Problemática De La Nutrición Infantil en México

 

La niñez se caracteriza por ser la etapa básica de aprendizaje, búsqueda, bienestar y despliegue de potencialidades físicas, mentales y emocionales, por lo que la sociedad y los gobiernos del mundo cada vez más, reconocen que esta etapa no es época para morir o padecer enfermedades. En México, por generaciones un gran número de niños y niñas han sufrido enfermedades como la desnutrición, asociada a infecciones frecuentes, las cuales pudiendo ser prevenibles les ocasionan secuelas perdurables que limitan su pleno crecimiento y desarrollo y en ocasiones propician a muy temprana edad la muerte. Con base en las experiencias adquiridas en numerosos países, diversos organismos internacionales proponen a la vigilancia del crecimiento y desarrollo como el eje que sustenta la atención de salud integral, ya que la evaluación y el seguimiento nutricional permite identificar riesgos, alteraciones y necesidades que implican un peligro para la supervivencia del niño y la niña.

En el manual se aborda la magnitud de la desnutrición, las diferentes formas en que suele presentarse, las repercusiones que tiene en la salud de los niños y niñas y los factores más frecuentes que propician la aparición de este padecimiento. Se describen las actividades básicas a realizar en la vigilancia de la nutrición, crecimiento y desarrollo utilizando los criterios e indicadores más sencillos, positivos y sensibles para prevenir, detectar y atender con oportunidad los problemas de nutrición; así como los procedimientos y técnicas que paso a paso deben seguirse. Así mismo se incluyen otras acciones que contribuyen a mejorar la alimentación en el hogar, mediante acciones educativas y la participación de las madres de familia.

El objetivo de este trabajo es definir la magnitud del problema de la desnutrición en su universo de trabajo. Establecer y sistematizar la vigilancia de la nutrición, crecimiento y desarrollo del menor de 5 años. Evaluar el estado de nutrición de los niños y niñas bajo su responsabilidad, conforme a las normas y técnicas establecidas. Brindar la atención y el seguimiento nutricional que cada caso requiera. Orientar y promover una mejor alimentación en el niño, la niña y la familia. Registrar correctamente las actividades realizadas. Y bajar el porcentaje de obesidad en mexico.

Alimentación del niño mexicano

 

Problemática Nutricional en México

La deficiente alimentación que priva en la población mexicana ha ocasionado que el 41.9% de los menores de 5 años, de acuerdo al indicador peso/edad, sufra algún tipo de desnutrición, como lo señaló la Encuesta Nacional de la Nutrición, 1988.

La situación se agrava en las localidades rurales marginadas del país, donde la prevalencia de la desnutrición alcanza hasta un 80% de los niños en este grupo de edad, según lo han mostrado estudios efectuados por el Instituto Nacional de la Nutrición ‘ Salvador Zubirán ‘.

Asimismo, el problema de la desnutrición se refleja en las tasas de mortalidad por deficiencias de la nutrición, las cuales en 1995 y 1996 ocuparon el 5to. lugar como causa de defunción en los menores de 5 años. Debe considerarse además que la desnutrición contribuye de manera importante en el número de muertes ocurridas por padecimientos infecciosos intestinales y respiratorios.

Por otra parte, los problemas de mala alimentación en los niños y niñas también se dan por exceso en el consumo habitual de alimentos, como lo señaló la misma Encuesta Nacional de Nutrición 1988, encontrándose que el 2.2% de los menores de 5 años presentaron obesidad.

La nutrición humana es el aporte y aprovechamiento de nutrimentos que en el niño y la niña se manifiesta por crecimiento y desarrollo. El crecimiento es un proceso por el cual se incrementa la masa corporal de un ser vivo, debido al aumento en el número de células (hiperplasia), el aumento en el volúmen de las células (hipertrofia) y el incremento en la sustancia ‘intercelular.

El desarrollo es la diferenciación sucesiva de órganos y sistemas. Se refiere al desarrollo de funciones, adaptaciones, habilidades y destrezas psicomotoras, relaciones afectivas y socialización. Estas definiciones precisan considerar que el mantenimiento de las funciones orgánicas, la actividad básica y el crecimiento y desarrollo, en gran medida, dependen del consumo habitual de alimentos que tiene el niño o niña. El estado de equilibrio entre el consumo y el “gasto” da como resultado un buen estado de nutrición, sí se rompe este equilibrio por un consumo excesivo se presenta la obesidad y cuando es insuficiente la desnutrición.

Las repercusiones en la salud de los y las niñas, en ambos casos son graves ya que la obesidad es un factor que los puede predisponer a padecer enfermedades crónico degenerativas en la edad adulta, en tanto que la desnutrición puede considerarse más grave, por el alto porcentaje de niños que la padecen y los efectos negativos irreversibles que tienen en el crecimiento y desarrollo, así como la certeza de que con ella se disminuye su calidad de vida presente y futura. Dependiendo de la intensidad de la desnutrición, el tiempo de duración y la edad a la que el niño y la niña la padezca puede presentar para toda su vida:

Mayor riesgo de padecer enfermedades de tipo infeccioso coorrelacionadas con la desnutrición y otras deficiencias nutricionales como anemia, bocio, ceguera nocturna. Y mayor peligro de morir en los primeros años de vida.

Clasificación de la desnutrición por su duración e intensidad La desnutrición por su duración se clasifica en:

  • Aguda: Se presenta debido a la restriccion de alimentos que se manifiesta por la pérdida de peso y quizá detención del crecimiento. Cuando el niño o la niña es atendido adecuada y oportunamente, éste se recupera, repone sus pérdidas y vuelve a crecer normal.
  • Crónica: Se presenta cuando la privación de alimentos se prolonga, la pérdida de peso se acentúa; como consecuencia el organismo para sobrevivir disminuye sus requerimientos y deja de crecer, es decir mantiene una estatura baja para su edad.

 

La recuperación es más difícil. Lo desnutrición por su intensidad se clasifica en:

  • Leve: Se presenta cuando la cantidad y variedad de nutrimentos que el niño o niña recibe son menores a sus requerimientos. Al inicio se caracteriza por la pérdida o no ganancia de peso.
  • Moderada: Se presenta cuando la falta de nutrimentos se prolonga y acentúa, la desnutrición se agudiza y fácilmente se asocia a procesos infecciosos, se manifiesta con mayor déficit de peso, detención del crecimiento, anorexia y mayor facilidad para contraer infecciones
  • Severa: Se presenta cuando hay falta prolongada de alimentos asociada a padecimientos infecciosos frecuentes, la anorexia se intensifica y la descompensación fisiológica del organismo llega a tal grado, que pone al niño o niña en grave peligro de muerte.

 

Se manifiesta en dos formas:

MARASMO ( desnutrición seca)

  1. Delgadez excesiva
  2. Cara de viejito
  3. Llanto exagerado
  4. Pelo ralo

 

KWASHIORKOR (desnutrición con edema modificando el peso del niño o niña)

  1. Hinchazón sobre todo en pies, piernas, manos y cara
  2. Triste
  3. Pelo ralo
  4. Lesiones en la piel

 

Instrumentos de vigilancia para el niño y la niña

 

Los indicadores de peso-talla, relacionados con la edad y parámetros antropométricos de referencia, constituyen un método apropiado, sencillo, confiable y de bajo costo para la vigilancia y seguimiento del crecimiento y el estado de nutrición en los niños y niñas.

La vigilancia de la nutrición, crecimiento desarrollo permite conocer la evolución física, mental y emocional del niño o niña, así como identificar y corregir oportunamente alteraciones que obstruyan la formación plena e integral del individuo en los primeros años de su vida.

Sistematizar la vigilancia nutricional implica un reto que debe lograrse a fin de asegurara y todas las niñas y niños mexicanos una mejor calidad de vida presente y futura.

Factores que influyen en la desnutrición

 

En la vigilancia nutricional es necesario tomar en cuenta algunos de los factores individuales y ambientales que influyen en la desnutrición como son:

  • Bajo peso al nacer.
  • Privación de amamantamiento al seno materno.
  • Hijo o hija de madre adolescente.
  • Ablactación y destete mal dirigidos.
  • Bajos ingresos económicos.
  • Malos hábitos alimentarios.
  • Higiene y saneamiento deficientes.

 

Obesidad

 

La obesidad es un problema de salud pública cuya prevalencia ha aumentado de manera acelerada en el mundo para convertirse en una pandemia. En los países que han experimentado un proceso reciente de transición epidemiológica aún prevalecen la desnutrición y las deficiencias de micro nutrimentos, en tanto que en ellos ocurren cambios en el estilo de vida aumenta el sedentarismo y modifican su alimentación, caracterizada por un aporte excesivo de energía, lo que ha dado lugar a que de manera paradójica prevalezcan en la población los viejos problemas de desnutrición en poblaciones que aún viven en la pobreza y gradualmente haya aumentado la frecuencia de los problemas de salud derivados del exceso de energía en la dieta diaria en los niños, jóvenes y ancianos de este país, por lo que en este informe se hará particular referencia a estos problemas en los niños.

La obesidad es hoy una pandemia, es decir, una epidemia mundial. Desde principio del siglo XX afecta a los países industrializados y en los últimos tres o cuatro lustros, de manera creciente a las áreas urbanas de casi todos los países. Está ligada con el proceso de urbanización, pero sus causas no son tan claras y sería improcedente analizarlas aquí con detalle. Influye la herencia genética que determina la capacidad del organismo para regular su ingestión de alimentos y evitar así el exceso, pero también parecen relevantes ciertos factores ambientales. La urbanización implica la disponibilidad abundante de alimentos, menor actividad física y cambios indeseables en las costumbres alimentarias que hoy a todas luces favorecen la obesidad, pues se tiende a consumir dietas menos capaces de saciar y más densas en energía por su mayor contenido de grasas y azúcar que de fibras. La emigración del campo a la ciudad rural se acompaña de un choque cultural difícil de manejar, pues el inmigrante, inconscientemente, concede mayor valor y prestigio social a las costumbres urbanas que a las suyas propias. La publicidad comercial contribuye a este cambio. Lo novedoso de por sí es atractivo, pero si además se le atribuye alguna relación con el estatus social parece inevitable que la población tienda a modificar sus costumbres alimentarias. Sin embargo, lo nuevo no necesariamente es mejor; más aún, en el terreno de la alimentación lo nuevo no tiene por sí mismo un valor especial y no son raras las veces que incluso es inferior a lo ‘antiguo’, como numerosas tradiciones alimentarias mexicanas resultado de milenios de evolución y refinamiento culinario y que son mucho más favorables para la salud. Para la población urbana la alimentación comienza a ser una prioridad secundaria a la que se escatima tiempo y atención y se le despoja cada vez más de sus componentes hedónicos, sociales y rituales para reducirla a un simple acto de supervivencia biológica que se hace en cualquier momento y lugar junto con otras actividades. Cocinar cotidianamente se ha vuelto una tarea sin mérito ni brillo. Este proceso de ‘barbarización’ alimentaria tiene su precio en términos de calidad de vida y salud.

Esre es el principal factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, dislipidemias, enfermedades osteoarticulares y ciertos tipos de cáncer. En México, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2006,la prevalencia de sobrepeso y obesidad en preescolares fue de 16.7%; en escolares,de 26.2%, y en adolescentes, de 30.9%. En adultos la prevalencia de sobrepeso y obesidad fue de 39.7 y 29.9%, respectivamente. A partir del diagnóstico de la

situación en México, se ha podido identificar claramente la necesidad de contar con una política integral, multisectorial, multinivel y con una coordinación efectiva para lograr cambios en los patrones de alimentación y actividad física que permitan la prevención de enfermedades crónicas y la reducción de la prevalencia de sobrepeso y obesidad. La combinación de estrategias y acciones del Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria propuesto por el Gobierno Federal contempla que en el año 2012: se revierta en niños de dos a cinco años el crecimiento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad a menos de lo existente en 2006; detener en la población de 5 a 19 años el avance en la prevalencia de sobrepeso y obesidad, y desacelerar el crecimiento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población adulta. Este reto requerirá de importantes acciones regulatorias, de implementación adaptativa y gran participación de todos los sectores de la sociedad.

07 Jun 2021
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