Posibilidad De Erradicar Los Feminicidios En México
América Latina está asistiendo una oleada de manifestaciones con motivo exigir el fin a los homicidios por motivos de género. A lo largo de América Latina y el Caribe, es una epidemia. Según Richard Barathe, un portavoz por la ONU es “la región más peligrosa del mundo para la mujer”. (EFE, 2017) De los 25 países con la tasa de feminicidio más alta, 14 están situados en este rincón inseguro del mundo. (UN Women, 2017) Unos de los países que ha atraído la atención de los medios de comunicación es México, donde 800 mujeres fueron entre el enero y el Junio de 2017 víctimas de feminicidio, para colmo de males solo el 49% se investigaron como feminicidio. (UN Women, 2017) Muchos creen que este dato sorprendente es resultado de la corrupción desenfrenada y una sociedad machista así que es importante que el gobierno mexicano modifique las normas sociales. A lo largo de este ensayo voy a discutir la probabilidad de cambio considerando los actores clave, entre otras, el sistema de justicia, la educación y la infraestructura.
Empecemos por considerar como utilizan el feminicidio en el sistema de justicia mexicana actual. Desde 2012, el feminicidio ha sido identificado como delito específico, que artículo 22 de la Ley General de Acceso de las mujeres a una vida libre de violencia define como “La forma extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos, en los ámbitos públicos y privado, conformado por el conjunto de conductas misóginas que pueden conllevar impunidad social y del estado y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte violente de mujeres” (Justia Mexico, 2009) Es una respuesta a la muerte de miles de mujeres en todo el país. Unos de los ejemplos más sorprendentes y famosos es la situación en Ciudad Juárez, estado de Chihuahua. Entre 193 y 2005 se ha estimado más de 370 muertes de mujeres. (Amnesty International, 2005) Esta abrió los ojos del país y provocó más atención a la recopilación de datos, la denuncia de delitos e intervenciones jurídicas. No obstante, en 2016, diariamente murieron 12 mujeres. Para entender lo que esta ocurriendo resuelta esencial dirigir la atención a la impunidad reinante, la falta de aplicación efectiva de las leyes y la corrupción policía. El instrumento más valioso a poner fin al feminicidio es poner fin a estas duras realidades que existen en México. Es posible que el modelo de protocolo latinoamericano sea el primer paso hacia ese fin. Constituye un mecanismo por todos actores del sistema justicia – la policía, los tribunales y los médicos forenses – para acabar con el feminicidio. El protocolo tiene tres objetivos, el primero es orientar los funcionarios públicos y establecer líneas de acción, el segundo es promover la perspectiva de género y luego ofrecer herramientas prácticas para garantizar los derechos de las víctimas. (OHCHR, n.d) El objetivo del modelo de protocolo latinoamericano no es homogeneizar o normalizar la investigación de los delitos contra la mujer. Son directrices flexibles que cada país debe adaptar o interpretar según la estructura del país. No se puede negar que para tratar de erradicar el feminicidio en México es importante que emplee las estrategias. No es suficiente tener las leyes generales en la legislación del país, tienen que aplicarlos, así que los responsables someterán a la justicia. Ojalá sea un método disuasorio contra el feminicidio.
Es importante recordar que la función de la prevención no es menos importante que la de la cura, por lo tanto tiene que hacer más hincapié en la prevención de delincuencia, debido al hecho que si metiera todos los agresores en cárcel, no cambiaría las causas estructurales, las actitudes y las percepciones que fomentan la violencia contra las mujeres. En México, existe una llamada cultura de machismo. Mientras los componentes clave del estereotipo son fuerza y fortaleza, también relaciona con muestras de violencia y acciones agresivas, y a veces se considera deseable debido al hecho que muestre su dureza y su hombría. Se sobreentiende que si eres violento, eres fuerte y así que eres más hombre (Walker, 2005). Además existe el marianismo, que con el machismo se van de la mano. Es una estructura social que dice que las mujeres deben ser sumisa y virginales, mientras que los hombres machismos son dominantes y orgullosos. Solo el 45% de las mujeres entre las edades de 16 y 64 trabajan, mientras que realizan el 75% de las tareas domésticas y el cuidado de los niños. (Organisation for Economic Co-operation and Development , 2017) Los niños se enseñan las ideologías desde una edad temprana que sugieren que los hombres son superiores a las mujeres. No se puede negar que es perjudicial para la sociedad. Así que no sorprende que alrededor de 9 de cada 10 mujeres han sido víctimas de abusos sexuales. (Watson, 2016) No solo es una cuestión del abuso doméstico, existe día tras día. En el autobús, en las calles y en el lugar de trabajo. Tomando todo esto en la consideración no es sorprendente que el feminicidio es un gran problema en México. Es imprescindible que la sociedad cambia. Quizás la herramienta más útil sea la educación. Es importante que ambos las escuelas y padres enseñan sus chicos de edad temprano que tienen que respetar a las mujeres en vez de dominarlas. Existen políticas en Colombia que aseguran que el sector de educación participa en actividades de prevención. Ahora menores estudian que significa el género y como afecta la sociedad. (UN Women, 2017) Con mejor educación es posible que la sociedad va a cambiar y disminuir considerablemente el número de los feminicidios, sin embargo el sexismo es un problema a escala mundial, así que la sociedad mundial tiene que cambiar.
La disponibilidad de servicios de alta calidad y bien integrados es un factor importante. Es evidente que el feminicidio no el acto al azar, usualmente es el fin de una cadera de hechos de violencia contra la mujer. Cuando una mujer es asesinado, a menudo se descubre una historia de violencia doméstica también que la víctima había ido a la policía o pedido ayuda médica. Sin Embargo, debido a los niveles bajos de comunicación entre servicios, nadie se dio cuenta al riesgo. Este podría haberse evitado si el sector de salud, los servicios sociales y la policía habían colaborado. Uruguay es un buen ejemplo, han implementado un plan exitoso, cuando el agresor tiene que llevar bandas electrónicas conectadas a un dispositivo electrónico de la mujer en peligro. Si el agresor acerca la mujer, el dispositivo alerta a la policía. Además las mujeres tienen acceso a la terapia. Ninguna mujer ha muerto desde la promulgación. (UN Women, 2017) Podría servir de modelo para México. Suponiendo que los servicios armonicen y tengan una mejor comunicación. No obstante, en febrero de 2015, el gobierno mexicano recortó los gastos públicos por el 20% y así que ha tenido un impacto negativamente en la movilización de recursos por parte del Gobierno para lograr la igualdad de género (UN Women, n.d) y así que poner fin al feminicidio. Además sería muy difícil para aplicarlo en las comunidades rurales e indígenas cuando a veces las mujeres no puede ir al colegio o votar. Así que, para trabajar para erradicar el feminicidio, el aumento de la financiación de los servicios públicos es necesario y así que pueden ser de mejor calidad y amplia difusión.
Para concluir, no existe una solución ideal a poner fin al feminicidio en México. Es vital que el sexismo estructural que permite los factores mencionados tener un impacto enorme es destruido. La prevención y curación son igual de importantes y para cambiar la situación debe ser una mejor financiación en todas sectores y la correcta implementación, que no existe actualmente. Por lo tanto, la conclusión obligada es que la posibilidad de la erradicación del feminicidio es casi nula. No obstante si el gobierno gaste tiempo y dinero, reduciría considerablemente.
