Gran Imperio Creado por los Romanos

Introducción

Los romanos crearon un gran imperio, con una civilización común que vinculo a sus habitantes entre si y en torno al mar Mediterráneo. De esta manera se concretó la idea de un imperio universal. La civilización romana, junto a la griega formaran la base de la civilización occidental a la cual pertenecemos. Del latín surgen las leguas: español, portugués, francés, italiano, el derecho romano dejo su legado en las legislaciones de los países occidentales incluso en el nuestro, además de la concepción del espacio urbano.

Desarrollo

Roma representa otro importante pilar de la civilización occidental. De hecho, de esta civilización nos llegó la lengua, el derecho y las obras públicas. Una conquista fundamental de Roma fue la unificación de la cuenca del Mediterráneo, tanto desde el punto de vista político (creación del Estado Universal) como cultural.

Roma está ubicada en la parte central de la península Itálica, que está en el centro del mar Mediterráneo. La ciudad está ubicada en la región del Lacio, a orillas de río Tíber. Según los datos arqueológicos, el origen de la ciudad de Roma parece hallarse en las aldeas latinas establecidas en las siete colinas que rodean al río Tíber.

La importancia estratégica de la zona explica que pronto fueron dominadas por sus poderosos vecinos, los etruscos. La primera forma de gobierno que tuvo la ciudad de Roma fue la monarquía absoluta, electiva y vitalicia. Ya que el poder se concentraba en manos de una persona, era electiva (el rey era elegido) y vitalicia (duraba toda su vida).

El rey actuaba con la colaboración de un Senado, el cual estaba formado por los jefes de las familias (gens) más antiguas de la ciudad de Roma, llamados patricios. Éste órgano elegía al rey, y fue la única institución de gobierno que estuvo toda la historia de Roma. También colaboraba en el gobierno una asamblea, llamada Comicios Curados, que también estaba integrada por la clase privilegiadas de la ciudad.

Italia estaba poblada por los ligures y los sículos, pero en el segundo milenio a.C. llegaron distintas oleadas de indoeuropeos o itálicos, siendo los latinos uno de los pueblos más importantes, ubicándose en el Lacio. Eran humildes campesinos y pastores que habitaban pequeñas cabañas dispersas en el lugar que más tarde ocuparían la ciudad de Roma. Estos primeros asentamientos se alzaban sobre siete colinas, ya que la zona del llano se hallaba frecuentemente llena de lodo por las inundaciones del Tíber. Más tarde, el crecimiento de las aldeas hizo cada vez más imprecisos sus límites y se intensificaron las relaciones entre ellas.

En el siglo X a.C, llegaron los etruscos, que se ubicaron en Toscana y se organizaron en ciudades- estados, gobernadas por reyes. Estos intentaron la unificación política de Italia, dominado desde el rio Po hasta Capua. Fundaron Roma sobre el río Tíber (región del Lacio), hacia el siglo VIII a.C a la que llamaron Rumòn (ciudad del río). Los griegos se instalaron en el sur, a partir del siglo VIII a.C y dieron el nombre de Magna Grecia a esta región, difundiendo su cultura.

Conociendo los datos que ofrece la arqueología, cabe destacar, que era necesario que la ciudad de Roma contara una historia digna de la grandeza que tuvo durante su imperio. Los romanos consideraban poco digno el hecho que Roma tuviera antepasados campesinos y que encima, fuera conquistada por un pueblo superior, los etruscos. Es por ello que el poeta Virgilio y el historiador Tito Livio, unificarán las distintas historias que hablaban de Rómulo y Remo, y realizarán una historia oficial.

¿Qué es una leyenda? Una leyenda es un relato que se transmite por tradición oral o escrita, el cual combina elementos reales con elementos imaginarios o maravillosos.

Concluida la guerra de Troya, el príncipe troyano Eneas, el cual era hijo de Afrodita (diosa del amor) con un mortal, huyo derrotado y llego hasta la región del Lacio, donde sus descendentes fundaron la ciudad de Alba Longa. En el siglo VIII a.C reinaba allí Numitor, pero su hermano Amulio lo destrono y mando consagrar a la hija de aquel (Rea Silvia) como sacerdotisa, para impedir que tuvieran herederos.

Sin embargo, el dios Marte (dios de la guerra) se enamoró de ella y de su unión nacieron dos gemelos: Rómulo y Remo. Amulio los mando ahogar en el Tíber, pero el encargado de hacerlos en lugar de matarlos los tiro, en una cesta al rio que termino en la orilla. Una loba los amamanto hasta que un pastor los encontró y cuido de ellos. al crecer conocieron su origen, derrotaron a Amulio y devolvieron el trono a su abuelo en 753 a.C, su abuelo les concedió una colina donde fundaron Roma cercano al lugar donde fueron amamantados por la loba. Luego Rómulo mato a Rómulo porque no respeto los límites de su territorio y se convirtió en rey.

Para poblar la ciudad recién creada, Rómulo aceptó todo tipo de prófugos, refugiados y desarraigados de las ciudades vecinas, de procedencia latina. La colonia estaba formada mayormente por varones, pero para construir una ciudad se necesitaban también mujeres. Pusieron entonces sus ojos en las hijas de los sabinos, que habitaban la vecina colina del Quirinal.

Los latinos organizaron una gran fiesta, con carreras de carros y banquetes, y cuando los sabinos se encontraban ebios por el vino, raptaron a sus mujeres y a su vez echaron a los hombres. Las mujeres desconcertadas y nerviosas, fueron notificadas de que no les harían daño y que simplemente deseaban que ellas se casasen con los romanos y tuviesen hijos, esto con el fin de poblar la ciudad de Roma.

Por supuesto, esta acción enfureció a los sabinos, quienes les decretaron la guerra. Para el rescate de las sabinas, eligieron a Tito Lacio, rey de los sabinos. Éste, mientras estudiaba cómo atravesar la muralla, conoció a una joven llamada Tarpeya. La joven prometió al monarca enemigo que le mostraría una vía oculta que conducía al Capitolio (donde estaba la fortaleza latina), a cambio de lo que él llevaba en el brazo izquierdo, en alusión a un brazalete de oro del rey. En efecto, los sabinos alcanzaron la ciudad gracias a las indicaciones de Tarpeya, pero en vez de entregarle su pulsera, el rey sabino ordenó a sus hombres que aplastaran a la traidora con sus escudos, que llevaban, precisamente, en el brazo izquierdo.

Los sabinos y latinos se enfrentaran en el campo de batalla. En un momento del combate, las sabinas se interpusieron entre los contendientes, abrazándose al cuello de sus maridos y familiares, para suplicarles que detuvieran la pelea. Pues si vencían los sabinos, ellas perderían a sus maridos, y si vencían los latinos tendrían que llorar la muerte de padres y hermanos. De modo que los contrincantes depusieron las armas y firmaron la paz.

Con esta leyenda ilustraban los romanos que su ciudad había nacido de la unión de dos pueblos: latinos y sabinos, a los que pronto se sumó un tercer elemento: los etruscos, un pueblo muy avanzado, que poblaba la actual Toscana y que poseía importantes intereses comerciales en la región del Lacio.

En el siglo VI a.C los romanos se liberaron de la dominación etrusca y la monarquía llega a su fin, surgiendo la república. Se llamó republica patricia porque los cargos políticos en el senado y las magistraturas estuvieron en manos del patriciado. Los patricios: eran los descendientes de las familias (gens) que habían fundado la ciudad (padres de la ciudad). Eran los privilegiados de la sociedad. Eran los únicos que tenían derechos políticos, religiosos y militares. Poseían las mejores tierras. Eran el ‘pueblo de Roma’

Los plebeyos: eran los campesinos, artesanos o comerciantes. Eran hombres libres, pero carecían de derechos políticos, además debían pagar impuestos y poseían las peores tierras. Tenían prohibido casarse con personas de la clase patricia, y podían quedar esclavos por deuda.

Esclavos: eran principalmente esclavos por deuda y algunos prisioneros de guerra.

República: forma de gobierno representativa en que la soberanía reside en el pueblo.

En latín significa Res Publicus cosa de todos.

En sus inicios fue llamada República Patricia porque los patricios tenían los cargos políticos (integraban el Senado, ocupaban las Magistraturas u ocupaban los 2 cargos de Cónsules que sustituyeron al rey).

Entre los siglos V AC y III AC se dio las luchas patricio- plebeyas.

Será a costa de largas luchas que los plebeyos llegaron a conquistar los derechos que los patricios les negaban.

La situación de los plebeyos empeoró paralelamente al proceso de expansión de Roma por Italia. Los patricios requerían de mayores recursos para esta conquista tanto en gastos como en hombres; para ello aumentaron los impuestos y convocaron a los plebeyos a participar del ejército.

Desde el siglo V AC al III AC los plebeyos se enfrentaron a los patricios reclamando la igualdad de derechos, para ello aprovecharon la necesidad que tenían los patricios para la integración del ejército. En el año 493 AC al regresar de las campañas victoriosas de conquista por Italia, los soldados plebeyos integrantes del ejército se instalaron en el monte Sacro a unos pocos kilómetros de Roma, presionando a los patricios con la idea de formar una nueva ciudad. Los miembros del Senado dándose cuenta de la gravedad del caso decidieron ceder a los reclamos de los plebeyos.

Las conquistas de la plebe bien podrían sintetizarse en:

La redacción de la ley común para todos que recibiría el nombre de Ley de las Doce Tablas. Su nombre deriva de las doce tablas de bronce en que fueron grabadas y expuestas en el Foro. Con ellas lograron que el derecho fuera público e igual para todos los ciudadanos. La autorización de los matrimonios entre patricios y plebeyos que hasta ese momento estaba prohibida. Esta ley llevó gradualmente a que se unieran los nuevos ricos de la plebe con los antiguos patricios.

Prohibición de la esclavitud por deudas, que se complementó con el reparto de tierras del Estado, obtenidas tras las conquistas romanas por Italia.

Finalmente, la obtención de los derechos políticos, con el reconocimiento de elegir anualmente dos representantes: los tribunos. Se trataba de defensores de la plebe, que se podían oponer a cualquier medida que se juzgara como perjudicial para ellos, valiéndose del veto (prohibiendo esa ley). También la creación de la Asamblea de la Plebe donde tratarían sus problemas.

Conclusión

Estos derechos no beneficiaron a toda la plebe por igual, los que realmente los aprovecharon fueron los plebeyos que se habían enriquecido con la expansión de Roma en Italia realizando actividades comerciales. Si bien la ley era igual para todos desde ahora, la situación económica marcaba por un lado la plebe pobre o de medianos recursos (campesinos, labradores, artesanos) y los nuevos ricos (nobilitas) conformados por la nobleza patricio- plebeya. Este grupo social constituyó una nueva aristocracia dirigente del gobierno; sólo ellos podían acceder a él, ya que seguía siendo gratuito y con importantes gastos derivados de los actos electorales (pagar a los clientes por el voto). Roma estaba gobernada por una República que los historiadores denominaron Plutocrática.

22 October 2021
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