Los Sentimientos Perjudicados En La Sociedad
Este ensayo se tratará sobre los sentimientos. Para ilustrar este tema, se pondrá de ejemplo la filosofía de Schopenhauer. Aunque no es un autor que se haya dado en extensión en el temario y el tema solo se de en el romanticismo, me parece interesante tratarlo en profundidad.
En cuanto a los sentimientos, ha sido importante el ver reflejadas las ideas de cada autor, ya que, creo firmemente que éstos son una parte fundamental en nuestro día a día y en nuestra formación como personas. Schopenhauer me parece el filósofo más indicado para tratar esto, ya que su filosofía se basa mucho en los sentimientos.
Para él, las emociones consideradas “buenas” deben ser las que creen una base para la moral. En cambio, si el ser humano se mueve por su propio interés con emociones consideradas “malas”, no podrán ser una buena base para la moral. Es decir, a la moral tienen que estar atribuidas emociones buenas, sino no se considera una moral correcta. En mi opinión, este pensamiento no es del todo cierto, ya que en ocasiones hay que actuar con egoísmo frente a situaciones que pueden dañar nuestro interior y nuestra integridad.
A su vez, me parece importante recalcar la intención del filósofo en promover la empatía entre las personas. Es decir, al sentir empatía por el dolor de otra persona, se puede actuar moralmente bien, ya que nuestro instinto primario va a hacer que reaccionemos con acciones buenas.
En cuanto a las personas con una moral incorrecta o “mala”, cree que la finalidad de sus actos es perjudicar al número más grande de personas. Reflexionando sobre este pensamiento y centrándome en el sentimiento del egoísmo, se podrían encontrar dos tipos de conducta: la primera, una persona que mira por su propio bienestar y que no tiene una intención clara de perjudicar a la persona ajena; la segunda, una persona que mira por sí misma, pero sin tener en cuenta los sentimientos ajenos. De nuevo, entra en el juego la empatía, es decir, tener o no consideración con los sentimientos de los demás. Ser conscientes del sufrimiento ajeno puede elevar nuestra espiritualidad, ya que podremos encontrar rasgos de los demás en nosotros mismos que no sabíamos que existían.
Por otra parte, para el filósofo, todas las personas están repletas de sueños que no se van a cumplir, lo que refleja un pensamiento pesimista de la existencia. Para mí, esto refleja con exactitud el sentimiento generalizado de angustia que tenemos en la sociedad actual. Vivir sin expectativas de futuro, con sueños sin cumplir y con un sentimiento de angustia interiorizado por querer vivir más deprisa de lo que nuestras capacidades nos permiten.
No siempre se encuentra la angustia en la sociedad, hay un cúmulo de sentimientos predominantes a día de hoy, pero es curiosa la forma en la que, sin quererlo, estamos condenados a sufrir por circunstancias ajenas a nosotros mismos. Estamos sometidos a una presión constante por querer atrasar el hecho de que, en algún momento, seremos heridos. El filósofo podría haber vivido perfectamente en nuestra época.