Paul Ekman - Emociones Y Lenguaje Corporal
Comenzamos hablando de Paul Ekman, psicólogo pionero en el estudio de la expresión facial de las emociones tras Darwin y William James. Sostiene que el lenguaje corporal y la cara son sistemas de señas para las emociones, universales y generalmente involuntarias. Al principio se pensaba que era algo cultural, pero tras varios estudios se comprobó que es innato, no se aprende.
A lo largo de sus 40 años de investigación, Ekman ha establecido 4 capacidades:
- Elegir entre ser o no emotivo. No se puede elegir de donde nace el impulso de la emoción, pero se puede desarrollar la capacidad de detectar antes de actuar, existe un espacio entre ambos que puede irse ampliando.
- Cuando se está emotivo se puede elegir el comportamiento asociado.
- Aprender a ser más sensible a las emociones de otros
- Ayudar a la seguridad nacional, disminuir errores en investigaciones e interrogatorios.
En cuanto al lenguaje corporal, observar a la gente es una fuente inagotable de información (“Los hechos dicen más que las palabras”). Ciertas emociones están muy vinculadas con expresiones corporales, y esto funciona en los 2 sentidos. El cuerpo no miente y la cara tampoco, no puedes engañar a menos que seas un gran actor. Esto es porque la cara esta conectada con un montón de nervios faciales y craneales, y cuando sentimos una emoción, esos nervios se activan y los músculos se empiezan a mover. Pero en ocasiones tratamos de disfrazar las emociones por cortesía o para engañar. Algunas formas de detectarlo es fijarse en lo in/cómodo que está una persona; y las micro expresiones, expresiones rápidas que se dan cuando tratamos de reprimir nuestra verdadera emoción. Por esto comprender la comunicación no verbal se ha convertido en una herramienta valiosa en el sistema judicial, los equipos de seguridad y el marketing.
Se necesita conocer el rostro humano, como funciona y como se mueve. Las expresiones faciales están programadas en el cerebro y son comunes a todos los seres humanos. Esto se debe a que, en la antigüedad, estábamos constantemente pendientes de cualquier peligro y solo existían los comportamientos no verbales, por lo que las expresiones tenían un valor para nosotros en términos de supervivencia.
Joe Navarro, agente del FBI, trabajó para un programa de análisis del comportamiento humano para interpretarlo. Su éxito se basaba en fijarse en cosas en las que los demás no reparamos, como los pies. Se puede saber mucho de una persona por su forma de andar, sus intenciones, estado de ánimo e incluso estado de salud. La forma en que nos sentimos se refleja en nuestra forma de movernos, pero también puede ocurrir lo contrario. En una charla TED, Amy Cuddy habla sobre las “poses de poder”. El cuerpo y la mente están comunicados en todo momento, por lo que podemos hacer que nuestro cuerpo influya en como nos sentimos. Esto sirve para tratar, por ejemplo, trastorno por estrés postraumático, mediante terapias que corrigen la postura, la respiración, etc., modificando a su vez los pensamientos y emociones para que la persona sienta que realmente está a salvo.
Finalmente, Roberto Valenti, director de una empresa de tecnología, trabaja en un proyecto basado en ordenadores que comprenden el lenguaje corporal de los humanos orientado al estudio de mercados, para medir las reacciones de los consumidores ante los anuncios.
En conclusión, el estudio de las emociones y su expresión corporal es un campo muy complejo del que todavía sabemos poco. Pero mediante los avances tecnológicos, existen cada vez más formas de reconocimiento que sirven de ayuda en múltiples áreas de la vida.