Mejoras de la Calidad de Vida de los Niños a través de la Psicología Infantil

Introducción

En el presente ensayo se hablará sobre la psicología infantil, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de los niños en cuanto a la interpretación de lo que ocurre y que puedan interactuar con su entorno, lo que conlleva una mejora en el bienestar de sus padres y su entorno familiar cercano, para prevenir posibles problemas de desarrollo e identificar posibles trastornos mentales, se centra en el desarrollo físico, motor, mental, perceptivo, afectivo y social del niño desde el nacimiento hasta la pubertad, se abordará a través del psicoanálisis freudiano, ya que, para él, la infancia es un período de la vida del individuo muy significativo, por las impresiones que afectan a este “ser inacabado y endeble” pudiendo generarle diferentes traumas.

En primera instancia se definirá lo que es el niño para Freud, puesto que el psicoanálisis con niños tomo impulso a principios del siglo XX, cuando manifestó el papel principal de la sexualidad del niño, y el destino del individuo, ya que él no lo toma como objeto de estudio, Freud no tomo en cuenta aquellos comportamientos característicos del niño, sino que se interesaba por el estudio de la sexualidad infantil y del niño, esto conduce a cambios en el desarrollo de la sexualidad infantil que persisten en los adultos, posteriormente se expondrá el motivo principal de la vida, manifestada desde la infancia, y se refiere a la búsqueda del placer, ya que, el niño busca lo agradable y evita lo doloroso, este proceso de evitación de la búsqueda se da de diferentes formas, a lo largo de su existencia.

Por último, se encontrarán los diferentes periodos o etapas que atraviesa el niño en su desarrollo, puesto que estos serán los encargados de determinadas necesidades específicas, las cuales puedes ser físicas, intelectuales y emocionales por mencionar algunas de las más importantes

Desarrollo

Es muy importante definir qué es un niño para el psicoanálisis freudiano Raúl E. Levin (1995) menciona cómo Freud otorgó a la niñez un lugar privilegiado, pues reconoció cierta sexualidad, enfatizó el acceso desde la niñez para lograr una estructuración de la vida psicológica de un individuo a lo largo de su vida, cabe mencionar que Freud no consideraba al niño como objeto de análisis, sino que él estaba interesado por el estudio de la sexualidad infantil y del niño, de esta forma pudo constatar los resultados de las reconstrucciones de los análisis de adultos y el estudio de la génesis de las enfermedades neuróticas, perversas y el desarrollo de la sexualidad en un niño que luego se convertiría en un adulto normal; en el psicoanálisis freudiano, lo infantil no se refiere ni a algo propio de los niños ni a su comportamiento característico, sino a la sexualidad reprimida con alteraciones en el desarrollo de la sexualidad infantil que persisten en los adultos.

Freud diferencia entre niño y adulto y enfatiza en la constitución del aparato psíquico el desarrollo de un ser que tiene lugar en el orden de maduración del cuerpo y distingue no solo los cambios biológicos que uno puede representar del otro, sino también en los estados del sujeto estos son infancia, latencia, pubertad, juventud y madurez, que se relacionan con los momentos decisivos del movimiento de la estructura edípica, para Freud el Edipo traza el límite más seguro entre el niño y el adulto a través de los reajustes estructurales de la estructurales del período de latencia y la pubertad, psicológicamente el niño es u objeto de estudio diverso al adulto, ya que este todavía no posee un súperyo, por tal motivo no tolera mucho los métodos de la asociación libre, y la transferencia desempeña otro papel, puesto que los padres reales siguen presentes. 

El descubrimiento de Freud en el niño se basa en el tránsito de su infancia, ya que, exteriorizan una sexualidad, desde que nacen, tienen sensaciones placenteras, para hablar de la sexualidad del mismo se deben de mencionar las siguientes etapas la oral, anal y fálica ya que el objetivo de estás, es la satisfacción autoerótica en pulsiones parciales asociados con áreas específicas de la piel llamadas ‘zonas erógenas’ que resultan de las funciones vitales del cuerpo de por vida. Él ve la infancia como una parte muy importante de la vida del niño, ya que, las impresiones afectarán a este ‘ser imperfecto y débil’ (el niño es una persona inmadura y con poco desarrollo) estos pueden generar diversos traumas, es decir, experiencias que, por su ‘intensidad de’ estímulo’, harían al niño un ser predispuesto a la contracción de neurosis y disfunción en la edad adulta.

Cabe destacar que existen partes del cuerpo que producen sensaciones placenteras, que en la edad adulta y es la estimulación de los propios genitales, la primera zona del cuerpo que juega este papel en la vida del niño es la boca, siendo esta la primera fuente de conocimiento del mundo, por ejemplo, el niño experimenta estimulación desde el inicio de la lactancia, en períodos posteriores de la infancia, pone su boca en contacto con casi cualquier objeto que esté a su alcance, además de probar, esto le permite familiarizarse con ellos, la zona de la boca conserva la capacidad de retener el placer durante todo el período de la lactancia y, en algunos niños, mucho más tiempo de aproximadamente un año y medio, Freud, S. (1991) describe cómo surge la relación del niño con su primer objeto: el primer objeto erótico del niño es el pecho de la madre que lo nutre, el amor aparece en el análisis con la satisfacción de las necesidades nutricionales, este primer objeto se completa luego alrededor de la persona entera la madre, que no sólo alimenta al niño sino que también lo cuida y despierta muchas otras sensaciones físicas agradables y opresivas en el contexto del cuidado del niño, la madre se convierte en el primer seductor del niño. Significado único, incomparable y definitivamente establecido de la madre como primer y más poderoso objeto sexual, como prototipo de todas las relaciones amorosas posteriores, tanto para los sexos como para los demás, que luego son asumidas por otra parte del cuerpo tales como el recto y los esfínteres urinarios, lo que probablemente se deba a la abundante estimulación y atención que se le da a esta región durante el largo proceso de ejercicio para controlar los esfínteres, si bien estas sensaciones predominan en la llamada fase anal, el niño muestra un gran interés por todo el proceso de eliminación, tendencia a tocar sus propios excrementos debido a su color, el niño busca con tanta persistencia juegos ‘sucios’ durante la fase anal de su desarrollo, como se muestra cuando chupa los dedos y los objetos a su alcance, desarrolla el reflejo de agarre junto con el reflejo de succión o toca algunas partes del cuerpo u otras personas durante la fase oral pasiva o partes del cuerpo mordisquean a otras personas u objetos a su alcance (Freud, A. 1905 / 1985, p. 48).

Para Freud, A. (1985) el principal propósito de la vida es aquel que se manifiesta desde la niñez, basado en la búsqueda del placer, busca lo placentero y evita lo doloroso, de donde emerge este proceso de evitación de la búsqueda en diversas formas, a lo largo de la existencia del hombre, la libido es la verdadera energía sexual que nos mueve al placer, es la base de este proceso, es importante señalar que el término ‘sexo’ va más allá de la mera relación o diferenciación femenina, femenina o masculina, estos son más probables resultados de la dirección en la que se dirige la libido.

En las diferentes etapas que atraviesa el niño en su desarrollo, se encuentran necesidades específicas, ya sean físicas, emocionales, intelectuales por mencionar algunas de las más importantes. Estas pueden estar representadas en diferentes áreas específicas del cuerpo: como lo es la boca, el ano y los órganos genitales; en aquellas áreas donde los adultos representan lugares de placer y tensión sexual y se manifiestan rudimentarios en los niños y solo se perciben como sensaciones placenteras, el término ‘sexualidad’ no debe interpretarse como sinónimo de la genitalidad de los adultos que está en su apogeo, la sexualidad infantil se refiere a tendencias instintivas destinadas a aliviar la tensión y buscar el placer.

El descubrimiento en el tratamiento psicoanalítico de pacientes neuróticos adultos ha sido revelar el origen de sus patologías infantiles, que giran en torno a los conflictos que evoca la sexualidad de la infancia y las fantasías del complejo de Edipo que, según Freud, están en el centro de la Formación de neurosis con un eje central que consiste en el amor al padre del sexo opuesto y la rivalidad infantil en las neurosis clínicas; es difícil distinguir entre una organización normal del desarrollo psicológico conflictivo basada en el complejo de Edipo y las formas de neurosis clínica en el infante, es de gran importancia resaltar la importancia del complejo de Edipo y la sexualidad infantil para la organización de la vida mental, existe un claro hecho clínico que conviene destacar en las consultas psiquiátricas infantiles, ya que la mayoría de los casos estudiados de trastornos de personalidad más o menos graves.

El tratamiento psicológico en niños desde la perspectiva psicoanalítica, la cual utiliza técnicas adecuadas a las capacidades y características inmaduras del niño para abordar los conflictos y trastornos psicológicos que han perjudicado el desarrollo normal del niño este puede ser reconstruido en el presente para producir suficientes cambios estructurales y capacidades de adaptación para apoyar nuevamente el progreso normal del desarrollo (Cuevas, 2001).

Los primeros analistas ven al juego como una herramienta para explorar el inconsciente, ya que puede presentar problemas como neuróticos. La diferencia en el trabajo con adultos llevó a encontrar estrategias que funcionen con los niños, que incluyen:

  1. Promover un espacio donde los niños puedan relajarse y reducir el control sobre sí mismos para liberarse del material conflictivo.
  2. Crear material simbólico que pueda minimizar el miedo que surge de darse cuenta de su verdadero significado.
  3. Un entorno adecuado al nivel de desarrollo del niño, en el que pueda expresar de forma natural sus miedos, deseos, etc.
  4. Un lugar donde el terapeuta puede realizar una interpretación a través de la observación y establecer una relación terapéutica con los niños.

Aunque existen grandes diferencias entre el psicoanálisis de adultos y de niños, un objetivo principal de la terapia de juego ha sido acercarlo lo más posible al marco psicoanalítico de adultos. Levy, 2020, menciona que los primeros analistas reconocieron la forma y contenido del juego, tenían un gran significado simbólico para los niños y la situación del juego permitió la expresión simbólica de conflictos pasados ​​y actuales.

Freud mencionó la importancia de explorar la vida y la psicología de los niños. Se puede conservar la famosa frase ‘la infancia es el destino’, esto muestra claramente la importancia de estudiar la infancia, Sigmund Freud también mencionó que los juegos juegan un papel positivo, se puede interpretar como un lenguaje que puede regular las emociones y el autodesarrollo, además, también menciona que desarrollar una personalidad sana es fundamental para que los menores satisfagan sus necesidades.

Además, ante el reflejo que el niño ve como la totalidad de su imagen, frente a la falta de coordinación del cuerpo real, se percibe al niño como una tensión agresiva entre la imagen especular, relacionada con ilusiones de la totalidad que introduce una agresividad subyacente. y el cuerpo real, ya que la complejidad de la imagen parece amenazar al cuerpo con la desintegración y fragmentación.

Freud nunca trató a niños, siempre fue un psicoanalista de adultos, quien trabajo con los niños fue Melanie Klein quien, mientras observaba a su hijo y a los pacientes de su primer niño, descubrió la riqueza de símbolos y fantasías en la cabeza del niño, es ella quien introduce y sistematiza el psicoanálisis infantil tal y como lo conocemos, y quien trabaja desde este momento hasta la actualidad, ella sugirió la terapia de juego como una técnica para trabajar con niños.

El juego es un lenguaje difícil de descifrar tanto para niños como para adultos, ya que varios símbolos contenidos en este juego tienen que ser entendidos al mismo tiempo para entenderlos, Melanie Klein descubrió que en el bebé hay dos posiciones con respecto a los impulsos innatos con los que nace una persona que duran toda la vida, los cuales son los impulsos del amor y la agresión, están constantemente presentes y su interacción es la causa de muchas patologías y dificultades en la vida de cada persona, Melanie Klein describe los intensos miedos que experimentan muchos niños y trató de comprender su ira, celos, fobias, obsesiones, depresión, dificultades de aprendizaje, sus inhibiciones sobre los juegos, los deportes y las interacciones que pueden tener con otros niños.

Conclusión

Es importante resaltar que la vida humana se va formando gradualmente en los primeros años de vida y que esto determinará nuestra personalidad, las actitudes, valores sobre quiénes seremos en el futuro

Dentro del análisis expuesto, el psicoanálisis se enfoca en todas aquellas personas que caen reiteradamente bajo los síntomas físicos que constituyen un obstáculo para el desarrollo de su potencial, lo cual se refleja en su entorno social ya sea individualmente, con sus amigos, familiares, o con los diferentes entornos en los que se desenvuelva el individuo, de tal modo que podamos observar en el niño, su relación con el otro, sus reacciones de elegancia y esplendor, mientras que su comportamiento explica la ambivalencia estructural, el concepto freudiano de ambivalencia en el hombre, mismo que nos, permite intuir la interdependencia entre el amor y el odio.

El síntoma de todo niño se estructura desde la posición que él tome en relación con la parte femenina, ya que la madre, como mujer, tiene una relación especial con la falta, la falta de un objeto primordial, que surge del estudio de Freud sobre la sexualidad femenina, se caracteriza por el hecho de que es lo que evoca el deseo femenino y lo que se llama falta en el lado femenino.

Por último, el psicoanalizar a los niños significa entrar en un mundo de pasiones, miedos y temores desconocidos, el trabajo psicoanalítico con un niño es siempre una aventura, en donde puedes jugar, dibujar, pierdes la compostura, entre otras actividades, el psicoanálisis con los niños nos muestra la necesidad de intervenir de otros modos, intervenciones que, a la vez, están determinadas por los diferentes lenguajes con los que se expresa un niño, de acuerdo con el tipo de pensamiento que predominan en él y por la historia que se va forjando en cada análisis.

Por tal motivo, considero necesario conocer el inconsciente del niño para ayudarlo a resolver sus conflictos de la manera más saludable posible, así como también es de gran importancia poder ofrecer a sus padres elementos para comprenderlos mejor, para ello, es importante comprender los aspectos fundamentales de la teoría psicoanalítica y la técnica del juego infantil, así como conocer las diversas patologías y dolencias que afectan a los niños, estas son las principales razones por las que los padres consultan. 

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27 April 2022
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