Matrimonio Cristiano En Asia Central
Introducción
El concepto de matrimonio en Asia Central sigue estando muy apegado a las antiguas tradiciones. A pesar del proceso de industrialización y de la activa lucha por los derechos de mujeres y niños, todavía queda un largo camino por recorrer. Existen, aún en nuestros días, tipos de matrimonio en Asia Central que van ligados a actos como el rapto, enlaces con menores de edad o los conocidos matrimonios de conveniencia.
Desarrollo
Matrimonio por secuestro en Kirguistán:
Aunque también se da en otros países de Asia Central, es en Kirguistán y Kazajistán donde se encuentra registrado un mayor número de casos. Se culpa del aumento de raptos de mujeres a los recientes cambios políticos y a la situación económica de muchos de sus habitantes. También puede darse este tipo de matrimonios mediante un acuerdo entre los padres y el marido, donde, tras una reunión familiar con los pros y contras del enlace, se procede al secuestro de la mujer, tradicionalmente a caballo, para llevarla a su nueva casa.
El matrimonio por secuestro o rapto de la novia consistente en secuestrar una mujer de la calle, normalmente joven y guapa, con la intención de casarse con ella. Tras secuestrarla y obligarla a mantener relaciones sexuales, el hombre habla con la familia de la mujer poniendo como argumento la pérdida de la virginidad y su paso de niña a mujer. En ocasiones, la familia de la mujer también toma parte en este acto tanto para convencer a su propia hija, como oponiéndose al enlace. Sin embargo, aunque el artículo 155 del código penal castigue el forzar a una mujer a casarse, son pocos los que cumplen condena.
Matrimonio con menores en Afganistán
La precariedad con la que viven miles de familias en Afganistán ha provocado el aumento de matrimonios con menores. Es en las zonas más rurales donde se da un mayor número de casos. En este entorno, las mujeres son consideradas bienes materiales más que personas. Y aunque la edad mínima para casarse son los 16 años, son muchas las familias que acaban vendiendo a sus hijas a cambio de ganado, dinero y otros bienes.
En estos ámbitos rurales, la influencia de los líderes religiosos y el arraigo por las antiguas tradiciones son las causantes de este tipo de decisiones. Son numerosas las ocasiones en las que se tacha esta práctica como algo cultural y con el vago argumento de proporcionales un futuro. Los padres de estas menores son tan culpables como aquellos que desean tomarlas como esposas.
Estas niñas son forzadas a mantener relaciones sexuales con su marido, que las encierra y priva de una vida normal. Por suerte, la lucha contra esta horrible práctica ha ido dando sus frutos en los últimos años. El número de casos de este tipo de matrimonio en Asia Central se ha visto reducido significativamente y también se han rescatado menores del infierno en el que vivían.
Conclusión
El matrimonio juega un papel muy importante en la vida de los uzbekos. De hecho, se toma como obligación un proceso por el que deben de pasar tanto hombres como mujeres con el fin de mejorar, en la mayoría de los casos, su vida económica. El matrimonio, generalmente arreglado por los padres de la pareja, es casi siempre aceptado por los futuros cónyuges.
Como dicta la tradición, ambos padres ofrecen una dote para asegurar el futuro de la pareja. Aunque los padres de la novia suelen ser los que más ofrecen, los padres del novio también aportan bienes a la pareja. Serán estos últimos quienes acojan a la novia, que pasará a formar parte de la familia del marido.
Aunque la mayoría de la población es musulmana, son poco practicantes en comparación con otros países islámicos. Igualmente, aunque las mujeres de Uzbekistán se vistan y comporten como europeas, siguen siendo muy conservadoras. De hecho, una amplía mayoría de mujeres jóvenes mantienen su virginidad hasta el día de la boda. Incluso, a partir de la edad de los 28 años, se las tacha de solteronas si no han encontrado marido.
Otro dato que llama mucho la atención sobre estos matrimonios de conveniencia son los casos de esterilización. En ocasiones, sin el conocimiento ni el consentimiento de la mujer, esta es esterilizada para evitar el aumento de la población del país. Como dicta la tradición, ambos padres ofrecen una dote para asegurar el futuro de la pareja. Aunque los padres de la novia suelen ser los que más ofrecen, los padres del novio también aportan bienes a la pareja. Serán estos últimos quienes acojan a la novia, que pasará a formar parte de la familia del marido.