven en su domicilio, donde realmente se sienten desatendidos.
La banda se convierte en su verdadera familia, huyendo de un ambiente familiar adverso, donde no se le han dado muestras de cariño ni apoyo y lo más importante se han sentido siempre incomprendidos. En la banda han encontrado un lugar donde realmente son queridos, respetados y comprendidos. Gracias a ella consiguen tener su propia identidad, además de un sentimiento de pertenencia que les da seguridad. Muchas de las familias de los jóvenes que integran las bandas sociales, suelen tener la falta de alguno de los progenitores (generalmente el padre). A esto se añade el problema de la violencia en el ámbito familiar y en ocasiones son los propios jóvenes los que sufren esta violencia por parte de sus padres, que ejercen una figura autoritaria sin saber buscar el origen de los problemas que sufren sus hijos.
La banda es el refugio de estos jóvenes para protegerse de esa parte de la sociedad que les margina y discrimina por su origen. Según ellos, esto les limita su integración social, les lleva al fracaso escolar, a la falta de oportunidades y en consecuencia solo pueden acceder al escalón más bajo del mercado laboral, lo cual les aboca en los casos más graves a la pobreza y a la exclusión social.
Todas estas consecuencias acaban derivando en un problema de falta de autoestima. La banda les aporta cariño, comprensión, protección y afecto, son un espejo donde se ven reflejados y el grupo les aporta seguridad, les ayuda a defenderse de las agresiones “racistas” que según ellos sufren. La injusta sociedad en la que les ha tocado vivir, les hace tener que agruparse como medida de protección y supervivencia, pues de no hacerlo esta misma sociedad continuará privándoles de cualquier oportunidad y continuará infravalorándolos y discriminándolos.
Todo este cóctel de adversidades que según ellos sufren por culpa de una sociedad “racista” y “xenófoba” les conduce a buscar apoyo en las bandas, compuestas por jóvenes que tienen los mismos problemas que ellos y son su verdadero apoyo. Su comportamiento dentro de la banda suele derivar en la realización de actos violentos y conductas antisociales, así como el consumo frecuente de sustancias estupefacientes. Como cualquier subcultura desviada no aceptan las normas establecidas por una sociedad que no les representa. Muchos de ellos manifiestan haber sufrido discriminación por su raza de origen, por el color de su piel, por su país de nacimiento o el de sus antecesores.
PROCESOS DE DESVIACIÓN
Los jóvenes que se integran en las bandas latinas lo hacen para demostrar su disconformidad con las reglas y normas de su entorno, además de sentirse protegidos e integrados. A menudo son vistos por los demás como simplemente una banda de delincuentes. Podríamos llegar a definirlos como unos “desviados puros”, encasillados por la sociedad como un grupo que simplemente no acata las normas y en ocasiones no duda en quebrantar la ley para conseguir sus objetivos.
Antes de la llegada de los adolescentes a las bandas suelen producirse una serie de procesos que nos pueden llevar a la conclusión de que estos chicos probablemente acaben perteneciendo a las mismas. Desgraciadamente la sociedad de hoy en día que nos ha tocado vivir solo actúa cuando estos jóvenes ya son integrantes de las bandas y lo hace de un modo represivo, aplicando la ley, lo cual nos conlleva a un enquistamiento del problema.
Si fuésemos simplistas, podríamos decir que estos jóvenes terminan siendo integrantes de las bandas latinas, porque se sienten marginados y excluidos socialmente. Pero esto sería hacernos trampas a nosotros mismos, ya que el verdadero problema y lo que conduce a estos jóvenes al desapego con el resto de la sociedad, es su inadaptación. Estos chicos no se sienten conectados con su entorno, no tienen un sentimiento de arraigo, no siente que el lugar donde viven es su verdadero hogar y país y esto les hace distanciarse de gran parte de la sociedad y buscar refugio entre los suyos, entre sus iguales.
Su desviación se produce por una desconexión entre cada uno de ellos de manera individual y la sociedad a la que pertenecen. La inadaptación es la consecuencia del conflicto que existe entre los jóvenes latinos y la sociedad en la que viven. La pertenencia a una banda les hace conseguir sus metas con mayor facilidad. La gran mayoría provienen de ambientes conflictivos, pobres y con todo tipo de carencias incluidas las emocionales.
Una mínima parte conoce con anterioridad las instituciones de control que utiliza nuestra sociedad para intentar integrarles, como son centros de menores y hogares de acogida, pero es cuando ya están integrados en las bandas, cuando sufren realmente el control estatal, conociendo realmente las consecuencias de las políticas criminales del Estado e incluso en los casos más graves ingresando en prisión. La desviación de estos jóvenes no se produce de la noche a la mañana, hay unas señales que nos indican la deriva que están llevando a cabo y una serie de circunstancias que tienen que darse para que se produzca como son:
- Interinfluencia entre el individuo y su entorno social.
- Conducta antisocial que genera conflictos, con fases como conformismo pasivo, conducta antisocial objetiva y conducta de retirada.
- Cnstitucionalización del conflicto, tienen que intervenir las instituciones del Estado (represión penal, pero realmente el origen del problema sigue existiendo).
- Falta de coherencia, se consolida la inadaptación. Puede conllevar comisión de actos ilegales y violentos e incluso producir cambios de personalidad en los jóvenes.
Esta fase suele finalizar con una radicalización antisocial y se entra en el círculo vicioso de a mayor represión mayor comportamiento violento.
Los integrantes de las bandas se acostumbran a recibir sanciones, pero esto no reduce ni su violencia ni su comportamiento antisocial. Se distancian aún más si cabe de sus familiares, se siente maltratados por la sociedad que no les valora ni hace nada para que no sean ciudadanos de segunda clase. Cuanto más tiempo se pase dentro de una banda, existe una mayor posibilidad de empezar a cometer delitos, los cuales suelen empezar con pequeños hurtos y finalizan con delitos más graves contra la propiedad e incluso el tráfico de drogas, sin olvidarnos por supuesto de la violencia ejercida sobre el resto de los ciudadanos y en especial contra los miembros de otras bandas.
Aprenden a convivir en ambientes violentos e imitan sus conductas. Los seres humanos no nacemos con una predisposición a la violencia ni al delito. En el comportamiento de estos chicos influye en gran manera el ambiente donde se desarrollan, muchas veces sus expectativas se ven frustradas y en ocasiones esto desemboca en violencia y agresividad. Para que esto se produzca nos influyen varios ámbitos:
- Ámbito físico: El ambiente donde nos desarrollamos nos condiciona y desarrolla parte de nuestra personalidad y nuestra forma de relacionarnos con los demás.
- Ámbito familiar: La familia como agente socializador principal, es el lugar donde se crean los patrones de nuestra conducta (disciplina, castigo, control parental etc.)
- Ámbito educativo y cultural: Después de la familia, la escuela es considerada la instancia socializadora más importante, clave en el desarrollo personal y social de los adolescentes. Y no sólo desde el punto de vista académico. Nos forma como personas para saber afrontar y gestionar los conflictos y las frustraciones.
Hay integrantes de las bandas latinas que en algún momento de su pertenencia a las mismas han manifestado su intención de abandonarlas, pero esto no es tan fácil. En las bandas se imponen las conductas violentas, son temidas las represalias hacia los integrantes que dejan la banda, además de causar un vacío sentimental en el individuo, ya que no debemos de olvidar que han llegado a las bandas buscando afecto y un sentido de pertenencia que les satisface y les hace sentirse realizados.
CONCLUSIÓN
Los integrantes de las bandas latinas no dejan de ser adolescentes que han terminado en ellas buscando un refugio que les aporte seguridad, identidad, reconocimiento, protección y lo más importante un hogar, una familia, figura ésta, de la cual han carecido la gran mayoría desde su infancia. A los problemas de cualquier adolescente debemos sumar los que padecen estos jóvenes. Con ellos se deben adoptar medidas sociales, educativas, culturales y laborales que les hagan sentirse plenamente miembros de una sociedad, la cual, les valore respetando sus orígenes y sus tradiciones.
Por todo esto, la sociedad debe ser capaz de ofrecerles una protección total, que abarque ámbitos familiares, culturales, deportivos, asistencia psicológica y una integración socio laboral plena. Invertir en su integración desemboca en una mejora para la sociedad en general, debemos actuar desde la raíz del problema evitar que se sientan diferentes e injustamente tratados y que no tengan la necesidad de buscar en la banda el refugio que no les da nuestra sociedad. La prevención de la desviación de estos chicos es más efectiva que intentar buscar su reconversión. Nuestro objetivo debe ser posibilitar su desarrollo e integración desarrollando sus cualidades y capacidades, no intentar someterlos a un sistema con el que no se sienten identificados y, es más les produce rechazo. Debemos ser capaces de modificar su entorno y anular su agresividad y violencia. La sociedad en su conjunto debe ser “la familia” de la que carecen y como tal debe buscar y facilitar la reinserción social de estos jóvenes, centrándonos en la prevención y no en la posterior represión de sus conductas desviadas.
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