Política De Uruguay En Los Años 1973 y 1984
Introducción
Uruguay es un país de situado en América Latina, con una población aproximada de 3 529 014 habitantes hasta 2019, tiene como capital a Montevideo donde se encuentra la mayor cantidad de pobladores. Según los estudios de su situación económica, es bastante estable por lo que se le considera una de las cuatro principales economías de Latinoamérica. Su idioma es llamado español uruguayo, aunque en algunos lugares se maneja también el portugués o el portuñol, pero no son reconocidos oficialmente. Su situación política está entre las más democráticas, y su gobierno se divide en tres poderes independientes: el poder ejecutivo ejercido por el presidente de la República actuando en consideración con el consejo de ministros, el poder legislativo representado por una Asamblea General constituida por una Cámara de Senadores (donde se encuentra incluido el Vicepresidente) y una cámara de representantes, y el poder judicial constituido por la Suprema Corte de Justicia la cual está conformada por Juzgados de Paz, Juzgados de Apelación y Juzgados Letrados.
Desarrollo
Esta situación en el país se calcula dura desde junio de 1973 a marzo de 1985, Uruguay era manejado por un grupo civil-militar que no estaba elegido democráticamente.
Antecedentes
El escenario de empoderamiento de esta dictadura era un país en malas condiciones económicas, políticas que por ende desencadenaban conflictos sociales.
A inicios del año sesenta comienza a deteriorarse la economía uruguaya, en parte por la situación externa al país (la I y II Guerra Mundial), puesto que dependían mucho de la exportación en este caso de lana mayormente, y el hecho de que estos lugares estén en guerra debilitaban los negocios internos.
Teniendo como presidente al político y periodista Jorge Pacheco Areco, Uruguay se enfrentaban a una represión de opinión y expresión ya que Areco opto por medidas prontas de seguridad que le entregaban el poder del país, decisión que toma por los conflictos armados que se encontraban desarrollándose en el interior entre guerrillas una de las que más se destaca es el Movimiento de Liberación Tupamaros. A consecuencia de estos levantamientos saltan al escenario grupos de derecha como el Escuadrón de la muerte, y Juventud Uruguaya en Pie, cuyo objetivo eran los grupos de izquierda contra quienes ya habían existido conflictos que terminaron en algunas muertes.
Al terminar la presidencia de Areco, asume Juan Maria Bordaberry, personaje con gran influencia en las Fuerzas Armadas y policiales. Esta entrada significo el deterioro del área política, las pocas posibilidades de concretar un grupo político, los conflictos civiles, la deuda externa del país que estaba creciendo y tenía una inflación que generaba disturbios y conmoción en la ciudadanía.
La crisis, la situación económica externa, los conflictos sociales (respecto a sindicatos), las guerrillas y sus enfrentamientos, fueron motivos para que el entonces presidente de Uruguay Juan María Bordaberry, utilizara sus influencias en las Fuerzas Armadas para generar la imposición de una dictadura militar, por esto se dice que esta situación tiene una característica especial ante las dictaduras Latinoamericanas conocidas; esa es el papel del mismo presidente en un llamado autogolpe, entregando el mandato al grupo de las FF. AA. Sin embargo, la situación va de mal en peor.
La dictadura cívico-militar y la intervención de los movimientos uruguayos
Ante la incidencia de los conflictos de los grupos de izquierda y derecha que terminaban en muertes y guerras internas, Bordaberry decide dar poder a las Fuerzas Armadas para que intervengan en los conflictos entre Tupamaros y grupos de derecha, sin embargo, al finalizar este conflicto que terminó en el encarcelamiento de varios integrantes de estos grupos, su tortura y desaparición, Juan María pretendía que las FF. AA. vuelvan a estar bajo el poder cívico, pero no fue lo que sucedió.
La acción de Bordaberry fue nombrar como Ministro de Defensa Nacional a Antonio Francese sin medir que el grupo de las FF. AA. harían caso omiso a esta decisión y terminaran por expresarse en los famosos comunicados 4 y 7 en los que manifestaban su inconformidad con esta medida, fundamentándose en que la idea de Francese era deshacer las Fuerzas Armadas.
Bordaberry tuvo que acoplarse a algunas medidas y condiciones expuestas por las FF. AA. descritas en un acuerdo. El Acuerdo de Boiso Lanza, donde se mostraban las exigencias al presidente de Uruguay.
En 1973 Bordaberry junto a las Fuerzas Armadas deciden desvanecer la Cámara de Senadores y Representantes, le otorga facultad a las Fuerzas Armadas.
El primero de febrero de 1973, punto de inicio de un mes de conmoción institucional. Apenas trece días después, se firmaba el llamado Acuerdo de Boiso Lanza en la base aérea del mismo nombre, conviniéndose -entre otras cosas- la creación del Consejo de Seguridad Nacional (COSENA), integrado directamente por los mandos militares, que Bordaberry refrendaría como decreto de su autoría diez días después. Al día siguiente por cadena de radio y televisión, para todo el país el presidente anunciaba la creación de cauces institucionales necesarios para la participación de las FF.AA. en el quehacer nacional , encomendándoles la misión de dar seguridad al desarrollo.
Los años que siguieron fueron muestra de la incompetencia de un dictador que suponía manejar el país en voluntad propia y de las Fuerzas Armadas, para 1975 elabora la nueva idea respecto a las instituciones del estado junto a Álvaro Pacheco como secretario de la presidencia, se plantea la corrupta idea de un organismo ejecutivo que no depende del voto popular integrado por ellos, y los mandos militares. Esta idea fue expuesta para los militares en un trabajo dividido en varias condiciones hacia ellos, incluida la desaparición de cualquier acto popular democrático. La respuesta de las FF.AA. no fue la esperada, lo que Bordaberry no toma en cuenta es la cuna tradicional y republicana en la que hubo crecido los militares por lo que no se permitían tal acto de deshonra a la democracia
los principales puntos de litigio de Bordaberry las FF. AA. Radicaban en los plazos manejados para la propuesta en vigencia de una nueva constitución; la propuesta presidencial sobre la eliminación de los partidos y su sustitución por corrientes de opinión publica espontaneas; el papel delas elecciones como mecanismo selector de gobernantes en el futuro orden institucional; el rol y el grado de participación de los militares en los distintos planos de conducción en lo venidero.
Todas acciones que desataron en los mandos militares inconformidad, y es más deciden luego de varios intentos de arreglar con Bordaberry, quitare su apoyo al presidente de manera pública lo que genera una crisis política.
Las Fuerzas Armadas en contra de lo dispuesta por el entonces presidente, una situación inestable para la política uruguaya, un intento de apoderarse totalmente de cualquier decisión que convenga sobre el país, y demás; motivos suficientes para que las FF. AA decidan quitar su apoyo a Bordaberry a través de una proscripción enviada al que pasara a ser presidente por pedido de los mandos militares, el Dr. Alberto Demicheli. El primer acto del nuevo presídete fue cancelar los actos de elección hasta el nuevo aviso y crear el Consejo de la Nación.
El pasado político y de donde venía no le perdió a Demicheli seguir con los actos políticos de su nuevo cargo puesto que llego el punto en el que debería firmar proscripciones de peticiones militares en la presidencia, sin embargo, según su firma, decreto y la institucionalización de las entidades dispuestas para el país, se elige a nuevo presiente según el nuevo mecanismo que se manejaría en el país, lo que deja a Aparicio Méndez como el presidente de Uruguay para un período de cinco años.
Se había determinado entonces el Consejo de la Nación designaría a presidente de la Republica, al Consejo de Estado, a la Suprema Corte de Justicia, al Tribunal de lo Contencioso Administrativo y la Corte Electoral así se avizoraba la resolución de las políticas para el nuevo orden2, con la esperanza de una elección democrática para el período que le seguía de los cinco años y el restablecimiento de la paz uruguaya.
Consecuencias de la dictadura
El conflicto entre los movimientos de izquierda y derecha dejaron un sin número de desaparecidos, muertos y encarcelados en Uruguaya, Chile, Argentina e incluso Paraguay.
La participación en las huelas y levantamientos de los grupos civiles antes la dictadura de Bordaberry y los mandos militares dejaron asentado un antecedente para los próximos grupos que velaran por el bienestar de Uruguay.
La situación de una dictadura imponiéndose en el seno de una nación que necesitaba hablar, sin embargo, las movilizaciones y la participación de algunos movimientos que estaban siendo detenidos por el gobierno.
Consecuencias del regreso a la democracia
El nuevo gobierno debía enfrentarse a todas las consecuencias y actos que fueron parte del gobierno dictador antecesor, que dejan inconformidad, disgusto, y conflictos en todo el país, incluyendo una disputa entre las Fuerzas Armadas y el estado. Pero el cambio que se tenía previsto para el país ante la determinación de un “nuevo orden” dejaba entrever que lo siguiente para Uruguay seria cambios.
En 1985 el nuevo parlamento debía enfrenta las leyes que habían sido aprobadas durante la dictadura y para darle solución a esto se determinó crear una ley de convalidación de los actos del gobierno facto.
Ocupando la presidencia Julio María Sanguinetti se dio un acto de en defensa de toda la población, la impunidad ante cualquier delito de violación de derechos humanos y de terrorismo, como en los actos declarados durante la dictadura.
Conclusiones
Si decimos dictadura militar lo primero a pensar es en un golpe de estado por parte de las fuerzas que deben mantener la seguridad de un país, sin embargo, al develar la historia de Uruguay y su dictadura cívico-militar podemos notar que la característica a destacar de este acontecimiento es la participación del presidente entonces asignado al país, su relación con los mandos militares y su intención de anteponer sus intereses lo cual dejó a un país en conflicto, y en crisis de democracia.
La importancia de la participación de los movimientos civiles fue indispensable para remover aquellos actos de injusticias y que implicaban el quiebre inmediato de la democracia de un país, pero como se menciona la intervención de grupos que representaban a la ciudadanía se hicieron ver y significaron triunfos para un pueblo que estaba siendo víctima de violaciones a derechos humano.